Marta Puentes: «Se perdía dinero hasta que tuvimos el 75% y se pudo comer»
FIN DE LAS RESTRICCIONES ·
La subgerente de Ocine (Bahía Real) reconoce que «han llegado películas potentes que la gente quería ver y se quedaban fuera. Entre grupos habrá todavía asientos vacíos, pero ya es otra cosa»Aunque la norma elaborada por la Dirección General de Salud Pública indica que los cines –al igual que teatros u otro tipo de eventos y ... recintos culturales– pueden recuperar el aforo del 100%, lo cierto es que todavía no se verán las salas repletas como ocurría antes de la pandemia. Para conseguir que se mantenga la distancia interpersonal entre los espectadores, entre los grupos tendrá que haber asientos libres. También en Ocine (las pantallas de Bahía Real, el nuevo centro comercial de Camargo) a pesar de que, antes de la irrupción del covid y pensando no en el aspecto sanitario, sino en la comodidad y el confort, ya se diseñó el espacio de butacas con una separación de 1,9 metros entre cabeza y cabeza, por encima de lo habitual.
«Pasar del 75% de aforo al 100% desde este jueves no es una gran diferencia. Sí fue muy importante el paso que nos permitieron dar a finales de agosto: alcanzar ese 75% y poder comer. Estar al 50% y prohibir las palomitas fue la gran faena», apunta Marta Puentes, subgerente de las instalaciones, que señala que hasta entonces muchos cines de España estaban asumiendo pérdidas por abrir. Recuerda que en algunos momentos en los que han llegado estrenos «muy potentes» parte del público se ha tenido que quedar fuera y que, «aunque todavía habrá también algunas butacas vacías, ya será otra cosa».
Como hasta ahora, los acomodadores seguirán entrando de forma periódica a las salas con el mayor sigilo posible para comprobar que todo el mundo que no está consumiendo tiene puesto el cubrebocas, como exige la Consejería de Sanidad en esta nueva etapa:«Hay gente que se escaquea y que se sube la mascarilla sólo cuando te ve, pero en general se cumple con la medida. Tenemos cines en otras comunidades y hemos comprobado que la concienciación en Cantabria es mayor».
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