Sin noticias de la cantera
Ningún jugador de las secciones inferiores ha tenido minutos en lo que va de campeonato, ni siquiera cuando las bajas lo hicieron evidente | Pese al bajo rendimiento de muchos futbolistas de la primera plantilla, el Racing no mira ni al filial ni al juvenil
En la mayoría de los casos, la cantera es al fútbol lo que el populismo a la política. Por lo general, palabras vacías y bla, ... bla, bla. Aunque hay que reconocer que en el caso del Racing, el máximo responsable deportivo del club, Chuti Molina, nunca ha apostado verbalmente por las secciones inferiores, por lo que no es incoherente con el rendimiento que está dando la base verdiblanca en estos últimos tiempos. Si ya es difícil para un chaval formado en La Albericia llegar al primer equipo racinguista, incluso con el equipo en Segunda División B, ahora el salto se ha vuelto imposible. En toda la primera vuelta ni los canteranos ni los jugadores jóvenes de fuera de Cantabria que ha incorporado la dirección deportiva para el filial o el juvenil han tenido un minuto sobre el terreno de juego. Ni con Iván Ania ni con Cristóbal Parralo.
Molina siempre abogó por confeccionar una plantilla larga y con dos especialistas por posición. Y así lo hizo. 24 jugadores conforman el vestuario racinguista. Una cifra que cierra puertas a unos canteranos que tienen difícil dar una patada al portón desde un filial que simplemente cumple en Tercera División. Pero bueno, una temporada es larga y siempre se dan numerosas vicisitudes, ya sean físicas o punitivas. Sin embargo, a los chavales les ha dado igual y durante la primera vuelta se han producido algunas situaciones, cuanto menos, peculiares, que han evitado el estreno de alguno de los jóvenes de la base verdiblanca.
Ya en la primera jornada hubo una oportunidad muy clara para dar la alternativa. Frente al Málaga, Iván Ania no podía contar ni con los lesionados Nuha y Jon Ander ni con el sancionado Barral. David Rodríguez aún no se había incorporado al ritmo del equipo. Sin especialistas para la delantera. Y el técnico asturiano decidió, en lugar de buscar un ariete más abajo, colocar a un extremo como Karim Yoda para actuar de referencia ofensiva. El experimento resultó fallido. En ese caso, aunque no se ha formado en La Albericia, la opción natural era haber tirado de un Siverio que ya debutó el pasado curso con el primer equipo y que esta campaña es el máximo goleador del grupo III de Tercera División con 14 goles en 19 jornadas. Tresaco, por aquel entonces, seguía con problemas físicos. Pero ni con el mal rendimiento de los cuatro delanteros de la plantilla, los técnicos han decidido probar algo nuevo para tratar de sacar al equipo del atolladero.
Lucas Díaz, llegado del Oviedo, es el único jugador del filial que ha jugado con el primer equipo
Algo similar ocurrió en la segunda jornada, frente al Almería, aunque esta vez en el centro del campo. Con Rafa de Vicente apartado por el club antes de darle una salida por las desavenencias con Molina y Ania, el malagueño se quedó en la grada. Debutó Dani Toribio junto a Sergio Ruiz en un encuentro en el que el técnico asturiano no pudo contar ni con Mario Ortiz ni con Kitoko. Nkaka aún no estaba en la dinámica del grupo. Así que, sin mediocentros en el banquillo, sólo quedaba rezar para que no ocurriese una fatalidad que, como suele pasar en estos casos, ocurrió. Toribio cayó lesionado y Ania tuvo que tirar de imaginación. «Estaba previsto», dijo el entrenador, pero lo cierto es que la propuesta de un lateral izquierdo como Abraham Minero en el doble pivote resultó fallida y el Racing acabó empatando un partido que tenía controlado. Y futbolistas como Martín Solar -por citar a uno-, sin aparecer en la convocatoria.
O en la jornada 4, frente al Cádiz. Buñuel fue convocado por la selección sub 21 y Carmona no pudo jugar por una cláusula en el contrato de cesión del jugador procedente del club andaluz. Sin lateral derecho. Íñigo Sainz-Maza, que ya actuó en dos partidos de cierto nivel, y con nota, la pasada campaña, no fue la opción elegida. Ania, de nuevo, decidió reconvertir a un futbolista a una posición que no es la suya antes que mirar a La Albericia. Nico Hidalgo, que el curso anterior ya mostró su debilidad como lateral, fue la alternativa y el resultado también fue negativo.
Sin lateral izquierdo
También ha habido problemas con el lateral izquierdo ante las ausencias de Moi y Abraham Minero. Iván Ania optó por el diestro Buñuel para el flanco zurdo, sin éxito, y Cristóbal, en su estreno, eligió a Kitoko. El congoleño sí dio la talla. Pero aquí se da otra circunstancia. El lateral izquierdo titular del Rayo Cantabria, Jesús Puras, con experiencia en el primer equipo, no puede ascender de manera esporádica al Racing por su edad -mayor de 23 años-.
Sólo en la portería se ha mirado al filial y porque no quedó más remedio. Las lesiones de Luca e Iván Crespo dejaron un hueco abierto para que fuese cubierto por un Lucas Díaz que tampoco es canterano racinguista. Llegó el pasado verano, procedente del Oviedo, como una petición expresa de Iván Ania. Germán, formado en La Albericia, fue suplente durante esos dos encuentros en los que Luca no estuvo disponible.
Mario Ortiz es el único canterano que milita en la actual plantilla verdiblanca tras su etapa en el exilio
A partir de ahí, debido a la gran cantidad de futbolistas y pese al bajo rendimiento de muchos, las puertas del primer equipo han permanecido cerradas para unos chavales que han tenido que conformarse con poco más que entrenar de vez en cuando con los 'mayores' para completar las sesiones de trabajo. Ni siquiera en Copa del Rey, donde el aragonés Tresaco sí que fue convocado, pero no dispuso de minutos sobre el terreno de juego. En esta tesitura, sólo hay dos cántabros habituales en el once racinguista -de los tres que hay en la plantilla junto a Iván Crespo- y sólo uno de ellos se formó en la cantera verdiblanca, pero que regresó el pasado curso tras un largo periplo fuera de Santander. Se trata de Mario Ortiz, que junto con el astillerense Sergio Ruiz -que llegó al Racing en el filial- son los únicos futbolistas de la tierruca con protagonismo en el equipo cántabro.
Además de olvidada, la cantera racinguista sigue buscando una estabilidad absolutamente necesaria para poder crecer y dar frutos. Una calma que no ha vuelto a tener desde que abandonó el cargo de responsable Santi Gutiérrez Calle tras un cuarto de siglo al frente. Desde entonces, se han ido sucediendo nombres y en apenas dos años de Chuti Molina al frente de la parcela deportiva en el Racing, ya ha habido dos coordinadores diferentes. Su apuesta fue un desconocido y poco conocedor de la realidad del fútbol cántabro, Guillermo Fernández Romo. Su dimisión, apenas dos meses después de su llegada, llevó a Molina a encargar el área a alguien de la región como Justo Sisniega.
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