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JAVIER GANGOITI
Jueves, 31 de enero 2019, 18:04
La historia está llena de anécdotas que dieron lugar a ideas trascendentales, de chispazos y descubrimientos fruto del azar y circunstancias de lo más cotidianas. ... En ocasiones, se tiende a atribuir estas hazañas sólo a los más grandes pensadores de la humanidad, cuando en realidad están en cada comunidad de vecinos, en la parada del autobús o en cada instituto. Constantino Gutiérrez, estudiante del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) La Granja de Heras, protagonizó uno de estos episodios de ingenio cuando, un día cualquiera, se sentó en un banco frente a la ría de Tijero. «Los vertidos estaban por todas partes y había una pila de escombros muy importante», rememora, al tiempo que echa una mirada cómplice a su compañera de proyecto final, María Viscarolasaga, presente en el momento de gracia: «Queríamos desarrollar una idea ecológica que fuera cercana a la gente, llevarla a la ciudad. Por eso pensamos en 'Ciudad comestible', esto es, obtener un beneficio de la jardinería más allá de lo estético, que sea comestible: muros verdes, fachadas, azoteas o jardinería vertical».
La idea les llevó a concurrir al concurso de proyectos de Formación Profesional convocado por la Consejería de Educación y sorpresa: ayer se llevaron el primer premio en la categoría de ciclos formativos de Grado Medio. En total, concurrieron 50 iniciativas innovadoras ideadas por 88 alumnos de once centros educativos cántabros.
Gutiérrez retoma la palabra y lo cuenta con salero, como si fuera fácil, pero estaban formulando las preguntas precisas: «¿Y si desarrollamos una idea sobre abono vegetal?, ¿Y si no sé qué? ¿Y si no sé cuál?». Lo mismo que Ángela Suárez, de la Escuela Técnico Profesional (ETP) Hernán Cortés de Santander, cuyo proyecto 'Re-Contruye-Med' obtuvo el reconocimiento en la categoría de ciclos formativos de Grado Superior que agrupaba a los proyectos dirigidos al intraemprendimiento. La fuente de su inspiración también revive una situación muy común. «Hoy en día, la inmensa mayoría de nosotros vive en una urbanización o en bloques, y se dan situaciones muy similares: que si el vecino de arriba hace ruido, que si hay un problema con el de la puerta de enfrente... La respuesta más común que damos a estos episodios suele ser llamar a la policía, cuando en realidad se pueden arreglar hablando. Esa es la idea que quería transmitir con el proyecto». El trabajo de Suárez reivindica las habilidades que ayudan a fomentar la mediación personal: recoge la importancia de la empatía, la escucha activa, además de subrayar un aspecto esencial: «Tenemos que dejar el 'yo' a un lado y atender al que tenemos delante».
Ángela Suárez | Alumna del ETP Hernán Cortés
Antonio Madrazo, del IES Ricardo Bernardo de Valdecilla (Solares), obtuvo por su parte el premio al mejor proyecto en la modalidad destinada a proyectos de emprendimiento, también para alumnos de Grado Superior. Y es que su proyecto sobre sostenibilidad 'Wood Teardrop' ha servido para desarrollar un prototipo de remolque de madera, «como una tienda de campaña con ruedas que sirve para llevar la casa a cuestas y viajar de una forma mucho más respetuosa con el medio ambiente». Y todo partió de una necesidad personal, como recoge el joven, «que terminó mutando a un proyecto de empresa que puede servir a la gente que puede llegar a compartir esa intención de cuidar la naturaleza».
María Viscarolasaga | Alumna del CIFP La Granja
El consejero de Educación, Francisco Fernández Mañanes, y la directora general de FP, María Jesús Reimat, presidieron la entrega de premios a los nueve proyectos galardonados -tres por cada una de las categorías-, que se celebró en el IES Alisal de Santander.
No lo pueden negar. El esfuerzo y, muchas veces, la desesperación, han formado una parte crucial de la receta para alcanzar las sonrisas que dibujaban ayer. Sin embargo, todos coinciden en la satisfacción y los grandes momentos que han dejado el trabajo en equipo y los quebraderos de cabeza. Suárez lo tiene así de claro, y agradece su paso por el centro Hernán Cortés: «Ahí he pasado los dos mejores años de mi vida. Los profesores se han portado muy bien y estoy muy agradecida».
Antonio Madrazo | Alumno del IES Ricardo Bernardo
Madrazo, por su parte, mostró su orgullo personal por el premio y mandó un mensaje a quienes, como él, tienen en mente emprender un proyecto por su cuenta. «A veces está bien dedicarle horas de más a lo que te gusta, así que hay que creer y luchar», sostuvo. Finalmente, los autores del trabajo 'Ciudad comestible', Constantino Gutiérrez y María Viscarolasaga, subrayaron «su gran experiencia» a lo largo de todo el trabajo y la importancia de «formarse y formarse durante toda la vida, sin dejar de lado los idiomas, los viajes y perseguir los sueños».
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