OBITUARIO
Son cientos los torrelaveguenses y cántabros en general a los que las primeras manos que les acariciaron, en su primer día de vida, fueron las ... de Maria Teresa San Emeterio Campos –Mary–, una mujer que, a lo largo de su trayectoria como enfermera matrona, siempre ejerció su profesión en Torrelavega y la Residencia Cantabria de Santander.
Mary nació en la capital del Besaya en 1930, hija de Fidel, trabajador de la Granja Poch, y doña Paula, título de respeto que siempre tuvo la madre de familia. Comenzó muy joven a trabajar en una zapatería, pero pronto, junto a su hermana Amparito –viuda del recordado doctor Juan Becerro–, se trasladó a Salamanca para estudiar Enfermería. Acabados los estudios, regresaron a Torrelavega, siendo su primer destino profesional la entonces recién inaugurada Residencia Cantabria, en 1969. En este centro médico ejerció su profesión de matrona y también en el Sanatorio de El Carmen y en el Hospital Cruz Roja de Torrelavega. Casada en 1955 con el renedano José Merino –empleado de la firma SAM– tuvieron tres hijos: Raúl, ya una leyenda en el judo en Cantabria, Ángela y María Teresa, asentando su residencia en la ciudad del Besaya.
María Teresa San Emeterio fue una mujer adelantada a su tiempo, de carácter fuerte y voluntarioso
Persona muy interesada en formarse en las últimas técnicas relacionadas con su profesión –junto a su amiga y compañera, llamada como ella, María Teresa–, se interesó por las técnicas del parto sin dolor, introducidas en España en 1955 por el doctor Álvaro Aguirre de Cárcer y López Sagredo, considerado como el padre y máximo difusor en España de dicha técnica. Para ello, se desplazaron a Madrid para adquirir los conocimientos necesarios, que trasladaron a Torrelavega, abriendo una escuela de preparación al parto en la calle José María de Pereda, además de seguir ejerciendo como matrona, profesión que profesó durante más de cuarenta años. Fue María Teresa una mujer que trató siempre de estar adelantada a su tiempo. Dotada de un carácter fuerte y voluntarioso, destacó sobre todo por ser una persona muy trabajadora, abierta siempre a los nuevos medios profesionales hasta el momento de su jubilación como matrona, aunque siguió bastante tiempo después con su escuela de ayuda a las embarazadas a enfrentar el momento del parto. Mujer elegante y presumida, su vida fueron su profesión y su familia.
Descanse en paz.
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