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El titular del Juzgado de Instrucción Nº7 de Torrelavega, Julio Gallego, sigue investigando la circunstancias en las que murieron Milagros Izquierdo y su hijo Rubén Fernández ... en marzo del pasado año en Hinojedo (Suances), en lo que se consideró como un parricidio y posterior suicidio. Es decir, se descarta la participación de terceras personas en el crimen.
Al menos es la hipótesis con la que trabajó inicialmente la Guardia Civil y que, a día de hoy, sostiene, a pesar de que el instructor mantiene el secreto de sumario de las actuaciones todavía. De hecho, fuentes conocedoras del caso han revelado a este periódico que la Policía Judicial entregó ya su atestado al Juzgado, dando por finalizada su labor de investigación. Aun así, el juez mantiene abierta la investigación y, lo que más extrañeza causa, el secreto de sumario, sin que haya trascendido el motivo. «Quizá tenga que ver con alguna cuestión técnica», apuntan fuentes cercanas a la investigación.
Como se recordará fue un familiar el que avisó a la Guardia Civil de que no podía contactar con Rubén y Milagros. Los agentes hallaron ambos cuerpos pasadas las nueve de la noche del 6 de marzo de 2024 en la vivienda del barrio Darío Pedrajo, en Hinojedo, justo a un lado de la carretera CA-132 que comunica Torrelavega y Suances.
Según las primeras pesquisas, Rubén mató a su madre, que presentaba marcas en el cuello que dejaban claro que había sido estrangulada «con una cuerda, un cable o similar» y después se ahorcó en el garaje anexo a la vivienda, con una cuerda que colgaba de la tejavana.
En su informe preliminar los forenses fijaron la data de la muerte de Milagros y Rubén el 5 de marzo. Es decir, un día antes de que sus cuerpos fueran hallados por la Guardia Civil.
Es por esto por lo que el titular del Juzgado de Instrucción Nº1 de Torrelavega, Pablo Fernández de la Vega, que fue quien asumió el caso en un primer momento, se inhibió en favor de su compañero del Juzgado de Instrucción Nº7, Julio Luis Gallego, que era quien estaba de guardia cuando fallecieron madre e hijo.
Desde el momento en que trascendió el crimen, alguno vecinos de Hinojedo rechazaron que Rubén acabara supuestamente con la vida de su madre y después se quitara la vida. «Es imposible. Rubén era muy buena persona y muy responsable. Tenía a su madre en palmitas; por eso no creo que fuera capaz de hacer eso con toda seguridad», apuntaba un vecino que conocía bien a los dos fallecidos. No fue la única opinión en este sentido. Al día siguiente del suceso, otros vecinos se referían a este hombre en términos muy similares.
Quizá por eso, días después de los hechos surgieron una serie de rumores en el municipio que señalaban a una persona –había versiones que hablan de varias- como presunto autor/es del crimen. Incluso se llegó a comentar que una persona había sido detenida por las dos muertes. Sin embargo, tantos desde la Delegación de Gobierno como desde el Juzgado se desmintió todo.
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