María Berasarte
La cantante donostiarra recala mañana en el Casyc para el estreno absoluto de su quinto disco, 'Estadía', en la programación de la UIMP
En su tierra, San Sebastián, María Berasarte (1978) ultima los detalles de la importante cita que tiene mañana en Santander (20.00 horas). Aquí, en ... Escénicas Casyc, dentro de la programación cultural de la UIMP, estrenará su quinto disco, 'Estadía', una ruptura, un salto, un cambio de registro de todo lo que venía haciendo hasta la fecha.
-Viene con un quinto disco que a la vez es una carta de presentación diferente a todo lo anterior. ¿Qué camino ha recorrido para llegar a este punto?
-Creo que es una experiencia diferente, más allá de lo musical. Este disco lo vi siempre como entrar en una película. Como imaginarse lo que pasa en las diferentes estancias de un hotel a las que yo le pongo la banda sonora.
-De hecho, la imagen del trabajo tiene relación con los carteles cinematográficos y parte de una figura concreta.
-Sí, está inspirado en Wong Kar Wai, en sus películas 'In the Mood for love' y '2046'. Tiene una vocación a esa estética, a ese misterio, a eso que sucede en las vidas de los otros.
-¿Plantearse un acercamiento tan diferente ha hecho que todo lo que ha venido detrás también sea distinto?
-A mí me gusta, cuando voy a abordar un trabajo así, que va a quedarse discográficamente registrado, que sea algo en donde haya habido un trabajo de laboratorio, de desarrollo, de exploración, de ir hacia algo nuevo también en mí. Descubrir nuevas maneras de expresión. Le he dado mucho lugar a todo lo sensorial, también a la estética, a la manera de presentarlo. Me gusta ver mi profesión más allá y creo que debemos siempre correr esos pequeños riesgos para ofrecer lo mejor que tiene. Hay muchísima música últimamente por todas partes, y la originalidad de cada uno tiene que surgir. Eso es básicamente lo que me mueve.
-Ser original en ese mercado que menciona es una ardua y difícil tarea.
-Siempre, lo que pasa que yo llevo dedicándome a la música desde que nací; con danza desde los 5 años, solfeo, luego canto a partir de los 13... Entonces para mí es como una comunicación natural y es parte de mi vida. No lo veo como un trabajo, sino como un lugar donde poder desarrollarme, crecer, emocionarme, mostrar rincones del alma, por decirlo de alguna manera y compartirlos para que también eso haga que las personas sientan cosas. Conquistar el corazón través de imágenes y de sonidos.
-Podríamos decir que además de cinematográfico, ¿hay un punto teatral en la traslación al directo?
-Sí, pero tampoco lo voy a llevar a ese lugar. Trato de buscar su propia naturalidad. Lo he trabajado con dirección actoral, pero en realidad es más que nada para que en la dramaturgia tengan sentido las pequeñas ideas, detalles del concierto. Pero tampoco quiero ponerlo difícil al público. Creo que tiene que respirar y a medida que pasen los conciertos pues pues irá tomando su propia forma.
-'Estadía', que es el título, hace referencia a una parada o a un tiempo de permanencia, pero lo suyo es movimiento constante.
-Sí, siempre. Al final soy yo, es mi espíritu, mi necesidad de explorar, de ver qué hay más allá y dejarme llevar para sorprenderme también. La música, si le das espacio va requiriendo, te va te va guiando de alguna manera. Ahí es donde me gusta estar, y de donde saco algo especial.
-¿Este trabajo surge de una pausa vital?
-Es un trabajo disruptivo, que no es que yo vaya a cortar con todo lo anterior, lo que he hecho, simplemente aportar una información, muestro unas cosas que antes igual no las conseguía materializar. Es también un regalo que me he hecho a mí. El disco que yo quería, que me había imaginado, y a partir de ahí pues también un poco sorpresa para todos.
-En su banda hay músicos de Caracas, Salamanca, Teherán... Muchos matices.
-Sí, los músicos con los que yo he contado para este disco son músicos de una gran calidad y sensibilidad. La verdad es que son mi gran fortuna. Para hacer algo así tan delicado, se necesita gente que aborde de ese modo los arreglos, la producción, todo. He contado con un equipo increíble y esa también es como mi vestimenta. Solamente por ellos vale la pena venir al concierto, escuchar el disco.
-¿Por qué va a estrenarlo aquí?
-Pues porque el programador conocía otros trabajos míos y quiso confiar. Fue rápido en dar la fecha. Me apetece un montón que esté en Santander, me parece algo cercano en este norte nuestro.
-Ha recorrido infinidad de escenarios de todo el mundo. Con esa perspectiva, ¿como respira el sector musical ante propuestas tan personales como la suya?
-Si hablamos de España, pues no es un país para este tipo de trabajo. Luego nunca se sabe, pero creo que no estamos acostumbrados a miradas vanguardistas, sobre todo en la música. Quizás más en la danza, en contemporáneo, se arriesga más. Hay gente que me ha dicho que es un disco que parece venido de fuera. Aquí estamos acostumbrados a que lo que se representa en el escenario es lo que el público quiere o espera. Y lo que yo ofrezco es algo que pueden esperar de mí, evidentemente, pero siempre hay un plus de misterio.
-Curiosamente, en otros países ha sido alabada como una artista que podría ser de allí, como el caso de Portugal.
-Es que de repente puedes estar cantando en Hong Kong dos días seguidos y has llenado 700 butacas los dos días. Y no te han visto, no son fans, pero de repente escuchan algo y se llena de gente curiosa que no se lo quiere perder y que van más por las sensaciones que por si sales en la tele o no sales en la tele.
-¿Ha hecho mucho daño el enfoque mediático de la música?
-Te voy a poner un ejemplo muy sencillo; cuando te preguntan a qué te dedicas y dices eres cantante, en España la gente no sabe muy bien si cantas bien, si cantas mal o qué haces o dejas de hacer. En otros países te preguntan un montón de cosas, pero ser cantante significa que eres una profesional de la música.
-¿Con qué sensaciones se afronta un estreno como el que va a protagonizar aquí; hay más nervios, más responsabilidad, más curiosidad?
-Pues las tres cosas, nervios, curiosidad, un poco de todo, lo que pasa que como te digo, voy con unos músicos increíbles y esa energía se comparte y se contagia. El repertorio es muy bonito, muy inesperado, muy fácil y tiene algo especial.
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