Muere un hombre de 59 años cuando talaba un árbol en Quijas
El fallecido estaba casado y tenía dos hijos. Trabajaba en Talleres Cobo Hermanos S.L, en Guarnizo, y era un gran aficionado a los bolos en la peña de Casar de Periedo
Santos González, de 59 años, se encontraba junto a un amigo y a su hermano talando un árbol en una finca privada en el Barrio ... Alto (Quijas), cuando el tronco cayó y se produjo el accidente. «La gente está que no se lo cree. Es un hombre que ha vivido toda la vida aquí, que ha hecho eso miles de veces y nunca había pasado nada. Es mucha mala suerte», contó una vecina, que lo conocía bien pero que prefiere el anonimato.
La llamada de aviso al Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria entró pasadas las once de la mañana y hasta la zona del suceso se movilizó a bomberos de Torrelavega, Guardia Civil, Policía Local de Reocín y sanitarios del 061, que únicamente pudieron confirmar el fallecimiento de la víctima. El incidente ocurrió en una finca privada, donde los hermanos estaban limpiando la maleza y talando el árbol. Tras la llegada de la Guardia Civil, que inició las pesquisas, a la una menos diez se procedió al levantamiento del cadáver.
Santos González trabajaba en los Talleres Cobo Hermanos S. L., en Guarnizo. Casado y con dos hijos de 23 y 20 años, su mujer trabaja en Solvay. El fatídico suceso, según cuentan los vecinos de Quijas, ha sido «por la mala suerte». «Nos han dicho que los dos hermanos estaban talando el árbol cuando han tenido un problema con la motosierra. Entonces han ido a pedir ayuda y cuando han vuelto, al parecer, ese árbol ha caído sobre otro, se ha girado y se le ha caído encima a él», revela otra persona que se confiesa en shock tras conocer lo ocurrido en la mañana de este miércoles.
Instructor de niños
González era muy querido en Quijas, donde residía con su familia, pero también en Casar de Periedo, donde siempre tuvo una importante ligazón fruto de su afición a los bolos. Jugó durante muchos años en la peña bolística del pueblo y allí todavía están digiriendo el golpe emocional. «Era una bellísima persona, lo vamos a echar mucho de menos porque se va un gran compañero, un gran aficionado a los bolos, pero también se va un gran amigo que hizo mucho por la promoción de este deporte, sobre todo entre los más pequeños», cuenta Carlos Martínez, presidente en funciones de la peña bolística de Casar de Periedo.
Cuentan los vecinos que el árbol cayó sobre otro, se giró y le sorprendió por el cambio de dirección
Durante años el fallecido se había responsabilizado de la escuela y eso le llevó a tener lazos estrechos con muchos niños y también con sus familias. «Siempre fue uno más de aquí. Siempre estaba cuando se le necesitaba y apoyaba cuando había eventos y competiciones. Era un gran amante de este deporte y se notó porque siempre estuvo ayudando», confesó Martínez, que este miércoles se quedó todo el día en casa, «porque no tenía fuerzas para salir a la calle desde que me enteré de lo sucedido».
Muy buen amigo era también Enrique Gómez, compañero de la peña bolística e íntimo de la familia.«Estoy que no sé qué puedo decir. Ayer estuve con él hasta las diez de la noche. Era como un hermano. Él ha visto crecer a mis hijos, yo a los suyos. Nos hemos ido juntos de vacaciones... La amistad que tenemos es enorme desde hace más de 25 años. No sé cómo lo vamos a superar».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónAún no hay comentarios