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Jeremy, qué bueno que te quedaste
De cedible a infalible ·
Dos goles en un minuto del canterano inician la remontada en un mal partido que el Racing perdía con merecimiento pese a jugar con un futbolista más desde el minuto 27. El triunfo en Almería deja al equipo líder en solitarioHace una semana, Jeremy tenía las maletas hechas. Por lo que pudiese pasar. Si Arana no estuviera lesionado, probablemente habitaría ahora en otro continente. Al ... otro lado del Estrecho. Seis días después, el canterano se convirtió en héroe verdiblanco y en uno más en la carrera por el Pichichi. Así, de repente. En un minuto. Lo que tardó en meter al Racing en un partido al que el equipo prácticamente no había comparecido. Ni con un futbolista más. Dos goles instantáneos lo cambiaron todo. En Ceuta se tiran de los pelos por lo que se les ha escapado y en Almería, el camargués afianza a los de José Alberto en su liderato ya en solitario. Qué bueno que te quedaste.
Todo en un encuentro de esos de los de montaña rusa sentimental que el racinguismo conoce de sobra pero a los que no se acaba de acostumbrar. De los de: '¿Por qué somos el Racing?' hasta el minuto 56 y de dar gracias eternas por haber sido contagiado por el bicho verdiblanco de ahí en adelante. Si no fuese así, no sería tan emocionante.
En Almería se encontraban el nueve de nueve con los últimos fichajes que han redondeado la plantilla verdiblanca. Y José Alberto apostó por seguir confiando en quienes llevaron al equipo hasta lo más alto de la clasificación; al menos hasta donde lo permitió el inoportuno calendario de selecciones. El míster hizo de la necesidad virtud para dar entrada a Mario García en el lateral izquierdo en lugar de Salinas y al recién incorporado Gustavo Puerta en el doble pivote con Aldasoro. Algo ha cambiado en el Racing, cuando el míster ha optado esta temporada en rotar incluso su propia vestimenta. Atrás quedaron los cuatro trajes azules iguales. Para tener de quita y pon.
Almería
Andrés Fernández, Álex Muñoz, Gui, Nico Melamed (Selvi Clua, min. 46), Baba (Centelles, min. 73), Luna (Arnau Puigmal, min. 64), Lopy, Bonini, Embarba (Chirino, min. 64), Baptistao (Lazaro Vinicius, min. 64) y Arribas.
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3
Racing
Ezkieta, Mantilla (Michelin, min. 46), Mario García (Pablo Ramón, min. 46), Manu Hernando, Javi Castro, Aldasoro (Jeremy, min. 46), Gustavo Puerta, Andrés Martín, Íñigo Vicente (Suleiman Camara, min. 83), Marco Sangalli y Villalibre (Santi Franco, min. 72).
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Árbitro principal: Andrés Fuentes (C. Valenciano).
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VAR: Óliver de la Fuente (C. Castilla y León).
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Asistentes: Carlos Martínez (C. Valenciano) e Iván Hernández (C. Castilla-La Mancha).
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Cuarto árbitro: Francisco José Ortega (C. Valenciano).
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AVAR : Gorka Etayo (C. Vasco).
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Goles: 1-0, min. 11:Embarba.2-0: min. 18: Nico Melamed. 2-1, min. 57: Jeremy. 2-2, min. 58:Jeremy. 2-3, min. 76: Gustavo Puerta.
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Tarjetas amarillas: A los locales Álex Muñoz, Chirino y Baptistao y a los visitantes Mantilla, Íñigo vicente y Aldasoro.
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Tarjetas rojas: Directa al local Lopy.
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Estadio: UD Almería Stadium.
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Incidencias Césped en mal estado en una tarde calurosa y con algo de lluvia.
El cuadro local dispuso de los dos primeros acercamientos. Seguidos. Una buena acción por la derecha del ataque andaluz finalizó con un centro al área que desbarató Manu Hernando, oportuno. En el córner posterior, Baba cabeceó alto ante una mala salida de Ezkieta.
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La puesta en escena de Gustavo Puerta, la verdad, no fue buena. Dos pérdidas. La primera, susto. La segunda, muerte. Una mala entrega del colombiano dio paso a una contra fantástica, Embarba terminó frente a Ezkieta y no desaprovechó la ocasión. Mientras el Racing intentaba reponerse del golpe, José Alberto pedía calma. Aunque hacía falta algo más que eso en un comienzo pobre de su equipo. El entramado racinguista tenía unos cuantos agujeros. Como el que encontró Nico Melamed desde treinta metros con sólo levantar un momento la cabeza. Latigazo. Y Ezkieta, que tampoco tenía su tarde: el dos a cero.
Al equipo cántabro no le quedaba otra que levantarse. No era la primera vez ni será la última. Una buena combinación verdiblanca terminó con un disparo de Mantilla que puso a trabajar a Andrés Fernández. Un poco tarde, pero bueno. Y el Almería, con su ventaja, echaba el resto en los contraataques, sabedor de los problemas racinguistas a la hora de correr hacia atrás. Embarba agarró otra como la del gol. Esta vez la echó fuera.
Punto de inflexión... O no
Si no era capaz el Racing de meterse en el partido, tenían que ser otros. Marco Sangalli controló mal un balón en la medular. Lopy llegó por detrás y pasó la cuchilla de los tacos por la pantorrilla del vasco. Fue como la espada del Zorro. Visto y no visto. El árbitro lo tuvo claro. Roja al canto. Cuando el colegiado pita a favor siempre tiene la razón. No hizo falta ni que entrase el VAR. A ver ahora. Pero de primeras, en inferioridad numérica, el que percutió de nuevo fue el cuadro de Rubi.
A pesar de todo, a los rojiblancos les costaba bastante menos que a los verdiblancos construir en campo rival. Para los de José Alberto, llegar al área rival era subir la Cuesta de La Atalaya. Íñigo Vicente, frustrado, arqueaba los brazos. Ni el mago encontraba el camino. No como el Almería... Bonini dejó a Baptistao solo delante de Ezkieta y, esta vez sí, el navarro estuvo a la altura. A su altura. Buena mano abajo para evitar el tercero.
Ese fue el postre de la primera parte antes del descanso. A José Alberto tampoco le debió gustar mucho lo que había, porque salió del vestuario con tres cambios preparados. Pablo Ramón, Michelin y Jeremy, prestos para entrar. Y, para hacerles hueco, retiró a Mario García, Mantilla y Aldasoro. Todo eso, unido a un cambio de dibujo. 3-5-2.
Pero el guion tampoco varió mucho. Sí que logró algo más de dominio el cuadro cántabro, pero tenía pinta que más por el decorado que por mérito propio. Y tuvo que ser Javi Castro quien evitase una ocasión rival. Una mala entrega de Íñigo Vicente habilitó a Baptistao y el centro del brasileño lo interceptó el madrileño antes de que la cosa acabase mal.
El Almería, con uno menos, le estaba pegando un meneo a un Racing que caía de nuevo en la desesperación. Porque el sonrojo estaba rondando. Un remate de primeras de Arribas se fue junto al poste, al lateral de la red. Al mismo sitio que el disparo posterior de Baptistao.
Pero mira, cuando menos lo merecía, llegó Jeremy a cambiar el partido. El lunes anterior estaba con un pie en Ceuta. Este domingo, en un minuto, se convirtió en uno de los máximos goleadores de la competición. Un chispazo de Íñigo Vicente puso al delantero en ruta hacia la portería, aguantó el hombro con hombro con Baba y fusiló a Andrés Fernández.
Cuando el Racing aún estaba asumiendo que se metía de nuevo el partido, iba a entrar de lleno en la contienda. Villalibre se plantó solo ante el portero. Le tiró a dar. Pero el rechace le cayó en la izquierda a Jeremy. Cuando anotó una semana antes contra el Ceuta hizo 'pop' y ahí ya no hubo stop. La volea desde fuera del área le salió al único hueco que había. Pegadita al palo. Certera para el dos a dos.
El chaval andaba desatado por Almería. Un jaguar estaba suelto. Lleva mucho tiempo a la sombra de Andrés Martín e Íñigo Vicente. Les ha visto. Ha aprendido. El camargués buscó la asistencia para el de Derio. El tiro del vasco, raso, lo agarró Andrés Fernández.
El tanto iba a llegar en la siguiente. Un centro magnífico de Michelin en una falta lateral lo iba a cabecear en el segundo palo Gustavo Puerta con su 1,72 de estatura. El colombiano iba a arreglar un estreno pobre con su nuevo equipo. Nadie se acordará de cómo jugó este día. Sobre todo si el Racing terminaba ganando, porque el Almería no había dicho su última palabra. El cuadro andaluz encontró el hueco en la zaga verdiblanca para que Arribas pegase un zapatazo centrado con la zurda que Ezkieta se quitó de encima con muchos apuros.
El equipo cántabro se había dado vuelta como un calcetín. Entonces sí, supo hacer lo que tenía que hacer. Manejar, jugar con la agonía del enemigo, tirar de paciencia, darle vueltas a la manija del reloj... Y aguantar el resultado atrás. José Alberto echó mano de otro que tenía los trastos empaquetados para buscarse la vida en otro sitio y, a última hora, tuvo que desembalar. Suleiman Camara sustituyó a Íñigo Vicente. El técnico y el extremo catalán se fundieron en un abrazo antes de entrar. Vuelve a ser uno más.
El Racing aguantó sin problemas. Un triunfo para alimentar la ilusión persecutoria, sin obviar que, en el primer duelo de la competición ante un rival directo, fueron muchas las cosas a mejorar. Pero como dice el manual discursivo del entrenador de fútbol, desde la victoria se construye mejor.
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