«Conmover al espectador es el mejor regalo que puede obtener un artista»

La nueva muestra de esta artista con una trayectoria de casi tres décadas es el testimonio de su particular búsqueda, de su mirada inquieta y el resultado de un buen número de paseos por los barrios de la ciudad más alejados de las calles más populosas o comerciales, como es el caso de la zona de Entre Huertas o los recovecos de la calle Alta. «Los recorro como si fuera un cazador de imágenes con mi cámara de fotos o el móvil en búsqueda de escenas que me llamen la atención en lugares específicos». Unos marcos en los que la luz juega un papel muy importante porque el paisaje que habita Viota «tiene un carácter decadente y a la vez próximo» que retrata al anochecer cuando las farolas se encienden y en las casas las luces interiores iluminan el ambiente.

Son paisaje figurativos. Una constante en su obra «donde lo misterioso y lo maravilloso pueden ser uno, siempre detrás de esos pequeños aconteceres como gran tema o excusa para pintar» y en ellos la figura humana «es casi circunstancial. No son tampoco los habituales transeúntes. Más bien personas que por su indumentaria o actitudes me llaman la atención».

Comenzó esta obra hace cinco años si bien las dos terceras partes de esta exposición se hicieron durante el confinamiento y en cierta forma, la crisis sanitaria y la «extraña» situación que vivimos también se ve reflejada. «El mapa de mi ciudad ahora está plagado de lugares limitados donde podemos tener cierta libertad pero también una cierta seguridad con respecto a lo que hay fuera».

Además, según afirma, «el concepto de 'Territorio Neutral' como título, también puede aludir, a un espacio, el de la galería de arte, como un lugar maravilloso, donde se produce una comunicación, y de encuentro a través del discurso plástico» y es que para él: «el arte tiene la función de cierto compromiso, de trasmitir conocimiento y de emocionar, ya sea a través de la crítica social o como placer estético. El mejor de los objetivos al salir de contemplar ese territorio neutral, de ese espacio mágico, es que la gente se lleve algo, que la obra conmueva. Es el mejor regalo para que un artista puede obtener».

Y él, que además es agradecido quiere corresponder con el apoyo que ha recibido para esta exposición de Luisa Díaz -responsable de la de Inder&Espacio-, Nano Piris y Marina Alonso.

La última vez que Juanjo Viota mostró su obra también se centró en escenas urbanas como lugar de residencia. Fue en la sala Mauro Muriedas, en Torrelavega, con una exposición que llevó por título 'La ciudad imaginada' y que comisarió Alberto Pérez Castaño. También fue uno de los participantes de la pasada edición en el simposio 'Sianoja'. Aunque su larga carrera la ha llevado a exponer de forma individual en Salamanca, Bilbao, o Avilés, entre otras citas, así como en colectivas en Madrid, Chicago, Ámsterdam y Bélgica.

Entre sus planes más inmediatos está un proyecto colectivo que tendrá lugar a mediados de este mismo mes en el Mercado de la Esperanza, en Santander. Una intervención que forma parte del proyecto de Arte Peatonal que está comisariado por Arantxa Vidal.