Cantabria habilita dos nuevos centros para acoger a menores extranjeros
Cantabria ·
El Gobierno responde al aumento de casos que se están registrando en la región y a la petición de solidaridad de las comunidades del sur, que se ven «saturadas»El Gobierno de Cantabria ha habilitado dos nuevos centros de acogida para menores extranjeros no acompañados (MENA), por lo que la región cuenta ya ... con cinco espacios destinados a responder a las necesidades básicas de estos jóvenes, pero también a ofrecerles una formación acorde a su edad y a trabajar en su integración social. Su localización no se ubica por «motivos de privacidad». Así, el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass) ha tenido que ampliar las plazas que existían a comienzos de año pues la realidad se ha impuesto a las previsiones y la demanda ha sido muy superior a la esperada. Especialmente en los últimos meses, en los que se duplicado el número de casos.
Frente a los 90 menores extranjeros tutelados en estos momentos por el Icass, el pasado 1 de agosto había en la comunidad autónoma 44. Era el máximo de la capacidad de absorción que tenía entonces Cantabria. Ya antes del comienzo de la crisis se alcanzaron niveles similares, pero en la última década las cifras habían caído en picado. En 2015 eran 20, según los datos de la Memoria Fiscal de Cantabria. Entonces, el organismo constataba el «llamativo descenso de la presencia de estos menores» y lo achacaba, «sin duda, a la pérdida del efecto llamada, derivada de la crisis económica». En 2016 eran aún menos, tan sólo 15.
El pico en las estadísticas de los MENA que ha experimentado Cantabria se explica por algunas causas internas, como los muchos intentos de salto de la valla del puerto de Santander por parte de menores. La prueba es que ahora la nacionalidad albanesa es, junto con la marroquí, la más abundante entre esos menores. Cuando son detenidos por la Policía Nacional o la Guardia Civil y se comprueba que aún no han cumplido 18 años, el Icass asume su tutela y son enviados a este tipo de centros.
Muchos han llegado tras ser interceptados cuanto trataban de saltar la valla del puerto de Santander
Pero el factor más importante tiene que ver con las mismas dinámicas migratorias que se están observando en el resto del país y que afectan, especialmente, a las comunidades del sur. Concretamente a Andalucía (5.621 menores acogidos) y Melilla (1.090). Allí reconocen que están «saturados» por la llegada de personas desde el norte de África, por eso el Estado pidió hace tres meses colaboración al resto de regiones para abordar al desafío de la inmigración «de manera conjunta». Es decir, recibiendo en sus centros a parte de estos chicos. Porque las mujeres son clara minoría.
Plan de acogida
Este verano, la vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos, ya confirmaba que Cantabria tenía «un plan de acogida a personas. Tenemos capacidad para poder acoger en función de las decisiones que en acuerdo con el Ministerio se vayan tomando» y subrayaba que «nuestro país ha demostrado siempre ser un país solidario; hay que buscar las medidas adecuadas para poder atenderles».
La mayoría son varones marroquíes o albaneses. Algunos quieren establecerse y otros están «de paso»
Para sufragar los gastos adicionales que esto supone el Estado ha enviado a la región 580.000 euros, que se sumarán a las partidas propias. Según el proyecto de Presupuestos de 2019, se han reservado 4,3 millones de euros (+63,4%) para estancias concertadas, tanto de MENA como de menores autóctonos. Julio García, de la Asociación Nueva Vida, que durante siete años ha trabajado con jóvenes como estos en Santander, reconoce que un aumento de plazas se traduce, necesariamente, en más recursos, pero también que «ninguna sociedad puede dar la espalda a una causa como esta, y menos siendo menores».
Eso sí, el Icass no confirma si alguno de los 90 jóvenes acogidos en la actualidad forma parte de esa 'cuota solidaria' con la que se comprometió Cantabria. Tampoco si los cinco centros actuales, gestionados por la Fundación Diagrama, serán suficientes o si se abrirá alguno nuevo en las próximas fechas. El Gobierno autonómico sí señala que está «cumpliendo con la cobertura de atención que necesitan estos menores» y que «jamás se ha dejado a ningún menor en el desamparo». Además, añade que se han conseguido altas cotas de calidad en el servicio y no existen problemas de convivencia, ni entre ellos ni con el resto de la sociedad.
«Va a más»
«Los temas migratorios que estamos viendo también afectan a los menores y también a los menores no acompañados que llegan a Cantabria», explicaba recientemente la fiscal superior de Cantabria, Pilar Jiménez, durante su comparecencia en el Parlamento autonómico. La máxima responsable del Ministerio Fiscal suma, además del contexto nacional y de los episodios del puerto de Santander, que muchos MENA que buscaban amparo en Vizcaya se encontraron con que los centros también estaban saturados y vinieron a Cantabria.
En opinión de Jiménez, aquí «se está intentando dar respuesta y se está haciendo un esfuerzo» al respecto, y señala que muchos de los menores han manifestado su intención de regularizar su situación cuando lleguen a la mayoría de edad, pero también muchos otros tienen claro que están aquí «de paso». Además, vaticina que habrá que acostumbrarse a las cifras actuales de MENA porque «va a comenzar a convertirse en un problema estructural, no puntual», como en los años anteriores.
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