El plan de bajas incentivadas de Bridgestone deja 166 salidas voluntarias en Puente San Miguel

Según detallaron fuentes sindicales, las prejubilaciones ofertadas a los mayores de 55 años han seducido a prácticamente la totalidad del personal en esa franja de edad en Reocín, 36 de los 37 personas englobadas en este colectivo. Esta fórmula, defendida por el comité de empresa durante el proceso de negociación y que inicialmente no había sido planteada por la multinacional de neumáticos, habilita un sistema de rentas con el que seguirán cobrando el 80% de su salario hasta los 64 años y manteniendo su base de cotización actual, con revalorizaciones anuales del 2%. En este sentido, 22 operarios de producción; dos de mantenimiento; y otros 12 de oficinas y laboratorio han optado por esta despedida pactada con la compañía.

En cuanto al resto de los voluntarios para decir adiós a Bridgestone en Cantabria, el total llega a 130, de los cuales 98 están englobados en el área de producción; 13 en mantenimiento; y otros 19 en oficinas. A esta parte de la plantilla le corresponderá un incentivo de 30.000 euros extra más la indemnización consensuada de 45 días pagados por año trabajado, sin límite de anualidades.

Unas condiciones ventajosas que ya no son habituales en este tipo de procesos de despido colectivo que ha convencido a los indecisos, especialmente ante la alta probabilidad de que, en caso de no tomar dicha propuesta, fueran incluidos en el ERE. Eso sí, sin los mencionados 30.000 euros de prima.

Cabe recordar que, tras las negociaciones entre Dirección y sindicatos, la cifra total de rescisiones contractuales en Cantabria se detuvo en las 188, el 45% de la plantilla. Es decir, que las posibilidades de verse afectado por el expediente de regulación eran elevadas.

De hecho, este contexto ha favorecido las adhesiones voluntarias, especialmente entre aquellos empleados que no tenían la edad suficiente para quedarse fuera del ERE, una potestad limitada a los operarios por encima de los 53 años que no pudieran optar a las prejubilaciones.

Así las cosas, restan otros 22 compañeros que deberán salir de la planta de Puente San Miguel a través de despidos forzosos. El centro cántabro quedará así reestructurado con un personal de 230 personas y sólo dos turnos, para centrarse en la fabricación de neumáticos agrícolas, una vez retirada la línea de cubiertas de camión, por la que la compañía apostó en 2018 con una inversión superior a los 30 millones de euros.

En el caso vasco, el trauma igualmente se ha vuelto algo más fácil de digerir tras la oferta final realizada por la empresa hace dos semanas. Tanto que 234 empleados habrían optado por acogerse a las prejubilaciones ofrecidas y a la baja voluntaria para asumir los 232 despidos fijados por la compañía.

En Basauri, prácticamente todos los efectivos en edad de prejubilarse han cogido la oferta de la empresa. Este centro de trabajo igualmente ha conseguido mayor carga de producción a futuro, puesto que fabricará 100.000 unidades anuales más, como mínimo, de las que tenía antes de empezar a negociar el despido colectivo.