Los Corrales mejora y refuerza el cauce de varios ríos
Se está actuando en el arroyo Redondo y se ha trabajado en el Muriago y en el Mortera a su paso por San Mateo y Barros
El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna está afrontando varios proyectos de adecuación y mejora de los cauces de los ríos que cruzan el municipio, tarea encargada a la empresa GFSCan, que anteriormente había acometido el último Plan de Mejoras de Montes de Utilidad Pública.
La última actuación se está realizando en el arroyo Redondo, en la zona de San Andrés, tras haber efectuado varias obras en el río Mortera, en Barros, en un tramo bajo un puente muy bajo que estaba prácticamente cegado por sedimentos y acarreos, y en el Muriago a la altura del velódromo, como explicó el concejal de Servicios Municipales y Medio Ambiente, Javier Conde.
Junto al alcalde, Julio Arranz Ochoa, y la concejala de Turismo, María Ángeles Lombilla, visitaron la actuación que se está acometiendo en San Andrés, acompañados por el responsable de esas obras, Diego Benito Peñil. «En esta última fase que teníamos de los proyectos de mejoras en los ríos se ha reforzado una escollera que estaba completamente rota y se ha metido piedra nueva, en un cauce que va a desembocar directamente al río Besaya, a la altura de la presa», explicó Conde. «El objetivo ha sido favorecer la salida de agua y evitar acumulaciones que al final puedan generar inundaciones en esta parte de San Andrés».
Coincidió con el alcalde en destacar la «magnífica labor» que se está desarrollando y anunció que «una vez acabado este plan empezaremos a preparar proyectos para el año 2026, para seguir actuando en los ríos, que es una competencia sobrevenida que tenemos que ir solventando poco a poco».
Diego Benito incidió en que «el problema que tenía esta curva del río Redondo era el desgaste de la escollera, porque cuando el río baja fuerte se la estaba llevando por delante, reduciendo el camino, con lo que apenas pasaba ya un tractor». Explicó que se ha reforzado con piedra de mampostería de gran tamaño para responder a la fuerza del golpeo del agua en ese punto. Esa obra se va a completar, dijo, con una malla de fibra de coco, «para estabilizar el talud», y ese tramo «se va a reponer con vegetación de la zona».
Respecto al resto de actuaciones, Benito Peñil, explicó que las dos primeras obras se realizaron en primavera, en el río Muriago. Una a su paso por el velódromo y otra bajo un puente de poca altura prácticamente cegado. En el primer caso se limpió el cauce, «ya muy colmatado de sedimentos», ganando también en profundidad, «para que pueda acoger más agua y pueda desahogar mejor».
Despejado el paso por un puente con muchos acarreos
Aguas abajo del velódromo se limpió un tramo para un puente sobre el que pasa la vía del tren. «Es un puente de poco calado que tenía ya mucha vegetación, sedimentos y acarreos que dejaban solo uno de los tres ojos que tiene abiertos. Tras actuar »ya baja el agua perfectamente«.
En el río Mortera se ha «reconducido el cauce reforzando una de las escolleras en su parte baja, porque el agua la había socavado, soltándose piedras y viniéndose abajo la escollera. También se han retirado los acarreos que había en el centro del río para facilitar el tránsito del agua».
