Catarsis antes del Día D

El partido, tras el 3-3 logrado en Los Campos de Sport con un empate en el minuto 97 que supo a victoria, será de una exigencia máxima en el 'prao', pero también en la grada. Por ello, la hinchada verdiblanca ha querido esta tarde marcar el primer gol del encuentro de vuelta. Y es que, más de 200 personas se citaron una hora antes en el local de la Asociación de Peñas Racinguistas (APR) para «calentar la voz» de cara al duelo en Anduva. Respondieron al llamamiento de la APR y de la Gradona de los Malditos y los aficionados pudieron dar ese «último aliento» a los jugadores y cuerpo técnico antes del enfrentamiento contra el conjunto burgalés. Como si fuese un día de partido, los racinguistas ocuparon la esquina noroeste del estadio y El Sardinero se volvió a teñir de verdiblanco. Nadie quería perderse esta quedada para presenciar el entreno y en los aledaños de Los Campos de Sport había niños, jóvenes, adultos y mayores que, con sus camisetas, banderas y bufandas, trasladaron al equipo todo su apoyo de cara al partido de esta noche. Capitaneados por el speaker, unas veces megáfono en mano y otras a pleno 'relinchu', los aficionados corearon todas y cada una de las canciones que la Gradona entona en los partidos. «Ya estamos todos aquí… pa' animar al Real Racing… Cuando el Racing marcará… Miranda estallará». Este fue uno de los cánticos que más se repitió durante toda la tarde. Un tema que tuvo una ligera, pero importante, modificación: «Miranda estallará».

Con la cabeza puesta en Anduva hasta en las canciones. Y con el estadio vacío y únicamente con racinguistas en el fondo norte, las canciones retumbaban en El Sardinero. Piel de gallina. Eco atronador. Adrenalina extra para unos jugadores que en el verde estuvieron jugando un partidillo con intensidad, pero comedida. Fueron cerca de veinte minutos de entrenamiento abierto al público en el que los pupilos de José Alberto disputaron un encuentro entre ellos a campo reducido. Después, se acercaron a La Gradona, donde los aficionados les trasladaron todos los ánimos posibles para la eliminatoria y estos respondieron aplaudiéndoles. Comunión absoluta entre plantilla y afición.

«Vamos a estar con vosotros, que quede claro», apuntaba el speaker, que animó a la parroquia verdiblanca a viajar a Miranda para seguir al equipo en su lucha por volver a Primera. «Llevamos trece años esperando este momento», continuó. Los aficionados recibieron con entusiasmo esta petición y se arrancaron de nuevo con palmas y gritos de ánimo mientras movían sus bufandas y banderas al viento. Momento en el que las bengalas, los botes de humo y las gargantas fueron las protagonistas del último entrenamiento.

«Racing, yo te quiero.... te vengo a ver. Racing, yo te quiero, te vengo a ver. Racing, yo te quiero... te vengo a ver ascender», cantaron una y otra vez los aficionados desde La Gradona. «Tu grada, tu fuerza, tu aliento. Con todo», añadió este colectivo en su cuenta de X (antes Twitter) para responder a una publicación del club en la que se mostraba cómo animaban los verdiblancos a su equipo.

El Racing no estará solo. Nunca lo ha estado y tampoco lo estará. La APR y la Gradona de los Malditos hizo durante esta semana un llamamiento a la hinchada para que viaje a Miranda con o sin entrada. El equipo jabato envió a Santander 399 billetes para el partido y se agotó todo el papel. Por ello, las propias peñas han fletado varios autobuses que se han llenado, en su mayoría, con seguidores que no han resultado agraciados en el sorteo que el Racing realizó para el reparto de entradas. El objetivo es que Miranda se inunde de racinguismo y que la afición se deje ver y notar. Para conseguir este objetivo, también desde las peñas se ha propuesto que los aficionados que se desplacen hasta tierras burgalesas porten una camiseta verde. «Demos color a Miranda», señaló la Gradona en su cuenta de X en la publicación que acompañaba este llamamiento que tiene la intención de demostrar una homogeneidad en la vestimenta de la hinchada.

Poco más pueden hacer los racinguistas para motivar y llevar en volandas a los jugadores y cuerpo técnico. Ahora, depende de los jugadores que estén en el campo. Eso sí, tienen que ser conscientes de que los jugadores no lucharán solos. También lo harán los 399 que les apoyarán y alentarán en Anduva y también miles y miles que desde Cantabria estarán empujando al equipo en la distancia. La ilusión no entiende de kilómetros ni de horarios –un día laborable a las 21.00 horas–, sino de sentimientos. Y lo que siente esta hinchada por el Racing es una pasión inexplicable.