El Racing, una sangría en defensa
Líderes en solitario, los verdiblancos firman registros de goles en contra propios de los equipos del descenso
No por habitual deja de ser extraordinario lo del Racing. La supuesta forma de jugar de este equipo ha acostumbrado al personal a que se ... le caigan los goles –por aquí y por allá– y en esas anda, disfrutando de su condición de líder de la categoría, pese a que solo al colista, el Zaragoza, y al Albacete, le marcan más goles. Inaudito.
Ha encajado 21 tantos en 13 jornadas, casi dos por partido, unos registros mucho más propios de un equipo de puestos de descenso que de un aspirante a ser campeón. Basta con echar un somero vistazo a la clasificación actual en Segunda División para comprobar que tan solo el mencionado Zaragoza, farolillo rojo, le supera en goles encajados en la zona roja (Mirandés 21, Cultural Leonesa 19 y Granada 18). Pero es que la envergadura del desaguisado vuelve a ponerse de relieve si se compara con los rivales directos, los que pelean el ascenso. Con ellos, el Racing gana por goleada, nunca mejor dicho, ya que salvo al Almería, que con 18 juega a la ruleta rusa como los de José Alberto, al resto o los dobla o prácticamente. El Deportivo subiría a Primera División esta semana con el Racing si se acabase la Liga y ha recibido 12 tantos. Es decir, una diferencia que hace arquear las cejas. Las Palmas y el Cádiz, en plazas de play off, han encajado 9 y 8, respectivamente, lo que facilita mucho su posibilidad de sumar puntos se mire por donde se mire. El otro, el sexto en discordia, es el Valladolid que con otros 12 goles en su portería vuelve a poner colorado a un Racing que es todo un caso de estudio.
Tres goles idénticos
1-1
Falta que bota Manu Fuster, especialista a balón parado, desde la izquierda del ataque canario, la derecha del Racing, y remate de Mika Mármol en el segundo palo sin oposición y con Ezkieta haciendo la estatua.
2-1
De nuevo, Las Palmas ataca por la banda izquierda y esta vez es Pejiño, a quien su entrenador lo cambio de flanco para que atacase a pierna natural.Pase con la zurda y de nuevo Mika Mármol se adelanta a su marcador y anota.
3-1
Pejiño ataca nuevamente y encara a Michelin, el lateral derecho del Racing. Arma la pierna izquierda y saca un nuevo centro, idéntico a los anteriores, que va directo al segundo palo para que Ale García anote el tecero.
Es difícil encontrar algo similar a lo de los cántabros. Desde luego en el fútbol español no lo hay, puesto que ningún equipo que sea líder a estas alturas en las Ligas profesionales o semiprofesionales es a la vez uno de los dos o tres peores en cuanto a goles en contra. Su colega entre líderes en la Primera División, el Real Madrid, no llega a tantos goles anotados como los cántabros, pero tan solo ha recogido la pelota 10 veces en su portería.Y qué decir del Barcelona, que es segundo y con 32 goles sí supera al Racing en la tabla buena, pero en la mala, la de los goles en contra, tan solo refleja un saldo negativo de 15. Muy por debajo también que los racinguistas.
¿Qué le pasa al Racing que no frena esta sangría? No es raro escuchar a José Alberto decir lo mismo en cada rueda de prensa, pero nadie da con la tecla. Dos porterías a cero en 13 partidos es del todo paupérrimo.
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La fotografía es mala en general y peor en particular; el Racing ha encajado en cuatro jornadas dos goles y en otras dos, tres o más. En decir, en la mitad de lo que ha jugado para ganar ha necesitado tres o más goles. Con estos datos, es complicado saber qué es más difícil de entender, que sea líder o que realmente en defensa tenga un problema.
Tan solo ha repetido la línea de retaguardia en cuatro ocasiones, tres de ellas en las últimas jornadas, cuando parecía que con Facu y Pablo Ramón había logrado, por fin, la pareja de centrales que buscaba. Agua. En el Estadio de Gran Canaria ellos dos, junto al resto, recibieron tres goles exactamente idénticos, con un centro lateral y un remate en el área pequeña, que sonrojaron al equipo. Cada semana se abre el debate sobre qué hacer para frenar algo que no tiene explicación. Al menos, ni el entrenador ni los futbolistas han dado una convincente. Los rivales del Racing ya saben por dónde sangra y, por el momento, nadie lo puede remediar.
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