«15 semanas después, por fin tenemos la segunda dosis de AstraZeneca»

En esa situación se encontraba Carmen Antón, monitora, que tras meses de espera por fin ha completado su pauta contra el covid. La joven de 25 años «tenía claro que quería la segunda dosis de AstraZeneca», reconocía ayer tras abandonar el Palacio de Exposiciones de Santander -espacio habilitado para la vacunación masiva- donde a lo largo del fin de semana se han dado cita 4.300 personas.

A pesar de las «dudas» y la «desconfianza» que genera el ver que las autoridades «parece que no se coordinan», ella prefirió no «mezclar» medicamentos. «Me daba más seguridad» seguir con el mismo fármaco. Se refiere a la decisión que el Consejo Interterritorial dejó en manos de los propios vacunados menores de 60 años. Elegir entre que el segundo pinchazo fuera con el mismo medicamento o decantarse por un 'cóctel' de vacunas y recibir una dosis de Pfizer. Una libertad que a la mayoría no convenció porque «yo no tengo criterios médicos y no soy quién para decidir», comentaba Antón.

Eso sí, quien «rechaza» la dosis de Pfizer debe hacerlo dos veces. «Primero se lo dices al robot Jano, que te la recomiendo en la llamada», explica Marina Abascal, profesora. Y luego en el vacunódromo llega el turno de «firmar el consentimiento», añadía ayer, poco después de recibir su segundo pinchazo. Tanto ella como las dos compañeras con las que acudió al Palacio tuvieron «muchas dudas» sobre qué hacer. Especialmente los primeros días cuando se paralizó la vacunación. Y al elegir han sentido demasiada «responsabilidad porque no somos profesionales de la salud», coincidía Marta Fernández, también profesora. No obstante, al final las tres amigas decidieron inmunizarse con AstraZeneca y «completar el tratamiento».

Y esa fue la opción por la que se decantaron la mayoría de las personas que se acercaron durante la jornada de ayer al Palacio de Exposiciones. Casi todos coincidían también en que «la situación nos ha generado desconfianza», reconocía José Luis Castillo. A lo que se sumaba la incertidumbre e inseguridad de no saber qué ocurría si terminaba el plazo marcado para recibir la segunda dosis. «Cambian de criterio y no sabes de quién fiarte», añadía. Pero compartía el mismo criterio que el resto de compañeros de profesión: seguir con AstraZeneca.

La jornada de vacunación estuvo marcada por otros dos aspectos. Uno de ellos las colas que volvieron a ser de aproximadamente una hora. Espera que muchos aceptan y sólo esperan que avance rápido, pero con la que otros son más críticos. «Es vergonzoso estar en la calle con este tiempo», opinaba José Sáez mientras esperaba a que su mujer saliera del vacunódromo. «Podrían buscar otros espacios en lugar de mezclarlo con la exposición de dinosaurios». Y es que esa fue la otra estampa curiosa del día.

Decenas de personas esperaban para vacunarse a la par que por la entrada principal del Palacio de Exposiciones salían quienes ya habían recibido la dosis y entraban las familias que querían acceder a la exposición de 'Dinosaurs Tour' que estos días acoge la instalación. Dos entradas que en cierto momento generaron confusión.