El Barça pasa página de la euforia copera y piensa ya en el Inter con un plan definido

La Copa del Rey ya es historia para el Barça. La épica victoria contra el eterno rival ha sabido a gloria a un equipo azulgrana que suma dos títulos de dos posibles esta campaña, pero que ya mira hacia las piezas de caza mayor: la Liga y especialmente la Champions.

Seis años ha tenido que esperar el Barça para regresar a unas semifinales de la Liga de Campeones, por lo que tal y como ya advirtió Hansi Flick tras la final copera en La Cartuja, el festejo ha durado lo justo y da paso a la concentración máxima ante el primer asalto contra el Inter, mañana en Montjuic.

Solo la acumulación de esfuerzos en los futbolistas y las cruciales lesiones de Balde y Lewandowski inquietan al técnico alemán, con menos fondo de armario del deseado fruto de las bajas. Cuenta con un plan perfectamente definido, en el que caben pocas novedades para afrontar el intento de alcanzar la final de la Champions que se le resiste desde hace una larga década.

Varios jugadores acabaron tocados por el enorme desgaste que supuso la final de Copa, pero ninguno de ellos de consideración, por lo que no se prevén modificaciones en el once azulgrana ante el Inter más allá de algún retoque como la irrupción de Fermín en lugar de Dani Olmo, discreto en el clásico con el título copero en juego, o la entrada en el equipo inicial de Araujo, para desplazar a Iñigo Martínez al costado izquierdo en lugar del canterano Gerard Martín.

Pese al maratón de partidos importantes en las últimas semanas y el esfuerzo acumulado, el Barça y Flick son muy conscientes de que se encuentran a solo 180 minutos de la deseada final de Champions en Múnich. Les separa de ese objetivo un Inter tocado por el KO en semifinales de la Copa de Italia ante el Milan, adversario ciudadano, y dos tropiezos consecutivos frente a Bolonia y Roma en la Serie A que conceden al Nápoles ventaja en la lucha por el título.

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