Competición abre expediente a Lolo Lavid

El origen de los hechos se remonta a los albores del curso, cuando la Federación permitió ampliar los días de tiradas clasificatorias para los concursos puntuables para hacer hueco a aquellos bolistas afectados por el coronavirus, bien fuera por sufrir la enfermedad o por tener que guardar cuarentena. Sin ser el caso, el ente permitió a David Gandarillas, lesionado, participar fuera de plazo en dos clasificatorias, algo que no llegó a ocurrir en una tercera, la del Mozuco de Cayón, debido a la protesta vía correo electrónico de un grupo de bolistas, entre los que figuraba Lolo Lavid. Según el de Andros, el jugador de Borbolla lanzó esos concursos por concesión y decisión de Ortiz, motivo por el cual le acusa de adulterar la competición.

Tras las palabras de Lolo en el espacio radiofónico, Ortiz decidió poner el caso en manos del Comité de Competición, aludiendo que el jugador «realizó una serie de declaraciones injuriosas hacia mi persona (en reiteradas ocasiones se me acusa de adulterar la competición), que entiendo no puedo dejar pasar ni como presidente de la Federación ni a título personal». Ahora Lavid tiene diez días para hacer alegaciones al respecto y será José Luis Diego Abascal el que instruya y decida en qué queda el caso, por el que el de Las Fraguas se enfrenta a posibles sanciones de entre ocho a 24 partidos, entre dos y seis meses y entre uno y tres años al constituir infracción de los artículos 65 y 67 del Reglamento Disciplinario.

De momento, ninguna de las partes implicadas ha querido hacer declaraciones debido a que el proceso está en manos de sus respectivos abogados. «Yo tengo todos los papeles para demostrar que todo es cierto», apunta Lolo Lavid. «La empresa, Andros, ha puesto sus abogados a mi disposición y tiraremos para adelante, no voy a dejar que esto se quede así como está». La postura del jugador es clara y, además, cuenta con el respaldo de otros jugadores que también mandaron un correo a la Federación tras las tiradas de Gandarillas.

En la misma postura de silencio se mantiene Ortiz, que asegura que prefiere «no hablar nada, porque es un tema que lleva el trámite correspondiente y hay que esperar a ver cómo acaba todo». Para el mandatario, «cada estamento tiene que trabajar por sí solo sin ningún tipo de opinión y presión al respecto. Esto es un país democrático tanto para el que pueda insinuar o expresar su opinión como para la otra persona que lo escuche».

Dentro del malestar del jugador se incluye también lo ocurrido con el torneo nocturno de Caranceja, un concurso clásico en el que siempre había sido invitado y en el que este año no ha estado después de que fueran incluidos el propio David Gandarillas y Mario Pellón. Se da la circunstancia que el director regional de Deportes, Mario Iglesias, forma parte de la organización del evento.

Un conflicto que tendrá que dirimir en primera instancia el Comité de Competición, aunque, en caso de sanción, Lolo y su peña están dispuestos a llegar hasta el final. Una pequeña guerra que enturbia un mundo bolístico poco poblado pero no siempre bien avenido.