Caminos que andan
Son los del agua, que van a la mar. A diferencia de aquellos por los que se anda. Los principales caminos que andan de Cantabria ... son trece (12 + 1 para los supersticiosos). Por orden alfabético: Asón, Agüera, Besaya, Camesa, Deva, Ebro, Escudo, Híjar, Miera, Nansa, Pas, Pisueña y Saja. Apuntando a tres vertientes fluviales: cantábrica, atlántica y mediterránea, simbólicamente aludidas en el Pico Tres Mares.
De ellos, casi todos tienen representación en el callejero de Santander, al suroeste de la ciudad, en el esquinado, destartalado y poco favorecido polígono industrial de Candina. Los seis ríos representados, con calles mínimas, arrinconadas e industriosas, son: Pas, Besaya, Miera, Deva, Asón y Saja, con complicada entrada, a diestra, por la autovía S-10, la que conecta Santander con las cuatro provincias vecinas: Vizcaya, Asturias, Palencia y Burgos.
Que precitados seis ríos tengan visibilidad en el callejero local es un detalle humanista, bonito y loable. Bien por el Ayuntamiento. Sentimentalismo aparte, detalles así ennoblecen a una ciudad y animan a ir a visitar sus riberas y entornos al curioso ciudadano.
De rigor es mencionar que el Ebro también tiene calle. A oriente de la plaza de toros de Cuatro Caminos y lindando (al norte) con el Parque del Agua, que extiende su verde lámina sobre las vías del tren, ferrosas y herrumbrosas por naturaleza.
Cada río tiene su ese poético. Del Ebro señaló el oriolano Miguel Hernández: «Vas como un arriero / herrero de romerías / crecido de lluvias y copos / y de hojas caídas». Y el santanderino Gerardo Diego: «En la peña de Ramales / –vertical corte de tabla– / esconde el Eco su fabla. / –Habla».
Bueno sería que los profesores más imaginativos llevaran a sus jóvenes alumnos a visitar estas calles nombradas por los ríos cántabros, invitándoles a visitarlos algún día, al amor de los poetas que los coronaron con laureles, símbolo de la inmortalidad, en sus excelsos poemas.
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