Cumbre de presidentes en la UIMP
Buruaga, García-Page, Moreno y Rueda participaron en La Magdalena en el estreno de un curso sobre los 30 años del Comité de las Regiones
Cuatro líderes autonómicos, María José Sáenz de Buruaga (Cantabria), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Juanma Moreno (Andalucía) y Alfonso Rueda (Galicia), coincidieron este miércoles ... en la inauguración de un curso sobre los 30 años del Comité de las Regiones organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el Palacio de La Magdalena, donde, además de sus opiniones acerca del papel fundamental que ellos entienden que interpretan las regiones en la escena europea, también se oyeron los ecos de sus valoraciones en relación a la quita de deuda autonómica acordada por el Gobierno central. De ahí la nube de periodistas que les aguardaba a su llegada, y que de haber sido por su participación en el curso no hubiera pasado de estrato.
Como Sáenz de Buruaga y Moreno ya habían dicho el día anterior todo lo que tenían que decir sobre la condonación de la deuda –bueno, se ve que todo no, porque los dos aprovecharon su momento durante o al final del acto para reafirmarse en su postura con las mismas u otras palabras– las cámaras se dirigieron directamente al castellano-manchego García-Page y al gallego Rueda, que hablaron nada más llegar, uno, y antes de irse, el otro, sin que nadie allí se extrañara de lo que dijeron.
Sorprendido porque buscando un mejor encuadre los periodistas gráficos le pidieran que se corriera un poco a la izquierda –«qué raro, a mí siempre me dicen que me corra un poco a la derecha», respondió bromeando–, el presidente castellano-manchego defendió una decisión que a él no le parece «una trampa», como en su conjunto piensan los presidentes autonómicos del PP, sino más bien todo lo contrario. «Me parece de justicia elemental», afirmó el socialista, que entiende que de este modo el Estado compensa la falta de financiación ordinaria.
«Esto es muy sencillo», dijo. «El Estado lleva once años sin actualizar la financiación de las autonomías y el retraso ha hecho que muchas se tengan que endeudar para poder seguir manteniendo los servicios públicos». Así que «me parece casi de justicia, de justicia elemental, que el Estado, a modo de financiación indirecta, compense la falta de financiación ordinaria, al menos haciéndose cargo de parte de la deuda a la que nos ha obligado», insistió García-Page.
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Además, el díscolo socialista recordó que esta no va a ser la primera vez que el Estado acometa una absorción de deuda. «Esto se ha hecho en muchas ocasiones, empezando por la deuda bancaria en la crisis financiera, de la que nos hicimos cargo todos los españoles y que algunos jalearon», afirmó el mandatario, que pidió «quitar la hojarasca del debate, el ruido del frentismo» y aseguró que él, como presidente de su comunidad autónoma, defenderá «todo aquello que beneficie a mi tierra».
El papel «fundamental» de las regiones
Invitados todos a participar en la inauguración del curso «De la idea a la acción: los 30 años del Comité de las Regiones y la evolución de la política de cohesión», los cuatro presidentes autonómicos reivindicaron el papel «fundamental» que juegan las regiones como «puente imprescindible» entre la Europa institucional y los ciudadanos y alertaron de que se están produciendo planteamientos para una «recentralización» de competencias a favor de los estados en el marco de la negociación de los futuros presupuestos.
Interesada también en la opinión del presidente de Galicia, la prensa corrió a buscar después a Rueda, que tampoco se ocultó. «Tal y como está planteada, a Galicia no le interesa», adelantó. «Si nos dan 4.000 millones a mayores y los podemos destinar a servicios públicos sí, pero como no es así», no se plantea pedirla. A su juicio, estamos asistiendo a «un pacto en dos fases para que Pedro Sánchez siga en La Moncloa», consistente en «perdonar la deuda a la comunidad autónoma más endeudada» y, acto seguido, «pasar a un cupo singular y que los intereses los paguemos todos los demás».
Recogidas esas dos opiniones, las de García-Page y Rueda, los medios fueron a buscar entonces a Sáenz de Buruaga y a Moreno para saber si era cierto o no eso de que su decisión de no pedir la condonación de la deuda obedece a órdenes del partido, extremo que negaron los dos. La mandataria cántabra diciendo que el PP «no es una secta». Y el presidente andaluz asegurando que a él órdenes no le puede dar nadie. Nadie que no sean «los andaluces y las andaluzas», matizó Moreno.
Casares reclama a Buruaga que rectifique sobre su rechazoa la condonación de deuda
Ignacio Serrano
El delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares, exigió a la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que rectifique sobre su intención de rechazar la condonación de deuda autonómica, cuyo anteproyecto de ley fue aprobado el martes por el Consejo de Ministros. En caso contrario, añadió Casares, Buruaga «tendrá que dar explicaciones de por qué rechaza una medida que supone la quita de 809 millones de euros, más del 24% de la deuda pública de Cantabria».
Casares aseguró que «aquí no se trata, como dice la presidenta de Cantabria, de morder el anzuelo». «¿Qué quiere decir con esa expresión de morder el anzuelo, si es una medida que va a beneficiar a nuestra tierra», se preguntó. Para el delegado del Gobierno, Cantabria es una de las regiones más favorecidas de la «quita de la deuda», como ya se le llama coloquialmente a la condonación. El porcentaje cántabro está cinco puntos por encima de la media nacional, de un 19%.
También dijo que Buruaga «no ha podido elegir peor compañero» –en referencia al presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno– para anunciar su decisión de rechazar la quita de deuda. Casares pidió que se «revise la hemeroteca», ya que el Gobierno de Moreno reclamó que el Ejecutivo central le condonase 17.800 millones, «y le condona 18.700 millones, más de lo que pedía, y ahora lo rechaza».
Casares hizo referencia a las cifras de financiación que la región percibe anualmente desde el Gobierno central. «Cantabria es la comunidad que más financiación recibe y si la presidenta pide que nos traten a todos por igual, lo que está pidiendo es que se reduzca la financiación de Cantabria», añadió. Recordó el delegado del Gobierno que en 2026 se esperan 2.677 millones de euros, una subida del 8% con respecto a este año, «el mayor aumento en financiación autonómica del país». Durante el mandato de Sánchez, Cantabria ha recibido 4.502 millones más que con Rajoy, incidió Casares. «Si ya somos la comunidad de mayor financiación, vamos a hacerlo todavía más este año».
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