El reto de ascender desde el quinto puesto
Desde la plaza en la que ha quedado clasificado el Racing han subido a Primera tres equipos en catorce temporadas
El Racing de José Alberto ya ha roto bastantes hitos. Ahora le toca afrontar otra estadística desfavorable. Quinto en la clasificación del campeonato regular, desde ... ahí tendrá que afrontar la lucha por el ascenso a Primera División. Y los antecedentes le ponen en la plaza menos favorecida. En los catorce años anteriores con el actual formato de play off, el quinto sólo ha ascendido en dos ocasiones. Pero la jerarquía no asegura nada, porque es el sexto el que más veces lo ha logrado, con cinco.
Ha sido en las campañas 2017-18 y 2018-19 cuando el quinto se impuso a los demás en la carrera. En el primero de esos cursos, fue el Valladolid el que lo logró. El conjunto pucelano finalizó la Liga regular con 67 puntos -cuatro menos que los cosechados por el Racing esta temporada-, a ocho del ascenso directo y dos por encima del séptimo puesto. La primera eliminatoria le emparejó con el cuarto, el Sporting. Venía en buena dinámica, con cinco victorias, un empate y una derrota en los últimos siete encuentros. Y subió con solvencia. Le endosó un 3-1 al cuadro asturiano en Zorrilla y volvió a ganar en la vuelta en El Molinón (1-2). En la final se vio las caras con el Numancia, que había sido sexto y que apeó al tercero, el Zaragoza. El emparejamiento quedó sentenciado en Los Pajaritos, con un 0-3 para los blanquivioletas. En Valladolid, puso el broche con un empate a uno.
Una temporada después, se repitió la situación. Esta vez con el Mallorca como protagonista. El cuadro balear cerró la Liga regular con 69 puntos, a diez del ascenso directo y con cinco sobre el séptimo. En el caso de los de Vicente Moreno, llegaron con bastantes más dudas a la fase decisiva. Sólo una victoria en los últimos cinco encuentros. Dos empates y dos derrotas. Jugó con fuego en sus dos eliminatorias, pero salió adelante. Primero, al eliminar al Albacete, cuarto, en la semifinal. El 2-0 de Palma fue suficiente pese al 1-0 para los manchegos en el Carlos Belmonte. Como le sucedió al Valladolid, la final iba a ser también entre quinto y sexto. En este caso, el Deportivo, que se había deshecho del Málaga. Ganaron 2-0 los gallegos en la ida, en Riazor. Parecía encaminado el ascenso, pero el Mallorca le hizo un 3-0 en su estadio que dio la vuelta a la final por subir a Primera División. El gol decisivo lo anotó el exracinguista Abdón Prats.
El tercer caso tiene un matiz importante. Fue en la 2010-11, justo nada más implantarse el actual formato de ascenso a Primera División. Subió el que quedó quinto clasificado, aunque era el segundo mejor clasificado de los contendientes. Ante la imposibilidad de ascender del Barcelona B, que finalizó como tercero, participaron en el play off del cuarto al séptimo. El Granada, quinto, se llevó el gato al agua. El cuadro nazarí, con el exracinguista Fabri en el banquillo, terminó el curso con 68 puntos, a once del ascenso directo y con ocho de ventaja con respecto al séptimo en la tabla. Aunque habían entrado en la fase definitiva con solvencia, los rojiblancos cerraron la campaña con dos empates. En la semifinal el rival fue el Celta, que se llevó el triunfo en Balaídos por un gol a cero. El resultado se repitió en Los Cármenes. Y la eliminatoria se fue a la prórroga, que tampoco dilucidó el ganador. Así que llegó la tanda de penaltis. Ahí, los andaluces se impusieron 5-4. El Granada iba a subir a Primera División ganando únicamente un encuentro en el play off. Ese último. Porque en la final, contra el Elche, que había sido cuarto, los dos partidos se saldaron con empate: 0-0, en Granada y 1-1, en el Martínez Valero. Así que el tanto marcado por Ighalo a domicilio le dio el ascenso a los nazaríes.
Es verdad que en la 2021-22 se cambió la normativa del play off para darle una ventaja más a los mejores clasificados. Se quitó el valor doble de los tantos a domicilio y, en caso de empate al final de la prórroga, el pase sería para el mejor clasificado en la Liga regular. Aunque en esa temporada no surtió efecto, porque fue el sexto, el Girona, el que iba a subir a Primera División. Las dos siguientes campañas ascendió el cuarto, pero no hizo falta echar mano de la nueva normativa.
En el balance general de las posiciones, la cosa está bastante repartida. Se suele decir que los que entran en sexta posición tienen a su favor el entrar en la fase de ascenso directamente peleando, sin tiempo para el relajo. Y las cifras, de momento, sustentan ese argumento, porque en cuatro ocasiones, de catorce, han sido los que han ascendido. Terceros, cuartos y quintos lo han conseguido en tres ocasiones cada uno. Y una vez lo hizo el séptimo, por un caso similar al de la 2010-11, ya que el Barcelona B fue tercero y participaron en la fase de ascenso del cuarto al séptimo. Ese último clasificado fue el Córdoba, que iba a subir a Primera División.
El Racing ha entrado quinto, pero jugándose la clasificación hasta el último momento y, además, en unas circunstancias que deberían hacer que el equipo de José Alberto llegue a la cita con la flecha hacia arriba. Ahora es el momento de demostrarlo.
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