Los ayuntamientos cántabros rebajaron su deuda un 22,5% en 2017
Los municipios se quitaron un lastre global de 25,6 millones de euros y mantienen la tendencia de reducción de los últimos años
A 31 de diciembre de 2013, la suma de la 'Deuda viva de los ayuntamientos' en el informe que publica el Ministerio de Hacienda dejaba en la casilla de Cantabria un saldo de 218.449.000 euros. A ese dato, desde entonces, se le han ido pegando mordiscos. Año a año el agujero se ha ido haciendo más pequeño. Cuatro balances después, la cantidad total que deben los municipios de la región -en los parámetros con los que Hacienda calcula las deudas- no llega ya a los cien millones. En concreto, en el último ejercicio -a 31 de diciembre de 2017- la cuenta de los 102 consistorios fue un 22,5% mejor. El mordisco fue, esta vez, de 25,6 millones.
El informe siempre deja datos interesantes. El número de municipios que está en paz con los bancos crece hasta los 46 (de un total de 102). Nueve, de hecho, pusieron el contador a cero durante el año pasado y se suman a los 37 que se han mantenido como estaban. Marina de Cudeyo, por ejemplo, se quitó de una tacada un lastre de 929.000 euros. Casi un millón para aligerar la mochila y quedarse sin deuda. Medio Cudeyo, 628.000. Y el mismo camino -con cantidades algo menores- siguieron los municipios de Ampuero, Liérganes, Molledo, Ribamontán al Monte, Rionansa, Villacarriedo y Villaescusa.
En 59 bajó la deuda y sólo en seis ha crecido respecto al año anterior. De forma casi simbólica (un 0,8% en Camargo) o con casos llamativos si uno repasa las tablas. En Guriezo -con 2.358 habitantes- destaca su paso de cero a finales de 2016 a una suma de 500.000 euros al año siguiente. Porcentualmente, la mayor subida. Su alcalde, Narciso Ibarra, explica que en el último presupuesto estaba incluido un ingreso de 259.000 euros referente a un plan parcial que se concretó unos meses después de que se cerrara el año. Es decir, un retraso en un cobro previsto. Además, explica que solicitaron un crédito de 500.000 euros a diez años para el pabellón (asegura que les negaron una subvención). «Te incluye el total, aunque lo pagues año por año. Pero no tenemos ningún problema. Es como el que tiene un crédito para pagar una casa y va pagando sin problema cuando le toca. Lo importante es cumplir año por año con las cuentas y lo estamos haciendo. Y ese es el objetivo para el año próximo».
En Cantabria hay 46 municipios que estaban a cero en cuanto a la deuda a finales de 2017
LAS CLAVES
En Reinosa
La otra subida llamativa es la que se registró en Reinosa. Pasó de 885.000 a 1.586.000 euros. Por encima del 44%. Desde el Ayuntamiento indican que en la cantidad de este año «están incluidos la deuda tanto del Ayuntamiento como de los entes dependientes del mismo; es decir, Emuprosa (una empresa municipal) y la Residencia San Francisco». La primera solicitó un crédito «para construir once viviendas de protección oficial», mientras que la segunda hizo lo mismo para «la ejecución de la obra de ampliación de la Residencia San Francisco II». En el Consistorio van más allá y dicen que la deuda de 2016 sí que fue efectivamente de 885.000 euros. «El incremento del 44% al que se alude es erróneo porque en un caso se toma solamente la deuda del Ayuntamiento (año 2016) y en el otro, la deuda de las tres entidades de forma conjunta». Señalan, de hecho, que «el Ayuntamiento redujo su deuda en medio millón de euros» en este periodo, algo que califican como «histórico».
Luena, Ramales de la Victoria y Valderredible completan el grupo de los municipios que, según los datos del Ministerio, ampliaron su deuda en el último año. Fueron subidas moderadas que en ningún caso superaron el 20%.
Tanto Santander como Torrelavega llevan años reduciendo sus niveles de endeudamiento
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En el lado opuesto de la tabla, ayuntamientos como Herrerías (de 103.000 a 17.000) o Campoo de Enmedio (de 351.000 a 67.000 euros) redujeron sus cuentas pendientes con los bancos en más de un 80%. Junto a los que se pusieron a cero en este ejercicio, las mejores notas de entre esos 59 de la lista que se quitaron lastre en sus números.
Torrelavega y Santander
Por dimensión -y por volumen- Torrelavega y Santander merecen un análisis específico. Las dos grandes ciudades redujeron deuda. Cantidades, además, importantes, con un papel decisivo en la suma total de los municipios cántabros.
«Ahorro en gastos financieros por el menor pago de intereses con operaciones de préstamo contratadas en épocas con tipos de interés más altos y preparar una situación financiera saneada que permita acometer inversiones de futuro (Soterramiento, Palacio Municipal, Mercado Nacional de Ganados) sin que se tengan que poner en riesgo las actuaciones normales de inversiones anuales por estas obras de mayor calado». Así explica Pedro Pérez Noriega, concejal de Economía y Hacienda en Torrelavega, los objetivos que se plantean con una política que este año ha supuesto una rebaja de casi un 62%. De las mayores. «Podremos financiar las obras importantes con cuotas de amortización que se puedan compaginar con no bajar el ritmo anual de inversión que garantice unos buenos servicios y un buen mantenimiento y actualización del espacio público. Desde diciembre del año 2014 -recalca- hemos reducido la deuda de 12.500.000 euros a 'cero' en diciembre de 2017» (según Hacienda es algo más de un millón).
En 59 se quitaron lastre de sus balances y sólo en 6 el resultado fue peor que el del año anterior
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También Ana González Pescador, la responsable de Economía, Hacienda y Empleo en Santander, tira de balances. «Lo importante es que la deuda se ha reducido a la mitad en once años». La tendencia. Ella aclara que los números que hacen públicos desde el Consistorio sobre lo que se debe no coinciden con los del Ministerio. Pero no hay error. Ellos incluyen algunos parámetros más que meten en el balance. En este ejercicio, la capital -según el informe- bajó de 69.471.000 a 53.225.000 euros. «La idea es seguir reduciendo pero buscando el equilibrio para no dejar de invertir y atender los servicios. La deuda es menos de la mitad de los ingresos corrientes y eso refleja una extraordinaria situación financiera que hay que cuidar».
Con un año electoral a la vista, la modificación de la regla del techo de gasto puede variarlo todo
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¿Y qué opinan respecto a los cambios que se plantean para suavizar la regla de gasto, para que el superávit se pueda gastar sin las restricciones de las inversiones financieramente sostenibles? González Pescador cree que la política que implantó el PP para controlar el déficit ha funcionado. Y que «hay que ser muy prudente» a la hora de plantear cambios que puedan romper «el equilibrio entre saneamiento y políticas de inversiones y servicios». Pérez Noriega denuncia que siguen «sin tener plena libertad para decidir en qué gastar». Cree que, a la hora de poner límites, debe contemplarse «el nivel de endeudamiento». «Limitar el techo de gasto o exigir estabilidad sin tener en cuenta si se esta o no dentro del nivel de endeudamiento exigido no tiene sentido».
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