El Búfalo, a galope tendido
El racinguista, efectivo como pocos, se afianza como máximo anotador de la Liga con nueve tantos en quince partidos
El balón salió despedido como si conociera el destino antes que nadie. Asier Villalibre lo había peleado al espacio, cuerpo a cuerpo con Grego Sierra ... hasta hacerse hueco en ese territorio donde todo se decide en un pestañeo. Remató con la izquierda, por el lado derecho de la portería tras una asistencia de Jorge Salinas que parecía pedir ese desenlace. Era el 0-2. O eso creyó todo el mundo durante unos segundos, porque el gol subió al marcador, pero desapreció en un pestañeo. La celebración quedó en un gesto a medio hacer, como si alguien hubiese bajado el volumen del estadio de golpe.
Pichichi de Segunda
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9 goles-Asier Villalibre (Racing) El delantero verdiblanco ha marcado nueve tantos en quince partidos.
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8 goles- Embarba (Almería) El jugador del equipo andaluz se coloca en segundo lugar en la carrera por el Pichichi.
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7 goles Jeremy (Racing) Adri Fuentes (Córdoba), Agus Medina (Albacete), Dubasin (Sporting), Zaka (Deportivo).
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6 goles Andrés (Racing), Arribas (Almería), Carlos Fernández (Mirandés), Carrera (R. Sociedad B), Yeremay (Deportivo).
El colegiado apreció una falta del delantero vasco sobre el defensa del Burgos. Otra batalla dentro de la batalla: Sierra en el suelo, los locales reclamando, el Racing sin entender del todo por qué lo evidente parecía complicarse. Villalibre había ganado la posición y había batido a Cantero. Lluís Bestard había anulado el tanto, pero las protestas del Racing y los comentarios que le llegaban por el pinganillo le obligaron a caminar hacia el monitor. VAR. El silencio se volvió eléctrico.
En cuanto el árbitro hizo el gesto definitivo, el lado de las quejas cambió. Ahora era El Plantío quien se lamentaba. Gol válido. Y no solo para ganar en un campo en el que el Racing no lo hacía en Segunda División desde hace 35 años, en la temporada 89-90, sino para afianzar a Villalibre como Pichichi de Segunda División con nueve tantos en quince partidos. La confirmación de que el Búfalo galopa por la categoría con una eficacia que no admite matices. En un campeonato largo y áspero, Villalibre ha encontrado la rareza más valiosa: convertir lo difícil en rutina.
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«Soy un delantero de área, de gol», confesaba el Búfalo tras el partido. A estas alturas nadie lo duda. El vasco está forjando su mejor temporada en los últimos años y ha recuperado el aplomo a marchas forzadas. «Que entre casi todo es algo que ayuda mucho en la confianza de uno mismo», señaló. El tanto de ayer en Burgos coloca al delantero vasco como máximo anotador de la competición, pero también devuelve al Racing a la segunda plaza, en un triple empate a 29 puntos con Dépor, líder, y Las Palmas, tercero. Un tridente que ya peleó por los primeros puestos la pasada jornada.
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