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Leila Guerriero, escritora y periodista argentina, durante su participación ayer en el programa de encuentros de Feria del Libro. Juanjo Santamaria

La mecánica solar de la literatura

Un paseo por Felisa 2025, la Feria del Libro de Santander, que en su primera jornada volvió a ratificar su intenso vínculo popular

Sábado, 28 de junio 2025, 08:08

«A ver si no hace mucho calor, que contra el tiempo no puede luchar», dice la librera camarguesa Pilar Pereda. Desde la caseta de su Librería Crucero nos explica el verdadero funcionamiento de las ferias del libro: «tiene que hacer buen tiempo, pero no demasiado, porque si no los lectores se van a la playa». Pura lógica veraniega, que Felisa, la Feria del Libro de Santander, inaugurada ayer, precedida de varias citas, combate con un arsenal de actividades y su propio chiringuito.

Bajo un sol de justicia en la Porticada, los lectores se arraciman en las casetas –las bonitas, las clásicas de madera– mientras bajo un templete los periodistas de RNE emiten en directo su informativo diario, con invitada de lujo: la periodista Leila Guerriero. Cuando terminan, un maestro afinador lucha a muerte contra un piano de cola, en el escenario principal, mientras los visitantes, de momento, parecen preferir el papel a la arena. Y eso que los termómetros rondan los veintiocho grados.

«El cambio de ubicación nos ha venido muy bien», añade Sandra Calderón, de Sancho Panza (Cabezón de la Sal). Sabe de lo que habla: son ya veinticinco años sin fallar a esta cita anual con los lectores. Y es que en los puestos la mayoría repiten; clásicos como Gil apuestan por la literatura de calidad: «Traemos los libros que nos han gustado, como cada año», explica Sara Pacheco, que da dos ejemplos: 'La morera de Jerusalén', una visión distinta del conflicto en Palestina, y 'Ojos llenos de árboles', un ensayo muy personal del pintor Pablo Gallo.

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Librería Campillo, de Torrelavega, tiene dos apuestas claras: la literatura para jóvenes, incluyendo los 'spredges' o cantos decorados –«que aunque son más caros, se venden más», nos cuenta Enrique Durán– y el cómic, con especial atención a un clásico nacional: Ibáñez. Eso sí, para redondear la oferta se ha traído más de seiscientos títulos en bolsillo. Y no le va a la zaga la Librería Crucero: «No sé ni cuántos títulos traigo», dice Pilar Pereda. «Y luego no sabes cuál a querer la gente; el primero que vendí fue 'El manifiesto comunista', y luego tres ejemplares del cirujano nómada» ('Curando el mundo', de Diego González Rivas).

Art-papel, con el artista Giuliano Camilleri al frente, se decanta por los libros de arte y todo el fetichismo del papel y la encuadernación. En la caseta de la Librería-Editorial Tantín, José Luis y Sonsoles. Roberto Fernández, de la Librería Centro, en Reinosa, apuesta por dar visibilidad a quienes este año la han perdido: el Gremio de Editores de Cantabria, que este año se han quedado sin caseta propia. Pero sus libros sí estaban invitados. Anaïs es una librería de Castro Urdiales con una intensa actividad cultural; la próxima gran cita, el 11 de julio, es un encuentro entre la escritora Berta Piñán y el poeta Lorenzo Oliván, dentro del programa Afinidades Electivas, del Ministerio de Cultura. De paso, Ismael Díaz, el librero, nos recomienda 'Como la piel al sol de una lagartija' de la propia Berta Piñán.

Otro veterano, Luis Lisaso, lo tiene muy claro: apuesta por el rock and roll, el libro ilustrado y los temas cántabros porque «es lo que nos ha enseñado la vida en una librería de pueblo». La que fundara su padre en Renedo de Piélagos, todo un clásico: Librería Lisaso. En La Vorágine tampoco hay muchas dudas: feminismo, ecología o el conflicto palestino, ensayos breves en inglés, libro ilustrado político o narrativa LGTBI centran la oferta de la caseta que gestionan Carmen Alquegui y María Rivero.

En Nexus-4, el templo santanderino del cómic, Juan Muñiz recomienda 'Vanguardia es una mujer', el álbum debut de Clara de Frutos. Jorge Fernández, de la torrelaveguense Taiga, elige entre su fondo 'El misterio de la turista que murió dos veces'; «de los guionistas de 'Los misterios de Laura'», explica. En La Tienda de Ale, también de Torrelavega, Ernesto Carrera recomienda a un autor cántabro, Yves de Villegas y su 'Sujeto, verbo, asesinato'. Y Susana Herrería, de la laredana Librería Costa Esmeralda, apuesta por los clásicos en cómic: «una manera muy agradable de introducirse en la gran literatura».

Aunque también hay debutantes: Óscar Gamo se estrena al frente de El Abedul, que abrió en Reinosa el pasado diciembre. Librero vocacional, se especializa en relato breve, naturaleza y libros de viaje. Gloobal abrió en la calle Cisneros de Santander el pasado 23 de abril. Eva Amigo nos propone un tesauro poético: 'Donde nacen las palabras', de Lizardo Carbajal.

Por último, el Instituto Geográfico Nacional participa por primera vez en Felisa con una propuesta de lo más tentadora: además de mapas tridimensionales o una reproducción de la vista de Santander que grabó Hoefnagel en 1575 –a todo color y por solo cinco euros–, Leticia Merino y Marta Villota de Arriba descubren una gran oferta poco conocida, pero muy interesante. Por ejemplo, los mapas a medida que se pueden realizar por tan solo nueve euros. Como esta particular cartografía de una feria muy viva… a pesar incluso del sol abrasador.

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