«En pleno 2025 no podemos implantar controles fronterizos que nos devuelvan al siglo pasado»
El alto cargo advierte sobre la implantación de los nuevos sistemas de entrada y salida, útiles «para los aeropuertos, no para los puertos»
Roberto Castilla (Torrelavega, 1977) presume del arraigo con Cantabria de la compañía que dirige en España. Prudente en sus palabras, no se muerde la lengua ... al hablar del 'problemón' que se les viene encima con el 'Entry Exit System', el nuevo sistema de control fronterizo de entradas y salidas (huellas, toma de fotos, datos del pasaporte...). En abril debe estar implantado al 100%.
–¿Cómo ha ido el verano?
–Ha ido muy bien. Si comparamos con 2024 vamos a estar en cifras similares y aquel fue un año de récord, con lo cual, a falta de tres meses para acabar 2025, contamos con que va a ser muy positivo.
–Los números en 2024 fueron espectaculares. Ingresos de 516 millones, un 7% más de pasajeros y un 4% en carga. Viento en popa…
–Va muy bien y, como digo, creo que vamos a estar cerca de esas cifras, con lo que es un éxito. Los británicos ya no es que sigan viniendo, estamos hablando de que vamos a alcanzar unos 230.000 pasajeros en Santander.
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–Cuatro escalas semanales ahora mismo aquí. Todo el año a Portsmouth y de abril a noviembre a Plymouth. ¿Es correcto?
–Sí. En 2025 hemos mantenido las cuatro escalas. Plymouth con el Pont Aven y Portsmouth con el Santoña. Y, en invierno, de noviembre a abril, como hicimos el año pasado, vamos a tener una ventana semanal de Rosslare, en Irlanda.
–¿De Irlanda a Santander?
–De noviembre de 2025 a marzo de 2026, ya lo hicimos el año pasado. Los irlandeses van a poder venir a Santander durante el invierno. Nosotros pensamos en sostenibilidad y desestacionalización y es importante tener en temporada baja la oportunidad de que los irlandeses puedan venir.
–En este contexto le comento una frase que dijo en 2023: «Ahora mismo se dan las condiciones para incrementar las líneas de ferri». ¿Le toca a Santander?
–Es una decisión de la Dirección General, en Roscoff. Creo que es una buena noticia confirmar que para el 2026 ya se le ha comunicado al puerto que vamos a mantener las rotaciones y las escalas. Con ese añadido de Irlanda en invierno. El año que viene serán 48 años ya operando en Santander, nuestro principal puerto en España. Las condiciones se siguen dando, pero ampliar o no son decisiones de la Dirección General.
–Le doy ideas: Poole, St. Malo, Le Havre, Caen, Roscoff… Son puertos en los que ya operan.
–Sí. Buenas ideas. Pero, como decía, mantener en 2026 lo que teníamos creo que es una buenísima noticia.
–O Rosslare, o Cork. Se recuperó provisionalmente por unas obras en Bilbao el ferri a Irlanda y tenemos ese añadido en invierno (sale de Bilbao a Rosslare, pero hace el trayecto Rosslare-Santander en ese periodo), pero haber perdido esa ruta aquí es una espinita clavada…
–Somos conocedores y la Dirección General en Francia también. En ese momento se dieron unas circunstancias para tomar una decisión –eliminar esa ruta– que podemos decir que están, si no solucionadas al 100%, bajo control ahora mismo. El futuro dirá.
«El Pont Aven hace el desembarco en una hora y diez minutos. Pasarán a ser cuatro horas. Es inviable»
«De noviembre a marzo, los irlandeses van a poder venir a Santander en un ferri»
–Habla del problema de los polizones. ¿Cómo está?
–Sí. Fue por eso. Es un problema que está bajo control, aunque eso no quiere decir que no tengamos casos. Hemos tenido algunos intentos , pero está bajo control, a diferencia de en aquella época, en la que existía un riesgo muy alto para la integridad de nuestros buques. Aquí hay tres patas. Tenemos que agradecer a César Díaz, al presidente de la Autoridad Portuaria y a su equipo, el trabajo arduo que se hizo protegiendo el perímetro. Y la segunda y la tercera patas son el trabajo de Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía.
–El Puerto ha hecho avances en ese sentido y también un buen puñado de obras: rampas, estaciones de abastecimiento…
–Sí. Por dos motivos. Nuestro eje principal es la sostenibilidad. Por eso hemos hecho una inversión en los últimos años de más de 600 millones de euros en buques propulsados por GNL. Para ello, el puerto tenía que adaptar las infraestructuras y ha hecho un trabajo enorme para dimensionar nuestros espacios, construir la gasinera con Repsol y, así, poder suministrar a nuestros nuevos buques. Tenemos que alabar el trabajo de la Autoridad Portuaria.
–Ahora los españoles necesitamos una especie de visado especial, el 'Electronic Travel Authorization' (ETA), para ir al Reino Unido. ¿Les ha repercutido?
–No. Cuando entró en vigor hubo mucha gente que hacía preguntas sobre cómo hacerlo. Ahora todo el mundo es conocedor y, además, es fácil de obtener a través de una aplicación en unos minutos. No hemos notado que sea un problema. Además, no denegamos el embarque si no lo tienes hecho. Se informa de que lo puede hacer durante la travesía.
–Cosas de fronteras. Como el nuevo sistema de control (Entry Exit System), que ya está en el aeropuerto. Usted dijo en su día que en los puertos no era aplicable tal como estaba pensado.
–Y seguimos teniendo el mismo pensamiento. Entra en funcionamiento este 12 de octubre a nivel europeo, pero la Secretaría de Estado ha retirado al puerto de Santander y Bilbao de esta fecha porque no están preparados y por el problema que va a causar. Pero la UE ha dicho que para abril de 2026 tiene que estar al 100%.
–Es muy serio para ustedes.
–Es importante intentar explicarlo. Britanny Ferries en Santander estará este año en torno a 230.000 pasajeros y el 93%, británicos. Llevamos años explicando que este sistema se ideó para los aeropuertos, pero nadie pensó en los puertos. Hemos mandado cartas a la Secretaría de Estado de Interior, al Ministerio, a Delegación del Gobierno, a Puertos del Estado. Es un problema muy gordo.
–¿Tanto?
–Para hacerse una idea, el Pont Aven llegó esta semana con 1.700 pasajeros. El control fronterizo se hizo en una hora y diez minutos. Con las estimaciones que se han hecho, tal como está planteado el sistema, estaríamos hablando de cuatro horas. Se trata de un sistema de 2025 que tendría que agilizar los controles. Pero nos encontramos con esto. Que lo que hacíamos estos días en una hora, en abril serán cuatro.
–Eso es una barbaridad.
–El Puerto de Santander es la primera postal que ven los turistas. Si han entrado y del primero al último tardan una hora, no podemos ahora hacer que estén cuatro. La imagen que damos de España con respecto a la frontera no es la más idónea. Y operativamente nosotros no podemos mantener esos tiempos. No podemos plantear que una escala de tres horas pase a diez. En 2025 no podemos implantar unos controles fronterizos que nos lleven al siglo pasado.
–¿Qué se puede hacer?
–La solución no se va a ver hasta el primer día en abril, cuando venga el buque y vean la realidad. El 12 de octubre el aeropuerto estará preparado para el vuelo de Londres. Nadie le diría a Ryanair o Iberia que su slot de 45 minutos va a pasar ahora a cuatro horas. Le dirían que está loco. Llevamos ya varios años trabajando con la Autoridad Portuaria de Santander, que son los primeros que saben que alguien tiene que poner el foco en los puertos. Va a tener que haber alguna excepción o poner otras medidas de control, porque repito, los controles fronterizos deben ser más ágiles, más versátiles y seguros, por supuesto. Pero no podemos pasar en 2025 a un control triplicando o cuadriplicando los tiempos. También pedimos que se hubiera hecho estos años algún test. Pero no se ha hecho nada.
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