La huella de Lindsay Kemp en Cantabria
Una gran exposición, organizada por Vicepresidencia, recordará en la Biblioteca Central el vínculo del artista con esta región
«Vive cada día y cada baile como si fuera el último». A Lindsay Kemp (Birkenhead, Inglaterra, 1938 - Livorno, Italia, 2018) le gustaba repetir ... esta frase siempre que podía. Muchas veces lo hizo en Cantabria, una tierra con la que el bailarín, actor, maestro, mimo y coreógrafo británico tuvo una gran vinculación y que le recordará el próximo mes de diciembre con una gran exposición -'Sueño, locura, luz'- que se desarrollará en la Sala Piti Cantalapiedra de la Biblioteca.
Organizada por Vicepresidencia de Cantabria, el público tendrá la posibilidad de ver varios objetos, fotografías, material audiovisual y fragmentos de vídeo del paso de este artista por la región en una muestra única, que produce Palco Tres, y que está comisariada por Richard Haughton, colaborador y asistente de Lindsay Kemp y otras dos mujeres que a lo largo de su vida tuvieron una gran relación con él; Daniela Maccari, bailarina y coreógrafa, y Paula Autera, diseñadora gráfica y experta en comunicación.
LA MUESTRA
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Titulo, lugar y fechas 'Sueño, locura, luz' en la Sala Piti Cantalapiedra de la Bibioteca Central. De 2 al 31 de diciembre.
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Organización Vicepresidencia y Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria.
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Producción Palco Tres, empresa de Román Calleja, Juan Calzada y Susana Ventoso.
Su debut en Santander fue en la Plaza Porticada el 17 agosto 1982, con 'Sueño de una noche de verano'. En agosto de 1985 volvió con 'Flowers' y ya en 1992, en un recién inaugurado Palacio de Festivales, representó 'Onnagata'. A partir de ahí se inició una serie de visitas y espectáculos durante años a este Palacio con producciones que se convirtieron en amistades... «Amo las ciudades con mar» decía siempre el artista que, por su origen familiar de marineros, le encantaba pasear cerca del mar caminando a sus actuaciones en el Palacio.
Con tiempo las amistades de Lindsay Kemp en el Palacio de Festivales le llevaron, de forma natural, a realizar creaciones conjuntas, y así, en 2001 Román Calleja y Juan Calzada -por entonces responsables del Palacio- le invitaron a dirigir la ópera 'Madama Butterfly'. «Desde siempre he buscado El Santo Grial del teatro total: a veces la ópera se acerca mucho», sostuvo el creador. No se imaginaba en aquel momento qué obra maestra florecería de esa semilla. Se estrenó el 14 noviembre de 2002, y fue un absoluto éxito. Se representó más de 25 veces en España e Italia durante los siguientes seis años: una hazaña increíble en el mundo de las producciones de ópera efímeras. Fue una 'Madame Butterfly' inolvidable no tanto por sus números cuanto por su armonía. Supo transmitir alegría y convicción a todos, desde los productores hasta el coro, los extras, los técnicos y el público. «Tenemos que creer totalmente en la magia, y convencer al público para que lo crea también en cada actuación, en cada momento», apostillaba.
La exposición que se verá en la Biblioteca Central celebra y recuerda considerablemente también aquella ópera con trajes originales, huellas de su magia y recuerdos que cobran vida.
También se mostrará material de otras dos producciones que Kemp y Santander volvieron a crear juntos: 'Elizabeth I, el último baile', un espectáculo ópera, teatro y danza, estrenado el 1 abril 2005 del que Kemp fue autor, director y protagonista, con música de Carlos Miranda, y otra ópera amada por Lindsay desde su niñez, 'Los Cuentos de Hoffman' (que se pasó en la Sala Argenta el 29 de noviembre de 2007), de Jaques Offenbach.
La muestra también recordará otra creación producida y nacida en Santander, 'Kemp Dances', que giró en 2016 y 2017... y que realmente fueron 'los últimos bailes' de Lindsay en España. «Bailar es mi forma de trascender el tiempo. Soy un bailarín que busca trascender», tal y como aseguraba.
La exposición pretende además ser un homenaje a todas las creaciones de Kemp incluida una fundamental, su compañía. Formada por artistas de grandísimo talento, genial, cosmopolita, errante y divertidamente mestiza, reflejaba a su creador fusionando pasión, disciplina y caos.
En otra de sus frase geniales el actor y coreógrafo afirmaba que «cada gesto debe ser un regalo de uno mismo al público, y también un acto de encantamiento. Nunca des un poco: ¡dalo todo!».
La muestra, en definitiva, será un conjunto de destellos del hombre soñador y trabajador en el escenario y en el backstage, en sus trajes usados por fantasmas, en momias fragmentadas de personajes inventados, en gestos de luz, en ríos de fotos digitales y en vídeos creados hace diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta años.
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