Manual de la opresión
Cinesa ·
De la tensión de la guerra a la road movie, del thriller a la acción más pura y dura. Un escenario de muerte en directo que nunca se sale de los carriles trazadosDestila esa impresión de haber sido visionada muchas veces. Pero sus artífices pactan una lección de profesionalidad con envoltura afrancesada. Y la cosa adquiere otro ... estatus. Es sólida, tensa, sin resquicios, y a su vez visceral (aunque no está Ridley Scott) y fría. Pero precisamente en sus tentaciones documentales es donde más brilla. Juega con mucha eficacia y con inspirada mirada sin abandonar nunca los estereotipos y la devoción por los engranajes más engrasados de la acción, el suspense y la tensión.
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Año 2025
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País Francia
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Dirección y guion Martin Bourboulon, Alexandre Smia
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Reparto Roschdy Zem, Lyna Khoudri, Sidse Babett Knudsen, Christophe Montenez
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Género Acción / Bélico
Es como un telediario asfixiante al que se hubiesen adherido todas esas imágenes que van precedidas de la advertencia... «puede herir la sensibilidad», que suelen ser las más demandadas. En cualquier caso Martin Bourboulon, director y guionista, y Roschdy Zem, ambos multiplicando sus taras desde la firmeza, la contundencia y el carisma, respectivamente, trazan un thriller de manual pero muy serio, sin adornos ni fuegos artificiales. Además, el filme con perfume 'hollywoodense' cuando quiere, no renuncia a su fragancia original afrancesada. Todo es una trágica cuenta atrás mil veces vista que podría situarse en muchos escenarios pero cuyo epicentro en esta trama se sitúa en las coordenadas de Kabul, los talibanes, las situaciones límites, el espacio agobiante y ese estado que a veces el cine de género retrata con solvencia: el de las fronteras entre la vida y la muerte.
Hay carácter en la puesta en escena, enérgica e impresionable, aunque no logre elevarse más allá de una caligrafía conocida. Es bélica pero, sobre todo, juega con las sombras, las amenazas, el peligro siempre inminente, lo incisivo, de tal modo que la colisión es más dolorosa porque se antoja inevitable y sufriente mucho antes de que se haga realidad. Los hechos están ahí, pasados después por una novela escrita por uno de los protagonistas inmersos en el infierno: una operación de las fuerzas francesas destinada a evacuar a más de 2.800 personas de Afganistán tras la toma de Kabul por los talibanes. El filme es una sucesión de retratos del caos, de conflictos entre órdenes y decisiones, de jerarquías y prioridades. Y esa hoja de ruta es la encrucijada de trayectos, héroes tras la improvisación y trampas, de tal modo que el verdadero protagonista sea lo opresivo e incómodo, algo efectista, cuando los hechos no lo necesitaban. El cineasta de 'Papá o mamá' combina con facilidad lo que la historia ofrece de modo más ad hoc a la pantalla. Más zona de confort, que riesgo.
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