El camino de los jesuitas para hacer santo al padre Manuel García Nieto
Fernando Laiglesia Higuera coge el testigo como vicepostulador de la causa para impulsar la figura del venerable espiritual de Comillas
Con la perseverancia de dar nuevos pasos en la causa del padre Manuel García Nieto para su canonización, el religioso cántabro Fernando Laiglesia Higuera ... fue nombrado como vicepostulador a principio de este año para trabajar y avanzar en el impulso y difusión de la figura del venerable salmantino y que desarrolló su labor con Dios íntegramente en el seminario de Comillas. «Es una tarea, la que afronto a partir de ahora, fundamental a la hora de difundir la virtud de este padre que pasó su vida apostólica en Comillas», apunta el jesuita.
Laiglesia Higuera quiere reconocer el «ingente» desempeño realizado anteriormente por los padres Nava y Postigo que ha permitido reunir testimonios y favores que «han iluminado la santidad del jesuita, maestro espiritual de cientos de sacerdotes». Para ello, ha retomado la publicación de un boletín cuatrimestral que «aviva la causa del padre Nieto» y en la que se recoge la memoria de quienes recibieron sus «sabias y prácticas orientaciones», como es el caso del arzobispo emérito de Zaragoza y exobispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora; Primitivo de Miguel SJ y el sacerdote José Luis López Suárez.
Aunque su nacimiento en la localidad salmantina de Macotera, el 5 de abril de 1894, se produjo a más de 300 kilómetros de Cantabria, Manuel García Nieto creció y desarrolló su labor de formador en el seminario jesuita de Comillas. En 1926 ingresó en la Compañía de Jesús, después de formarse en la Diócesis de Salamanca, y fue destinado a la sede cántabra, donde ejerció toda su carrera -a excepción de una interrupción durante la Guerra Civil- hasta su muerte, el 13 de abril de 1974.
La figura que encarna Fernando Laiglesia Higuera como vicepostulador es la de la persona encargada de apoyar al postulador en el proceso de canonización, para ello investiga la vida y obra del candidato, recopila información y gestiona las solicitudes de reliquia. «Yo le conocí y tuve la suerte de que me acompañara en mi proceso de educación jesuística. En Comillas era conocido como el padre de los padres porque favoreció, trabajó, luchó por los pobres y vino a acompañar muchas veces a casas de gente sencilla y humilde», recuerda. Para Laiglesia Higuera, su dirección espiritual ha supuesto uno de los grandes dones o gracias «que Dios me ha concedido en mi vida». Un pensamiento que ha compartido en muchos foros y en distintos momentos de su vida. Asimismo, le infunde el deseo de ser mejor sacerdote y jesuita, y de hacer de Jesucristo el centro de su vida y misión, como así lo vivió su maestro.
En el año 2019, el Papa Francisco promulgó las virtudes heroicas del siervo de Dios y le concedió el título de venerable al padre Manuel García Nieto. Una designación que reconoce a una persona fallecida que vivió y practicó las virtudes cristianas en grado heroico. Aunque el camino para la canonización no es sencillo, el siguiente paso tendría que ser nombrado beato, si se consigue probar la existencia de un milagro debido a su intervención; y solamente se declarará santo cuando se le atribuya un segundo milagro.
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