La corrupción lleva a Díaz a confrontar cara a cara por primera vez este miércoles con Sánchez

Díaz cogerá las riendas de la portavocía en la primera intervención de Sumar tras la intervención inicial de Sánchez. Algo inédito para un miembro del Ejecutivo –siempre se suele reservar al portavoz oficial, actualmente Verónica M. Barbero, y a los adjuntos– que solo tiene como precedente la sesión de investidura del dirigente socialista en noviembre de 2023.

De las balas de fogueo al fuego amigo, esta vez, el tono de la líder gallega será mucho más grave que entonces. Pese a que en las últimas semanas ha manifestado su «profundo malestar» por la respuesta del PSOEa los supuestos casos de corrupción que atenazan al partido –la última de ellas, la semana pasada, cuando mostró su enfado durante la cumbre de la ONU en Sevilla–, Díaz siempre ha manifestado una posición de total lealtad hacia el socio mayoritario en sus intervenciones que se producen dentro del hemiciclo.Reservando las críticas más duras a otros diputados de su bancada, como la propia Barbero o el portavoz de IU, Enrique Santiago. Y las suyas, al ámbito extraparlamentario.

La vicepresidenta, que en las últimas sesiones de control en la Cámara baja ha defendido alEjecutivo de coalición frente al cerco que le ha tendido el PP, que le reprocha ser «cómplice de la corrupción del PSOE», se ha visto forzada a dar este paso adelante para poner tierra de por medio frente a ese estigma mientras mantiene la intención de continuar en el Consejo de Ministros –la línea roja, dicen, es que aparezca pruebas de financiación ilegal del PSOE o que impliquen a Sánchez.

Será, por tanto, un salto cualitativo después de que los magentas hayan mantenido desde hace meses que su socio les esta «desairando», antes incluso que se revelara el explosivo informe de la UCO que relacionaba a Santos Cerdán, con la 'trama Koldo'.De hecho, en la reunión de la bautizada como comisión de seguimiento del pacto de coalición, la delegación de Sumar exigió a los socialistas «dejar de bloquear» sus iniciativas en el Congreso. Díaz, insistirá este miércoles en el «giro social a la legislatura»y en la creación de una agencia anticorrupción, entre otras medidas.

En Podemos, por su parte, no esperan nada de la comparecencia del presidente y su líder, Ione Belarra, cree que la jornada «será decepcionante». Los morados creen que el líder socialistas anunciará «medidas cosméticas» para «sobrevivir» a la llegada del verano. «Sánchez no es ni será parte de la solución anuncie lo que anuncie. No puede pilotar el proceso de regeneración democrática», ha zanjado Belarra en rueda de prensa en el Congreso.

Podemos aspira a armar una alternativa que suponga un 'sorpasso' al PSOE como estuvo a punto de producirse en las generales de 2016, cuando los morados se quedaron a apenas 300.000 votos de los socialistas, un escenario que, sin embargo y a tenor de las encuestas, es un escenario que se avecina lejano. «La solución no pasa por una moción de confianza o una moción de censura, sino construyendo una alternativa al bipartidismo. Lo que ocupa el debate parlamentario no son los temas que oreocupan a la gente, como la vivienda, sino los problemas de los políticos. Hay que construir la alternativa que casi fue posible en 2017 y 2016. Nosotras vamos a estar en construir esa alternativa», ha insistido Belarra.