Oliver Laxe
El director de 'Sirat' recibió, a su paso por el Festival de Cine de Santander, la confirmación de su preselección a los Óscar
A pesar de haber recibido apenas una hora antes la noticia de que su película, 'Sirat. Trance en el desierto' es la preseleccionada a representar a España en los Óscar, Oliver Laxe transmite calma. Su altura llama la atención cuando entra en una sala. Se fija en los detalles y a pesar del cansancio que reconoce, y responde reflexivo a cada pregunta. En el Festival de Cine de Santander habló del film y sus sensaciones ante este salto.
-¿Se siente preparado para lo que puede venir a partir de ahora?
-La película sigue estando viva y eso es lo importante. Sigue diciéndonos cosas, sigo entendiendo cosas de mí, de ella. Es una película, en ese sentido, muy orgánica y no me he cansado de compartirla. Estoy disfrutando mucho. Y creo que sí estoy preparado. Estoy bastante excitado, la verdad, con la idea hacer una cosa nueva, no tengo nada que perder.
-¿Cómo están siendo los encuentros como el de aquí, en Santander, directos con su público?
-La gente se está volviendo bastante loca con la peli, le estalla la cabeza al público en general y a la gente especializada de la industria. Es bonito ser una de las pelis del año y que la gente agradezca el coraje que hemos tenido. Ahora mismo no tengo además ningún proyecto ni ganas de empezar nada. Quiero disfrutar de este arte.
-Hace justo un año, aquí mismo, Isaki Lacuesta recibía la misma noticia, la preselección, y hablaba de que los Óscar eran para él una referencia para descubrir películas cuando era pequeño. ¿Qué significado tienen para usted?
-Pues para mí no... Soy una persona que se proyecta y que anhela, que desea y que ambiciona, no vamos a mentir, ¿no? Pero nunca con los Óscar. Sí que alguna vez te proyectas con Cannes, sobre todo este año, que todo el mundo decía que éramos la peli que tenía que ganar la Palma de Oro, y para la prensa éramos favoritos. Con los Óscar la verdad es que nunca y bueno, pues es por eso es más lindo todavía. Es como una sorpresa que no te esperas y lo asumo con orgullo y mucha responsabilidad también. Vamos a representar, si es que al final llegamos, al cine español y a una sensibilidad hacia el cine que es nuestra. Hemos hecho una peli muy de género, muy compleja, pero con una sobriedad y una sensibilidad europea, de aquí. Y eso es algo que se está destacando.
«Nunca tuve ambición con los Óscar, es como una sorpresa que no te esperas y la asumo con responsabilidad»
-Quedan varias etapas por delante ¿Qué pasos tiene previstos ?
-Pues ahora tengo 15 días en Norteamérica, en octubre, y otros 15 días en noviembre. Al mismo tiempo, en paralelo, hacemos proyecciones de la película para académicos en Londres, en París y en Tokio. Hay que presentarla, acompañarla y bueno, más cosas que surjan en el camino. Estoy con la mejor compañía con Neon, muy cómodo, hablamos el mismo idioma, definen el mismo tipo de cine que yo. Es una relación que va a ser a largo plazo; están interesados en acompañarnos en el futuro. Noto un sentido de responsabilidad conmigo. Quieren que tenga un espacio en Hollywood, pensando en el futuro, y que tengamos una posición de credibilidad y de hegemonía para poder encarar los siguientes proyectos con la máxima libertad.
-Menciona que 'Sirat' es una película de cine europeo, pero, ¿como encaja ese lenguaje en la industria norteamericana?
-Pues es curioso, es que es una película en el fondo muy americana, de género de aventuras, que tiene ese sabor de las peripecias y que ellos han sabido hacer tan bien desde el western. Pero, claro, nosotros los europeos no tenemos el oficio ni los presupuestos que tienen ellos. Por tanto, lo haces de una manera un poco más sobria, mirando más hacia dentro. Creo que es una película bastante equilibrada en ese sentido, porque es muy de género, es muy para todos los públicos y al mismo tiempo es un viaje interior bastante sutil y, por lo que estamos viendo, profundo.
-¿Qué es lo que están viendo respecto a esa profundidad?
-Están viniendo muchos psicoterapeutas y psicoanalistas diciéndome que sus clientes trabajan la película. Incluso les provoca cosas y les hace tomar decisiones. Hemos tenido, esa intención, queríamos hacer una película de servicio que fuera una semillita bonita en el espectador y estamos contentos de que así suceda. Es muy difícil que una película tenga éxito en Cannes, en prensa, de público. Es muy difícil lo que estamos consiguiendo. No es una ciencia el arte. Se ha hecho con la mejor intención, sinceramente, de cuidar al espectador.
«Cada película que he hecho ha sido un paso a abrirme y en ninguno de esos pasos, frágiles, he perdido mi alma»
-En caso de llegar a la final, ¿ha pensado cómo puede afectarle desde el punto de vista creativo?
-Creo que a día de hoy ya tenemos una hegemonía, ya hemos logrado un lugar de legitimidad muy fuerte. Ahora mismo, todos los agentes llaman a mi puerta. Ya lo he conseguido, aunque nos quedemos aquí. A partir de ahí, todo lo que venga pues será más importante o hará eso más sólido. Cada película que he hecho ha sido un paso a abrirme. Y creo que en ninguno de esos pasos, que eran frágiles, he perdido el alma. Creo que mis películas siguen teniendo la misma factura y la misma esencia. Ha pasado con 'Sirât' que es una película donde Movistar Plus hace un apoyo muy fuerte y, obviamente, cuanto más grande es un proyecto, también más expectativas y más presión hay.
-¿Encaja bien esa presión intrínseca a este tipo de procesos competitivos?
-No estoy preocupado, al contrario; ahora la vida nos dice que hay que coger este camino y lo vamos a intentar. Estamos en todas las quinielas. A lo mejor entramos, a lo mejor no. Hay aún más etapas para llegar hasta ahí y bueno, sinceramente, es que estoy tan contento, tan feliz, tan satisfecho de lo que hemos logrado hasta ahora... La peli sigue cuatro meses después en cartelera. Es una locura, con tantas pelis que están viniendo, tantas pelis americanas. Y a mí me da mucha esperanza también. Mi cine bebe de muchas tradiciones y no invento nada, pero sí que es un cine bastante a contracorriente o por lo menos muy arriesgado, creo, y tiene doble mérito.
-Habla de género, pero también están las atmósferas que crea y el vínculo con lo natural ¿Esa constante seguirá presente?
-No sé si voy a hacer películas desde una óptica hollywoodiense. En principio no; creo en mis socios de aquí y ya estamos demostrando que con poco, con mucho menos, podemos llegar muy lejos. En cualquier caso sí, para mí la naturaleza no es simplemente un espacio bonito, un marco chulo; la naturaleza nos habla, la naturaleza manifiesta, rige sobre nosotros y nos obliga a mirar adentro. Es mi manera de ver el mundo, es mi manera de estar en el mundo, vivo en un mundo mágico, en el campo en Galicia y mi cine va a seguir siendo inspirado en esa manera de estar en el mundo. Evolucionaré, supongo, pero espero que sea más y más fusión, con el campo, con la vida.