Autransa sustituirá a Diavida en el servicio de ambulancias programado de Cantabria

48 horas después de cerrarse el plazo de presentación de propuestas, la resolución confirmaba lo que muchos ya daban por hecho: el retorno de la compañía que ha gestionado el transporte programado durante más de una década, aunque antes fuera bajo el nombre de Ambuibérica. La licencia para volver a utilizar su antigua nave del Polígono de Candina, tramitada hace meses, y la llegada en julio de varias ambulancias blancas rotuladas (las del urgente del 061, que son las que tiene adjudicadas, son las amarillas) ya daba las primeras pistas de que se veían con posibilidades de aprovechar la oportunidad abierta tras la primera propuesta de rescisión planteada a la concesionaria valenciana. Pero el informe del Consejo de Estado no avaló los argumentos planteados por Sanidad para romper el contrato de forma unilateral y finalmente la salida de Diavida se cerró de mutuo acuerdo, a iniciativa de la propia empresa.

Así las cosas, ahora, HTGroup volverá a gestionar el servicio que rechazó el año pasado porque no le resultaba rentable –se descolgó a última hora de la licitación que ganó Diavida y perdió Digamar (SSG)–, pero lo hará en unas condiciones más ventajosas y sin la presión de las penalizaciones que han asfixiado a la compañía valenciana, que en el pliego actualizado se han suprimido. Es decir, si en octubre del año pasado Diavida cogía el testigo del servicio programado de manos de Ambuibérica (antigua marca de HTG), ahora se hará el traspaso a la inversa.

A falta de conocer la propuesta económica con la que Autransa se ha impuesto a las otras dos candidatas, la valoración de los técnicos del SCS le otorgan 100 puntos, frente a los 98,31 de Sanir y a los 91,48 de Ambulancias Maiz. Una puntuación en la que se ha tenido en cuenta la cuantía ofertada sobre un precio estimado de 13,5 millones de euros para un periodo de 18 meses (la anterior licitación fue de 13,1 millones para 24 meses y se adjudicó a Diavida en 11,9 millones), pero también el número de ambulancias (mínimo se exigían 54, que son las actuales, y hasta 17 adicionales), la antigüedad de las mismas y los criterios de calidad y mejora del servicio. Según ha podido saber este periódico, las tres propuestas contemplaban llegar a los 71 vehículos y compartían el compromiso de tiempos de respuesta para reducir los retrasos en los traslados de los pacientes.

Una vez resuelta la adjudicación, aunque aún no se ha oficializado, queda por ver en qué condiciones se despide Diavida, porque si la idea más factible, a juicio del propio SCS, era que la nueva concesionaria utilizara la flota de ambulancias y el resto del equipamiento desplegado por la valenciana «para que el servicio no se resienta», a fecha de hoy no hay ningún acuerdo entre ambas compañías en ese sentido.

Sí habían mantenido conversaciones previas, pero la Dirección de Diavida encontró mayor nivel de entendimiento con Sanir. De haber resultado ganador del contrato de emergencia el grupo asturiano, esa operación estaba casi hecha. De la misma forma que Ambulancias Maiz contaba con asumir el servicio programado con su propia flota, a sabiendas de que partía con desventaja en la puntuación relativa a la antigüedad de las ambulancias porque las que aportaba tienen más de dos años.

En cambio, Autransa y Sanir garantizaban una antigüedad media de su flota inferior a 24 meses, lo que conllevaba la puntuación máxima en ese apartado. Esto implica que ha sido la bajada en el presupuesto lo que ha decantado el resultado. Así que ahora caben dos escenarios posibles. Uno, que la empresa de HTG tenga ese volumen de vehículos disponibles para operar en Cantabria en menos de un mes –lo cual tendrá que acreditar en los próximos días– o, dos, que aspire aún a negociar con Diavida, que contaba con despedirse de Cantabria el 15 de septiembre, que era la fecha (ya imposible de cumplir) que manejaba el SCS.