Israel ordena atacar el aparato de seguridad de Irán para «desestabilizar» al régimen

Katz informó este viernes sobre las nuevas directrices que ha dado al ejército israelí, al que ha ordenado comenzar una campaña específicamente dirigida contra el aparato de seguridad nacional de Irán. Sin olvidar, eso sí, el objetivo nuclear, el argumento que utilizó para el inicio de la ofensiva. La medida fue compartida en una reunión con el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir. El ministro mencionó, en concreto, al Basij –la fuerza paramilitar fundada en 1979 por el primer Líder Supremo, Ruholá Jomeini– como una de las piezas a cobrarse y emplazó a los militares a «atacar a todos los símbolos del régimen y a sus mecanismos de opresión». El Gobierno de Tel Aviv quiere ir contra «la base de poder» de la república islámica y eso incluye a la Guardia Revolucionaria, de la que depende la seguridad interna persa.

Ya el 13 de junio, cuando Israel lanzó la actual ofensiva, el ejército hebreo trató de descabezar la cúpula militar de Teherán, con el asesinato de tres generales. La cifra se eleva una semana después a once. El Ejecutivo de Benjamín Netanyahu ha intensificado en este tiempo su discurso sobre la necesidad de un «cambio de régimen» en Irán y el mensaje de que mientras Jamenei siga vivo no será posible la paz. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien Tel Aviv presiona para que se implique en una guerra, llegó a advertir al Líder Supremo: «No lo vamos a matar, de momento».

El ministro explicó este viernes que los avisos a la población de Teherán para que evacúen «en masa» la ciudad es parte también de la estrategia hebrea para «desestabilizar al régimen y aumentar la disuasión en respuesta al lanzamiento de misiles». Las Fuerzas de Defensa israelíes aseguraron que ya a principios de semana bombardearon las sedes de la seguridad interna iraní y de su unidad especial ubicadas en la capital persa, donde nadie se siente ya seguro. Australia, Suiza y el Reino Unido son los últimos países que han vaciado allí sus embajadas y han ordenado la salida del personal diplomático de territorio persa.

El jefe del Estado Mayor israelí no se anduvo con rodeos y en una declaración en vídeo pidió a la población que se concienciara de que la operación contra Irán será «prolongada». «Nos preparamos para diversos posibles acontecimientos. Nos hemos embarcado en la campaña más compleja de nuestra historia», aseguró Zamir antes de advertir de que se avecinan «días difíciles». Este viernes fue otra jornada complicada en territorio hebreo, donde murió una mujer, de 51 años y que sufrió un ataque cardiaco cuando trataba de refugiarse, y más de veinte personas resultaron heridas, tres de ellas graves, por los misiles iraníes y la onda expansiva causada por las explosiones. El norte (Haifa) y el centro (Gush Dan y otra vez Bersheba) del país se llevaron la peor parte de una acción en la que Tel Aviv volvió a sugerir que la república islámica habría utilizado bombas de racimo entre la veintena de proyectiles lanzados.

El cruce de ataques ha causado en ocho días 24 víctimas mortales en el lado hebreo y 224 en el iraní. La cifra de heridos pasa del millar en cada territorio. Y la población de ambos países teme que el conflicto sólo acabe de empezar. El miedo a una guerra con la implicación de Estados Unidos –cuyo presidente se ha dado dos semanas de plazo para negociar un acuerdo nuclear con Teherán, un anuncio que incluso hizo que Wall Street abriera su última jornada al alza– hizo que miles de personas salieran este viernes a las calles de diversas ciudades de Oriente Medio, desde Teherán a Bagdad, Beirut o Saná, para denunciar la ofensiva israelí y mostrar su apoyo al régimen de los ayatolás. 'Sacrificaré mi vida por mi guía', decía una pancarta en referencia a Jamenei, y no era el único mensaje a favor del Líder Supremo, en el poder desde 1989.

Israel, sin embargo, quiere su cabeza y, aunque ese sea ahora su principal objetivo, no detiene su ofensiva contra Hezbolá y Hamás. El ejército hebreo afirmó este viernes haber iniciado una ola de bombardeos sobre el sur de Líbano contra «instalaciones militares» del grupo proiraní. También anunció el fallecimiento del jefe de finanzas de la milicia palestina y asesor del exjefe adjunto de su ala militar, Marwan Issa, durante un ataque aéreo contra el centro de Gaza. Allí, en el enclave, se repitió otra jornada mortal junto a los centros de reparto de ayuda humanitaria, con 31 muertos por disparos israelíes. La falta de algo que llevarse a la boca no es el único problema en la Franja. La ONU ha advertido de que el sistema de agua potable se encuentra al borde del colapso.