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La cántabra Lidia Díaz, junto a su familia. DM
Una cántabra en Lombardía: «La situación en Italia está fuera de control, los hospitales están colapsados»

Una cántabra en Lombardía: «La situación en Italia está fuera de control, los hospitales están colapsados»

Lidia Díaz, embarazada de cuatro meses, se planteó regresar a casa, pero los vuelos de Bérgamo y Milán no le parecieron seguros. Ahora, ya no puede salir de Lombardía

Ana del Castillo

Santander

Martes, 10 de marzo 2020, 08:16

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«Me planteé regresar a Cantabria pero no quería meterme en el avión porque despegan de Bérgamo (Milán) y Bolonia, dos de los focos de mayor contagio. Y ahora, aunque quisiera ir, ya no dejan salir a nadie». La ingeniera cántabra Lidia Díaz Monzón vive en Italia desde hace 16 años, tiene dos hijos y está embarazada de cuatro meses «en uno de los peores momentos», cuenta. Y en una de las peores zonas de contagio: Lombardía. La región está cerrada desde el pasado sábado para contener el coronavirus y las autoridades advierten de que solo se puede entrar y salir por «graves motivos no aplazables». Así que aunque se planteara de nuevo regresar a casa no podría, «y además en Santander tendría que ponerme en cuarentena», razona.

Sus hijos no van al colegio desde hace dos semanas -las clases están cerradas hasta el 3 de abril-; su marido, profesor en la Universidad de Módena, no puede impartir clases; y ella, que trabaja en la multinacional Sacmi, en Verona, no acude a su puesto de trabajo desde hace 15 días por recomendación médica. «Aquí mucha gente trabaja con 'smart working' (desde casa con equipos remotos), es la única forma de que no cierren las empresas y evitar el desastre total», explica Díaz. Hasta el sábado había tenido una vida social con limitaciones y aún acudía con sus pequeños, de 6 y 9 años, al parque, pero ahora la situación es bien distinta: «El 60% de la población va con mascarilla y guantes, los hospitales están colapsados y los médicos comienzan a hacer cribas con los enfermos. A mi vecino, que estaba en lista para operarse del riñón, le han dicho que no pueden intervenirle. Solo tratan casos del Covid-19, ahora es la prioridad».

La cántabra, que permanece atenta desde casa a todas las novedades de la pandemia, no da crédito a las imágenes de las manifestaciones en toda España por el Día de la Mujer. «Me sorprende que con 600 contagios se permitan concentraciones multitudinarias, aquí con solo 50 casos ya cancelaron los carnavales de Venecia», señala. ¿La situación en Italia es tan dramática como parece? Su respuesta no puede ser más clara y contundente. «Sí. La situación ahora mismo está fuera de control y cada vez es peor, la gente está muy asustada».

Lo que aún no ha palpado es un desabastecimiento preocupante en los supermercados porque, según cuenta, los camiones pueden seguir trabajando y descargando alimentos. «Lo que sí he notado es que ya no nos estrechamos la mano para saludarnos y guardamos una distancia prudencial los unos de los otros», explica.

El coronavirus, visto por los niños

Como todo escolar, al menos la mayoría, los hijos de Lidia, también cántabros, recibieron la noticia del cierre de su colegio, en Mantua, con alegría, pero el hecho de no poder ir al parque con más frecuencia «les fastidia un poco». Tampoco les hizo gracia la cancelación del viaje planeado a Santander para ver a la familia, «ayer teníamos el vuelo de vuelta». Pero, en general, no perciben el peligro. Incluso parece que han sacado algo positivo del coronavirus: «Han aprendido a lavarse bien las manos y lo hacen en cuanto entran en casa».

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