Racinguistas en ruta rumbo a Cartagena

El miércoles el club comentó que ya había vendido más de 300 entradas para el partido. Y es que hay que tener en cuenta que el Racing anunció esta semana que la entidad y los propios jugadores habían decidido abonar las localidades -con un precio de 20 euros cada una- de los aficionados que viajen a Cartagena para contar con su apoyo en este partido, que es clave para lograr los intereses del equipo. Incluso devolverán el importe a los racinguistas que la hayan comprado antes de que se hiciese el anuncio de que el coste de las localidades corría a su cargo. Un regalo de 20 euros por cabeza que no todos necesitan, pero que todos valoran. Un símbolo. Una forma de decir: 'Os queremos allí'.

Uno de los primeros en ponerse en camino fue David Serrano (Vitoria, 1984). Este voluntario del club y racinguista «desde el corazón», el martes por la mañana ya iba en dirección a Cartagena. Él lo tenía claro desde el inicio de temporada. «Mi decisión de viajar la tomé al principio del curso. Coincidiendo con mis libranzas y vacaciones organizo del orden de media docena de las salidas más lejanas de Santander, porque eso me facilita organizar los traslados por carretera, tren o avión», cuenta durante una de las etapas de su viaje. David no es de los que se apuntan por el incentivo de la localidad gratis, él ya había comprado su entrada a través de la peña Nukleo Asón. Eso sí, el Racing le devolverá el importe. «Es una muestra más del compromiso del club con los aficionados. Es un día especial para nuestras madres y lo celebramos con ese detalle de la entrada gratuita. Somos una afición imprescindible para llevar al Racing a lo más alto», insiste.

Este desplazamiento lo hace solo, aunque ha quedado con miembros de la Peña Racinguista de la Comunidad Valenciana. Viaja siempre que puede y nunca abandona al Racing, en casa tampoco. Es voluntario en los partidos que se disputan en El Sardinero y miembro de varias peñas, en concreto de Concanos y de Nukleo Asón. «Mi apoyo es incondicional en los buenos tiempos y en los no tan buenos, que también los hemos vivido y padecido», dice.

David se ha montado un itinerario que aprovecha el puente del uno de mayo. Salida desde Santander el martes 29 en autobús con parada en Madrid, AVE a Alicante, un par de días en Murcia y llegada a Cartagena en tren. «Todos los racinguistas nos buscamos los recursos necesarios para trasladarnos y apoyar al equipo aunque suponga dormir en una autobús, avión, desplazamientos con las peñas o coches particulares», explica.

Aunque por una ruta diferente, también viaja a Cartagena Natalia Serrano (Palencia, 1984). Esta aficionada verdiblanca afincada en Bilbao es la presidenta de la primera peña racinguista del País Vasco, Txirimiri Verdiblanco. La logística no ha sido una tarea fácil para ella, que además viaja sola con su hija de dos años, Lara. «Es un poco complicado», confiesa. Pero no dudó a la hora de hacer las maletas y acompañar a su Racing, que además le devuelve el dinero de las entradas.

Dicho y hecho. Cogió un vuelo Bilbao-Alicante y su primo fue a recogerla al aeropuerto para después ir en coche hasta Cartagena. Verán el partido los tres juntos. «Pasar el Día de la Madre allí será emocionante, porque a mi niña le dicen: '¿De qué equipo eres?' y dice: 'Del Racing'. Así que yo estoy criando el racinguismo en Bilbao. Racinguismo de cuna». Precisamente, su peña, Txirimiri Verdiblanco, celebra su tercer aniversario el próximo día 18 en Barakaldo, en la Casa de Cantabria, con entrada libre para todos los racinguistas que se quieran acercar.

En Cartagena esperan encontrarse con los jugadores antes del encuentro. Tienen pensado comer cerca del hotel donde se concentra el equipo y acercarse para poder transmitirles el aliento de quienes se cruzan media España para verlos ganar. «Espero que nos vayamos con buenas sensaciones y si suman tres puntos, pues regalazo», comenta. Y si no lo hacen tampoco pasa nada. «Sin quejas. En las duras y en las maduras. Cuando estaban ahí abajo también estuve siempre. Entonces éramos mi marido y yo», recuerda.

Su pareja, también racinguista, falleció recientemente. Juntos hicieron muchos desplazamientos. Ahora los hace con su hija. Es su manera se seguir adelante. «Este año fuimos a Tenerife y lo mismo, organizamos vacaciones con el fin de semana que cuadraba». Natalia es socia del Racing desde hace cinco años, pero lleva toda la vida acompañándolo. Ha vivido buenos momentos, ascensos, y también partidos para olvidar. El domingo espera que toque lo primero. «Este año no he podido hacer muchos desplazamientos, así que como tengo mono de Racing me lié la manta a la cabeza». A veces se gana. A veces se pierde. Pero siempre se viaja. Siempre se está.

La ilusión que persigue al Racing se mide también en aviones, trenes, coches compartidos y horarios encajados entre obligaciones laborales y personales. Se mide en niñas que gritan: «¡Del Racing!», en mitad de un aeropuerto y en madres racinguistas que celebran su día con una camiseta verdiblanca al sol del Mediterráneo. En Cartagena no solo se juega un partido, se celebra una forma de estar en el mundo. La que dice que el Racing no viaja solo. Nunca.