Las olas del tsunami «viajan como un avión a reacción»
Afectarán a las costas del Pacífico durante horas y podrán variar entre un oleaje de tres metros de altura en Japón a leves oscilaciones de veinte centímetros en el nivel del mar en México
M. Pérez
Miércoles, 30 de julio 2025, 12:18
Las olas causadas por el terremoto de Kamchatka han alcanzado velocidades propias de un «avión a reacción», según ha explicado en la BCC Chris Elders, ... especialista en Geología de la Universidad de Perth (Australia). Desde que el tsunami se generó en el extremo oriental ruso, sobre la una de la madrugada en España, hasta que su primera onda ha sido detectada poco antes de las 9.00 horas de este miércoles en aguas de Hawai han transcurrido unas ocho horas, que es «aproximadamente el tiempo que tomaría volar hasta allí en un avión a reacción», ha señalado el profesor en el programa 'Today'.
El movimiento telúrico ha tenido una magnitud de 8,8 grados en la escala Ritcher. Es uno de los diez más potentes que ha sacudido el planeta desde que existen instrumentos para medirlos. En 2004, un temblor submarino de 9,1 grados en el océano Índico se convirtió en el más letal de la historia. El tsunami que generó mató a 280.000 personas en Indonesia, la mayoría ahogadas y arrastradas por las aguas, En 2011, otro movimiento de igual intensidad en Tohoku arrasó la costa de Japón, provocó 15.000 muertes y el desastre de Fukushima. Los japoneses han vuelto a revivir este miércoles dramáticamente el accidente de la planta nuclear, cuando las autoridades han ordenado evacuar a todo el personal. Sin embago, nada es igual que entonces. Las olas que llegan hoy a su costa tienen una cota máxima de tres metros de altura.
El tsunami continuará expandiéndose por el Pacífico durante horas. Será perceptible en todas las costas bañadas por el océano, eso sí, con diferentes grados de tensión. En Hokkaido las olas han saltado ligeramente los muros portuarios. En México solo se producirán ligeras oscilaciones en el nivel del mar durante la marea alta, menores de veinte centímetros, por lo que es muy difícil que nadie se percate de que está ante un tsunami.
Los efectos en California serás algo más notorios esta tarde y mañana, jueves, se dejarán sentir en China. Todo ello representa una idea de las formidables fuerzas desatadas por el movimiento sísmico y las masas marinas desplazándose.
Alrededor de la península de Kamchatka no habrá paz en varios días. Después del terremoto principal se han contabilizado ya medio centenar de réplicas. De ellas, una decena han oscilado entre los 5 y 7 grados; es decir, no son una broma. En otro lugar poblado hubieran causado daños graves y el pánico en la población. Pero también es cierto que estos últimos distan del original hasta el extremo de que liberan ochenta veces menos energía. Si has soportado el primero, los últimos ya solo desordenan los sentidos cuando el suelo tiembla. Que se lo pregunten a la joven peluquera de Petropávlovsk-Kamchatski que se ha hecho viral en las redes por seguir cortando el pelo en la calle tras la alarma inicial.
Las réplicas no son leves; solo subrayan que el megaterremoto fue catastrófico y que la distancia, profundidad del epicentro y localización en un lugar muy poco habitado han impedido una tragedia, En cualquier caso los miles de vecinos de la región seguirán experimentando temblores y movimientos repentinos de lámparas, puertas y objetos.
El fenómeno ha tenido lugar en una de las zonas de mayor inestabilidad del planete, perteneciente al Cinturón de Fuego del Pacífico, con una frecuente actividad sísmica y 160 volcanes que todavía no se han apagado. En esta península se encuentran las placas de Okhotsk y el Pacífico en constante rozamiento. Todo ello dota a esta parte de la corteza terrestre de una volubilidad extrema.
Las dos capas sufren desde tiempos inmemoriales un movimiento de subducción permanente. Sin embargo, no se trata de un deslizamiento de una bajo la otra constante. Están sometidas a fricción y, por lo tanto, acumulan una gran tensión. El proceso se mantiene durante largo tiempo hasta que la presión se hace tan alta que salta la ruptura. El anterior seísmo de parecida intensidad ocurrió en 1952. El pasado 21 de julio, hace una semana, un temblor ya puso sobreaviso a los expertos.
¿Por qué sucede un tsunami tan fuera de serie? La explicación científica es prolija en factores, Pero de una manera muy sintetizada, existe un primer elemento que es la superficie de la placa desplazada. Los primeros estudios apuntan a que el área afectada en Kamchatka podría medir unos 60.000 kilómetros cuadrados, algo más de una décima parte del territorio de España. La segunda razón es que, mientras una lámina ha descendido hacia la corteza, la otra se ha elevado, consiguiendo un efecto parecido al de una inmensa paleta empujando súbitamente enormes masas de agua.
La principal cualidad de estas olas es que nacen prácticamente submarinas, en su viaje iniciático alcanzan poca altura en superficie, aunque luego crecen a medida que se desplazan sobre el lecho marino y enfilan un plano ascendente hacia la costa. Estados Unidos cuenta con una amplia red de sensores submarinos y, tras los desastres de Japón e Indonesia, se ha mejorado mucho en la detección y seguimiento los tsunamis. La información, como ha sucedido este miércoles, permite enviar alertas y buscar cómo ponerse a salvo.
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