Una infraestructura básica para el avance de las renovables

Su peculiaridad reside en que también puede bombear agua del embalse inferior al superior, de modo que, cuando hay picos de generación de energía renovable, el complejo consume electricidad procedente de fuentes verdes (eólica o fotovoltaica, que si no se consume en el momento se pierde), para subir el agua de Alsa a Mediajo. Y cuando las renovables no dan abasto para satisfacer la demanda, se abren las compuertas y la gravedad hace girar las turbinas, generando nueva energía. Es decir, hace de almacén.

La planta, que cuenta actualmente con una potencia de 360 megavatios, y capacidad para abastecer a más de 200.000 hogares, podrá multiplicar por cuatro su potencia cuando Repsol, la compañía a la que pertenece, ejecute su proyecto de ampliación, un plan que contempla una inversión de 800 millones de euros y que convertirá el complejo en el segundo más potente del país, capaz de producir 1.360MW.