La ola de calor elevó las temperaturas hasta siete grados por encima de la media histórica
Las comarcas de Valderredible, valle de Buelna, Liébana y Campoo pulverizan los registros máximos de todos los agostos
España se ha abrasado durante dieciséis días seguidos hasta que este pasado martes la tercera ola de calor más larga desde que hay registros decidió ... dar un respiro. Cantabria tampoco se ha librado de los rigores del verano. Las altísimas temperaturas se han cebado con los municipios del sur y del centro –especialmente, Valderredible y la comarca de Campoo–, mientras que con el resto han sido más benévolas. Eso sí, el bochorno llegó incluso hasta las playas el pasado viernes, el día más caluroso en lo que va de año, con el mercurio de los termómetros rozando los 40º en la franja costera. Pasado el sofoco y bajo los efectos de una borrasca cuya cola está rozando la comunidad hacia el este de la península –hoy está activado el aviso amarillo por lluvias en el litoral–, es el momento de hacer balance. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha detectado anomalías térmicas: hasta siete grados por encima de la media habitual de todos los agostos.
Además, las máximas de cuatro comarcas –Valderredible, Campoo, Liébana y el valle de Buelna– han establecido un nuevo récord y la localidad de Terán de Cabuérniga volvió a marcar los 43,5º de hace tres años, que sigue siendo el registro más alto en la historia de la región.
A dos velocidades
Se podría decir sin temor a equívoco que Cantabria ha recibido el calor a dos velocidades. La zona sur, la denominada Cantabria del Ebro, ha estado prácticamente dos semanas con temperaturas rozando los 40º, mientras que en el litoral sólo ha ocurrido en momentos puntuales.
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El día 10, por ejemplo, las estaciones de la Aemet en Valderredible, ubicadas en Polientes y Cubillo del Ebro, marcaron, respectivamente, 40,4º y 39,4º. Reinosa llegó a los 37,6º y en Fuente Dé, a prácticamente 1.100 metros de altitud, el mercurio llegó a los 36,4º. Las consecuencias han sido notorias. La agencia estatal estima que los valores han estado de media estos días hasta siete grados por encima de lo que es habitual. «Hubo un primer día aislado pero destacado, el 4 de agosto, en el que la temperatura subió 5,5º por encima de lo normal. Luego destacan las jornadas del 10 al 12, con registros hasta 9º superiores», explica Ángel Gómez Peláez, portavoz estos días de la delegación cántabra de la Aemet. Aunque lo más llamativo fue el pasado viernes, jornada en la que toda la comunidad estuvo en alerta roja. «Ese día las temperaturas fueron 13º mayores de lo normal», subraya.
El día más festivo del año en todo el país también fue el más caluroso en Cantabria en lo que va de 2024. La región, que hasta el momento se había librado de los rigores del calor en la zona centro y en la costa, se achicharró. El viento sur arrastró y desplazó una masa de viento marítimo y eso provocó que los termómetros estallasen. Cantabria se convirtió en un horno con una sensación de bochorno a la que no están acostumbrados sus habitantes. Tama (Cillorigo de Liébana) llegó a los 43,3º, San Felices de Buelna a los 42,9º, Ramales de la Victoria a los 42,2º y Villacarriedo a los 40,2º. Torrelavega y Santander se quedaron a las puertas de los 40 grados (39,2 y 37,3, respectivamente.
Hasta entonces había surgido el debate sobre si todos estos datos permitían técnicamente hablar de ola de calor. La Aemet así lo aseguró a través de un mensaje en sus redes sociales tras varias jornadas consecutivas con «temperaturas extremas» en numerosos puntos de la región.
Hasta cuatro comarcas diferentes pulverizaron todas las temperaturas máximas registradas hasta la fecha a estas alturas del año. Desde entonces, Liébana, Valderredible, Campoo y el valle de Buelna cuentan con nuevos récords. Tama (Cillorigo de Liébana) dejó el listón el día 15 en 43,3º, San Felices de Buelna lo puso en 42,9º esa misma jornada y, al día siguiente, Cubillo del Ebro (Valderredible) y Nestares (Campoo) hicieron lo propio al llegar, respectivamente, a los 40,2º y 38,2º.
El calor también ha provocado algunos días con noches tropicales, que son aquellas en las que las temperaturas mínimas no bajan de los 20º. Han sido varios, pero el más llamativo para la Aemet fue la madrugada del pasado sábado al domingo. Castro Urdiales marcó 21º, Santander 20º, Los Corrales 20,3º, Torrelavega 20,1º y San Vicente de la Barquera 20,6º.
La calma al sofoco llegó a Cantabria este domingo, cuando el viento cambió, el cielo se tiñó de nubes y las temperaturas comenzaron a descender impulsadas por la ligera lluvia que ha dominado la primera parte de la semana.
El país, abrasado
Sin embargo, en el resto del país la ola de calor se ha extendido hasta el lunes después de 16 extenuantes jornadas. Ese día la ciudad de Murcia marcó 45,1º. Los expertos de la Agencia Estatal de Meteorología se han puesto de acuerdo para calificarla como la tercera más larga de la serie histórica. La superan la de julio de hace tres años, con 18 días de duración, y la de junio-julio de 2015, con 26 días. «Las cinco más largas se han registrado en el siglo XXI, y cuatro de ellas, en los últimos once años», afirma la agencia pública en sus redes sociales.
«Con datos provisionales, esta ola de calor se salda con cuatro récords de días cálidos para el conjunto de España: los días 11, 12, 16 y 17 han sido los más cálidos en esas mismas fechas, al menos, desde 1950», apostilló. «En un año completo serían esperables unos cinco récords de días cálidos y otros tanto de fríos en un clima que no estuviese alterado. Hasta el 18 de agosto llevamos 18 récords de días cálidos y ningún récord de días fríos», continuó. «Es muy llamativo que los diez más calurosos en España se hayan registrado a partir de 2012, y nueve de ellos corresponden a los últimos cinco», concluyó.
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