Hosteleros y fumadores cántabros muestran su rechazo a la prohibición en las terrazas
El anteproyecto aprobado por el Consejo de Ministros restringe el tabaco en espacios exteriores y equipara el cigarrillo con el vapeador
El avance de la nueva ley antitabaco no ha sentado nada bien a hosteleros y fumadores en Cantabria. El anteproyecto aprobado el martes por el Consejo de Ministros ... acorrala al tabaco en los espacios exteriores, puesto que se prohíbe encender un cigarro o fumar un vapeador en terrazas de bares, parques infantiles y paradas de autobús. Otra de las novedades que acarreará la norma -de aprobarse en los próximos meses- es la imposición de las mismas restricciones al cigarrillo electrónico, tanto con nicotina como sin ella.
En la cafetería La Sede de Celia, en Santander, muestran su rechazo a esta decisión. «Estamos en contra totalmente», afirma su propietaria, Celia Martín. «Las terrazas son un sitio de ocio, en los que la gente viene a desconectar. ¿Le vas a estar diciendo a la gente que se levante y se aleje para fumar?», cuestiona. Explica que, además, muchos establecimientos han realizado inversiones para acondicionar las terrazas. «Nosotros -los hosteleros- somos los únicos que vamos a acabar perdiendo; si les dices a tus clientes que no pueden fumar en la terraza, acabarán por no venir y buscar otras alternativas», afirma. A su vez, Martín entiende que las prohibiciones se lleven a otros espacios más específicos: «En los sitios donde haya niños o personas mayores, como pueden ser los parques o las marquesinas de autobuses, hay que protegerlos».
«Estamos totalmente en contra, los hosteleros somos los que vamos a perder con esta medida»
Celia Martín
Propietaria de la cafetería La Sede de Celia
«En una terraza estamos al aire libre, el que no quiera sentir el humo que se siente en otra mesa»
Miguel Ángel Hernández
Fumador habitual
«Ya no es el trabajo que hacemos, sino que tenemos que hacer de policías en la calle como pasó en la pandemia»
María Ruiz
Gerente del bar&lunch Tribeca
El descontento se expande entre el colectivo de los fumadores, que ve como fumar al aire libre se va a convertir en una tarea complicada. A los marcos mencionados anteriormente, hay que sumarles conciertos y exteriores de campus universitarios, centros educativos e instalaciones deportivas. En estos últimos, se vetará encender un cigarro o fumar en vapeador en un perímetro de 15 metros alrededor de estos lugares.
Ante estas limitaciones, fumadores habituales como Miguel Ángel Hernández se sienten perseguidos. «En una terraza estamos al aire libre, el que no quiera sentir el humo, que se ponga en otra mesa. Ya bastante nos están prohibiendo en muchos sitios para no poder estar tranquilamente en una terraza en España. Estamos en España, no en Noruega», recalca. Hernández va más allá y cree que es «difícil» que propietarios o trabajadores de los bares puedan contener a los fumadores: «La gente va a seguir fumando, esto puede ser que derive en problemas con los dueños, porque si la Policía se pone estricta, les van a multar a ellos».
Recuerdos de la pandemia
La sensación que tienen los hosteleros es que tendrán que «hacer de policías» en las terrazas. «Va a ser como nos pasó en la pandemia, con todo el tema de controlar, ya que tampoco se podía fumar y había que vigilar el número de personas por mesa. No es solamente el trabajo que hacemos, sino que tenemos que hacer un poco como de policías controlando en la calle», confiesa María Ruiz, gerente en el bar& lunch Tribeca de Santander. «Si consideran que el tabaco es algo tan perjudicial, que lo prohíban. Lo que no puede ser es que sea un producto de venta legal en varios establecimientos y que tenga yo que prohibir fumar a una persona que está en la calle, porque es la calle, no es una propiedad privada».
En campus universitarios, centros educativos e instalaciones deportivas será necesario alejarse 15 metros para fumar
El enfado en el sector es «importante» porque muchas medidas van «en contra» de la hostelería. «En la vía pública tiene que haber un control. Yo soy fumadora y soy la primera que aplico el sentido común para no molestar a nadie. Pero no hay que olvidar que estamos hablando de que la hostelería en España es un motor económico», recuerda Ruiz.
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