Lo difícil es mantener las buenas rachas
La cuarta victoria consecutiva no pudo ser en una categoría que parece diseñada por Simeone y su filosofía del 'partido a partido'
En el fútbol como en la vida, es más difícil acabar bien que empezar, pero lo que sobre todo cuesta es mantenerse... Especialmente, cuando lo ... tienes todo a favor pero te llamas Real Racing Club. Y es que el partido ayer no podía comenzar mejor, con un golazo de Villalibre que nos ponía los dientes largos a todos los aficionados, que llevábamos toda la semana salivando después de tres victorias consecutivas.
Y nos pasa siempre, pero no aprendemos: el equipo encadena un par de partidos buenos, se pone líder y enseguida echamos las campanas al vuelo. Pero claro, esto no es ni Primera ni Segunda B: en esta Liga de 'hiperemoción' no hay cenicientas ni grandes, es una categoría de filosofía simeonista, en la que cada partido es un capítulo independiente, en la que es casi imposible mantener una regularidad de resultados, y las rachas de victorias no solo tienen un mérito enorme, sino un valor inmenso. Con tanta igualdad y la tabla tan apretada, ganar o perder tres partidos te encumbra o te hunde.
Lo que sí debería ser algo más sencillo de mantener, y en eso ha fallado el Racing ayer en Las Palmas, es la identidad propia. O sea, que aquello de 'lo que funciona, no se toca' debería ser un mantra que le repitieran a los entrenadores todas las mañanas, como aquellos generales romanos que, en los desfiles de la victoria, llevaban al lado a un cenizo susurrándoles al oído: «Recuerda que eres mortal». 'Memento mori', vamos.
Porque el Racing no es que sea mortal, sino más bien muy vulnerable, sobre todo en defensa. Y eso que la idea de retrasar a Jeremy a una falsa media punta en principio parecía una genialidad, porque el trabajo que aporta, al jugar en defensa en línea con los mediocampistas, en teoría debía traducirse en superioridades numéricas. Sin embargo, si a tu goleador más en forma le alejas de la portería, tú mismo te estás poniendo palos en las ruedas. Y si cambias a un defensa recio por un carrilero con proyección ganas en potencia atacante, pero también te llegan muchas más veces por esa misma banda. Que por cierto, viendo cómo quedó Mika Mármol, en plan película gore, menos mal que no estaba Mantilla, porque habría empezado una leyenda negra de aúpa.
En fin, que el Racing no jugó bien y probablemente no fue por errores defensivos sino por los cambios de estrategia, pero por fortuna ahora mismo tampoco importa demasiado. Que sí, que perder no gusta ni en los entrenamientos, pero es parte del juego y tendrá que servir para que el equipo, y el míster, aprendan que cuando te pones cero a uno en casa de un rival directo hay que apretar todavía más que cuando pierdes.
De lo que esperemos que no aprenda nadie es del cambio extra por conmoción cerebral. Porque lo de Facu tenía muy mala pinta, pero visto como funciona este mundillo, fijo que algún pillo descubre cómo aprovechar la nueva norma.
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