«En la actualidad la palabra está bastante manoseada y desatendida»
Malena Alterio y Luis Bermejo | Actores ·
Los intérpretes se suben hoy al escenario del Teatro Casyc con la obra 'Los que hablan', una función a beneficio de Aspace, sobre «dos personajes que no saben comunicarse»Es Malena Alterio la que insiste en que se destaque en esta entrevista que la obra que la trae hoy a Santander, 'Los que hablan', ... se ofrece a beneficio de Aspace y que se recuerde la gran labor que hace esta asociación en atención a la Parálisis Cerebral. En el escenario, y a las 19.30 horas, estará acompañada de Luis Bermejo e interpretarán a una pareja que, por mucho que lo intente, no es capaz de comunicarse. La obra es una producción de Teatro del Barrio.
-¿De qué hablan Malena Alterio y Luis Bermejo?
-Malena Alterio (M. A.): Si te refieres a la obra, se trata de dos personajes que intentan hablar pero que no saben comunicarse y lo que hacemos en el escenario es traer ejemplos de las distintas conversaciones que hemos ido escuchando en nuestros viajes y lecturas, haciendo una gran disertación sobre de qué habla el ser humano. Así que en realidad hablamos de nada y de todo.
LA OBRA
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'Los que hablan'. Texto y dirección Pablo Rosal. Con Malena Alterio y Luis Bermejo. Una producción de Teatro del Barrio.
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Escenario y hora Teatro Casyc (C/Tantín). A las 19.30 horas.
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Función solidaria La obra tiene fines benéficos a favor de Aspace Cantabria que cumple ahora 40 años.
-¿Son de los que creen que la palabra ha perdido integridad y acción?
-Luis Bermejo (L. B.): No. En realidad somos los seres humanos los que hablamos. La palabra es la acción. Todos somos cosas que hacemos hablando y eso está muy vigente. Lo que creo es que la palabra está bastante manoseada y desatendida. Creo que se está volviendo muy tóxica y hay que recuperarla en su esencia emocional y con sus funciones originales para poder comunicarnos.
-A lo mejor el problema está en que no sabemos escuchar.
-M. A.: Va a ser que estamos un poco sordos últimamente. Vamos a piñón fijo para decir nuestros discursos. Una cosa que me hace mucha gracia es cuando la gente dice que va a escuchar los debates de los políticos. ¡Pero si no hay debate ni hay nada! Se nos ha olvidado escuchar al que tenemos enfrente. Y así nos va.
-L. B.: Es una concatenación de discursos tóxicos. Echo en falta que haya discusión, porque la discusión es buena cuando se hace para intercambiar y para crecer personalmente como ciudadanos. Ya sé que está muy dicho, pero conviene repetir que hay una gran toxicidad entre las personas que nos gobiernan. A lo mejor deberían venir a ver esta obra.
-¿De qué hablan los actores: de la crisis de la profesión, del trabajo que dan las plataformas audiovisuales , de las ganas de retirarse...?
-M. A. De todo eso y de criticar al compañero (ríe). Es cierto que a veces somos un poco monotemáticos y sí hablamos de la profesión de cómo está o de las últimas obras que hemos visto o en las que estamos trabajando. Pero depende del grupo en que te muevas. Hay actores más politizados y otros menos.
-Imaginen que estamos en uno de esos grupos y hablamos de cómo está la profesión. ¿Qué dirían?
-L. B. : Eso sería un tema que nos llevaría un poco más de tiempo, pero yo te diría que la profesión, y me voy a referir únicamente al teatro que es lo que nos compete ahora, está atravesando un momento muy incierto y con muchos altibajos. Es verdad que siempre ha estado en crisis y que con la plataformas audiovisuales parece que se abrieron nuevas posibilidades de trabajo, pero el teatro, que también es un campo de entrenamiento y de seguir revisando las técnicas, necesita un poco más de atención por parte de las instituciones. Creo que no se está mirando con buenos ojos a pesar de que da muchísimas satisfacciones a los espectadores y lo estamos viendo con esta obra. Las salas se han llenado y la respuesta está siendo buena. Eso me hace pensar que el público necesita de este arte y que está muy vivo, aunque los gobernantes no lo atienden como merecen.
-M. A.: Coincido en esencia con lo que dice Luis y además me parece que estamos demasiado contaminados por las redes sociales y eso nos está machacando la cabeza. Me asusta ver como hacemos uso de todo lo nuevo y que eso nos haga perder la esencia del teatro que es la emoción.
-Malena, su padre (Héctor Alterio) iba a participar en la Feria del Libro de Santander pero tuvo ser hospitalizado. ¿Cómo está?
-Pues bien ya. Muchas gracias por vuestro interés. Le ingresaron porque se contagió de covid y aunque ya está en casa, necesita coger fuerzas para poder regalaros su palabra y su emoción, que es una maravilla para la edad que tiene.
-¿En qué proyectos trabajan ahora?
M. A.: Yo estoy ahora mismo un poco de vendedora de películas porque me han coincidido tres estrenos en muy poco tiempo: 'Espejo, espejo' de Marc Crehuet, 'Toscana' de Pau Durà y ayer viernes llegó a las salas, también en Cantabria, una película muy divertida que se llama 'Mamá no enRedes' de Daniela Féjerman.
-L. B. Yo estoy de gira con una versión teatral de 'Los santos inocentes' dirigida por Javier Hernández-Simón. Una producción muy cuidada y que está teniendo muy buena acogida. También participó en la nueva película de Paco León, 'Rainbow', que se estrenará en septiembre.
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