Cantabria reestrena otra normalidad
FIN DE LAS RESTRICCIONES ·
Mascarillas, distancias y el reiterado mensaje de prudencia marcan el camino de salida tras veinte largos meses de pandemia, cinco olas, casi 50.000 positivos y 616 muertes por covidCuando las malas noticias dan paso a las buenas, lo normal es que impere la sensación de alivio y resucite la ilusión perdida. En el ... caso de la pandemia, que estaría precisamente en ese cambio de ciclo, puede que los amagos frustrados que han quedado por el camino en estos largos veinte meses hayan restado emoción al hito. Cantabria reestrena hoy lo más parecido a la normalidad poscovid. Esa en la que la mascarilla será parte de la rutina de todos en mayor o menor grado, como triste recordatorio de la presencia de un enemigo invisible que hizo saltar todo por los aires hace casi dos años y que «sigue aquí», aunque ahora su propagación esté en niveles mínimos –ayer la tasa de incidencia a 14 días se situó en 51 casos por cada 100.000 habitantes–.
El problema es que ya hay comunidades autónomas que fueron por delante en la desescalada, como el País Vasco y Cataluña, que empiezan a notar un repunte de contagios. Un efecto retroceso tan esperado –ha ocurrido cada vez que las barreras de contención se han flexibilizado– como temido (nadie esperaba el alcance de la ola del verano). Otra razón más para que el mensaje de prudencia, en el que insistió el martes el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, y al que apela el colectivo sanitario en general, esté más presente que nunca. «No se puede bajar la guardia completamente», coinciden.
Para unos, este primer día sin restricciones de aforos ni límites horarios en ninguno de los ámbitos que durante mucho tiempo funcionaron a medias, pasará casi inadvertido. Apenas se notará cuando se acuda al supermercado, se coja un autobús o un taxi, se tome una caña en el bar o un café en una terraza al acabar la jornada laboral, o se dé un paseo contemplando la bahía de Santander –escenas cotidianas que también dejaron de serlo en las épocas más críticas de la pandemia–. Ha habido muchos pequeños avances a lo largo de este tiempo que han permitido ir ganando terreno comido por el covid, siempre en función de las curvas de contagios. Los últimos, por poner algunos ejemplos, fueron la utilización de las barras en la hostelería, la reapertura de las discotecas, el regreso de los congresos presenciales o la vuelta a la oficina para quienes durante meses tuvieron que recurrir al teletrabajo.
Para otros, en cambio, el de hoy será el primer día de un futuro más luminoso. La oportunidad de recuperar parte de lo que el coronavirus truncó con sus cinco embestidas consecutivas, que se han saldado con casi 50.000 infectados. En definitiva, un paso más en ese camino de salida de un agujero de incertidumbre, con el consiguiente impacto económico y laboral, donde ha sido clave la campaña de vacunación: el 91% de la población mayor de 12 años ya está inmunizada.
El comercio, la hostelería, el mundo de la cultura y del deporte, que son los que concentraban estas últimas restricciones, celebran que se supriman. Y en los patios de los colegios, el recreo de hoy será mucho más emocionante. Será la primera vez que algunos niños puedan jugar con los amigos de otra clase, después de un curso entero y lo que va de este con parcelas limitadas por grupos burbuja. Esta será la novedad más destacable del protocolo educativo. Tampoco afectará a los que se aplican en los hospitales, donde se mantendrá la restricción de visitas, más teniendo en cuenta que comienzan los meses en los que las infecciones respiratorias se convierten en las grandes protagonistas en las consultas médicas y son la causa número uno del aumento de la presión hospitalaria, con la gripe a la cabeza.
Las cautelas que acompañan a este momento se pusieron de manifiesto en la comparecencia del martes del consejero, junto al director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, para confirmar la entrada en el nivel de 'riesgo controlado' (la normalidad es otra cosa, como se desprendió de sus palabras). Lejos de lanzar las campanas al vuelo por la situación epidemiológica en Cantabria, fue una rueda de prensa de trámite, en la que se tuvo un recuerdo para las 616 personas que han perdido la vida por las complicaciones del covid y se lanzó una llamada «a la responsabilidad individual», con la petición expresa de reducir los contactos sociales innecesarios y cuidar las medidas preventivas, con la mascarilla y la distancia de metro y medio como elementos básicos.
De hecho, aunque la resolución de Sanidad que entró en vigor la pasada medianoche elimina los porcentajes de aforos permitidos, esa necesidad de guardar la distancia de seguridad seguirá mandando en todas las actividades desarrolladas en interior, donde la mascarilla es obligatoria. En el ámbito laboral habrá reuniones con más gente, pero sentados a metro y medio; en el cultural continuará habiendo butacas de separación en eventos con asientos fijos, como el cine o los conciertos con gradas, y en el deportivo, los gimnasios podrán ofertar todas sus clases al completo, con mascarilla (salvo en la piscina) y garantizando la distancia.
La propagación del virus aumenta en seis comunidades
Los últimos informes de Sanidad ya no dejan lugar a dudas: el retroceso de la quinta ola no solo ha tocado suelo, sino que buena parte de España ya está en riesgo de sufrir repuntes. Las estadísticas del Instituto de Salud Carlos II revelan que la pandemia está al borde de la expansión, ya que el denominado número de reproducción básico instantáneo (Rt) se sitúa ya en 0,95, muy cerca del 1 que marca el listón en el que se considera que una pandemia está en fase de «ensanchamiento». Se trata de Asturias (1,29), País Vasco (1,1), Castilla y León (1,09), Navarra (1,04), Murcia (1,01) y la Comunidad Valenciana (1). Otras seis rozan ya ese listón. Son Andalucía (0,98), La Rioja (0,98), Extremadura (0,97), Madrid (0,94), Canarias (0,91) y Castilla-La Mancha (0,9).
El nuevo escenario
-Comercio. Desaparecen los aforos limitados que había hasta ahora en los establecimientos y podrán entrar en las tiendas el número máximo habitual de clientes, siempre que se guarde la distancia de seguridad de metro y medio. Como en todos los espacios interiores, la mascarilla no deja de ser de uso obligatorio.
-Educación. Los cambios no afectan a los protocolos que se aplican dentro del aula, pero sí a los recreos. En Infantil y Primaria, los niños podrán jugar con compañeros del mismo curso aunque sean de otra clase. Los balones volverán a correr porque ya se permite el deporte colectivo en el tiempo libre. Se acaba el control de temperatura, pero no las mascarillas.
-Deporte. No habrá límites en las clases de los gimnasios más allá de la que indique la capacidad de cada centro y el mantenimiento de la distancia social. Una de las novedades es que se recuperan las actividades deportivas de contacto físico.
-Hostelería. Parte de la normalidad se recuperó ya con la apertura de las barras y la ampliación de horarios. Desde hoy, también se elimina la restricción de aforos en los interiores y las limitaciones de comensales en las mesas.
-Ocio nocturno. Con la nueva resolución podrán abrir en el horario establecido en sus licencias, no hasta las tres de la madrugada como ocurría hasta ahora con los pubs. Las discotecas podrán volver a a hacer uso de las pistas de baile.
-Sanidad. En los hospitales apenas habrá cambios porque se mantienen las visitas restringidas y la limitación de un acompañante por paciente. En los centros de salud se mantiene el plan de retorno progresivo.
-Cultura. Desaparecen los aforos en cines, teatros y eventos culturales, aunque los espectadores tendrán que seguir manteniendo la distancia entre asientos, por lo que habrá que dejar algunas butacas vacías.
uTransporte público. El 100% de los asientos estarán disponibles en trenes o autobuses, donde todos los usuarios deben ir con mascarillas.
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