Las alergias al polen no vienen solo por primavera
Aunque generalmente olvidadas, plantas invasoras como Cortaderia selloana constituyen un nuevo problema creciente de salud pública
Alberto Gandarillas y María Lucas
Santander
Martes, 8 de julio 2025, 07:24
Investigadores científicos del proyecto COOP Cortaderia. Instituto de Investigación de Valdecilla (Idival)
Hoy, 8 de julio, es el Día Mundial de las Alergias. Aunque a menudo las alergias al polen se consideran anecdóticas, los estudios muestran ... que solo las alergias al polen de gramíneas afectan al 20% de la población general, pudiendo llegar al 40% en niños y adolescentes. Las alergias al polen no son anecdóticas. Los que la sufren saben cómo afectan a su calidad de vida: picor de ojos y de nariz, congestión, dolor de cabeza, estornudos, moqueo, asma. Pero el problema no se limita a estas afecciones. Las alergias respiratorias son una ventana abierta a infecciones respiratorias: catarros, anginas, bronquitis. Bacterias y virus aprovechan la irritación de las mucosas.
Además, las alergias al polen causan absentismo escolar y laboral, lo cual origina un coste que debe unirse al de la atención médica, consultas y medicamentos. Aunque es difícil obtener un cálculo, las estimaciones en varios países hablan de un gasto anual de cientos de millones de euros por causa de alergias respiratorias.
Cada año cuando se acerca la primavera, los medios de comunicación nos recuerdan el problema de las alergias al polen. Este problema va en aumento por causas entre las que se encuentran la contaminación ambiental, el ascenso de las temperaturas y la introducción de especies exóticas invasoras, de manera que algunas proyecciones vaticinan que un 50% de la población europea será alérgica en 25 años. Pero las alergias al polen no son solo de primavera. La alergia a gramíneas es la más frecuente entre las polinosis. En este caso, la costa atlántica europea se beneficia con alergia al polen menos severas por un clima más frío y menos continental que el interior de la península Ibérica. Sin embargo, un nuevo agente alergénico está invadiendo las costas ibéricas. Aunque generalmente olvidadas, las plantas invasoras suponen también un impacto en la salud. En concreto, la planta Cortaderia selloana, comúnmente conocida como plumero, se ha convertido en una plaga en las costas atlánticas y está ya invadiendo las mediterráneas.
Las plantas invasoras no solo son un azote para el entorno natural, la biodiversidad y el paisaje, también para los alérgicos
En 2021, publicamos un estudio riguroso desde el Hospital Valdecilla en la revista del grupo Nature 'Scientific Reports', en el que mostramos que el polen de Cortaderia es alergénico. La gran mayoría de los pacientes alérgicos a gramíneas analizados tenían sensibilización a Cortaderia.
Nos olvidamos de las especies invasoras vegetales cuando hablamos de salud. Y nos olvidamos que algunas polinizan en épocas diferentes a las plantas propias. Especies como Cortaderia selloana constituyen un nuevo problema creciente de salud pública. ¿Por qué es un nuevo problema? Porque esta planta florece a finales de agosto y en septiembre, ya que conserva memoria de su tierra de origen, la pampa sudamericana. Como el plumero, otras especies invasoras son causa de alergia. El urbanismo sin control, el uso de especies como Cortaderia en los taludes de las autovías, el transporte de semillas con el material desde las canteras o en los vehículos de obras, y el abandono de suelos degradados por la industria. Todo ello ha plagado de plumeros el litoral atlántico de País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia, también en Francia y Portugal. Una vez que se fijen en sus plumas, las verán por todos lados en septiembre, también en la ciudad de Santander.
Aunque actualmente se está haciendo un esfuerzo por parte de Santander Capital Natural para eliminar plumeros en algunas zonas, todavía se encuentran en muchos lugares de la ciudad: por ejemplo, frente al Hospital Valdecilla, en la playa de Mataleñas, en el campo de Cabo Mayor, en numerosos solares y parques, y también en el entorno de Solares y Torrelavega.
En definitiva, las plantas invasoras como el plumero no solo son un azote para el entorno natural, la biodiversidad y el paisaje, también para los alérgicos, y no solo en primavera. Por todo ello, hay que actuar ya, es necesario concienciar, aunar esfuerzos de administraciones y empresas, y erradicar, también en las zonas urbanas, donde vive la mayor proporción de personas alérgicas.
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