Cuatro detenidos por robar cobre en las abandonadas instalaciones del Club Parayas

Durante una patrulla por esa zona del municipio, dos agentes locales observaron la presencia sospechosa de cuatro personas en el interior de del recinto privado, que actualmente está sin actividad. Al acercarse, se percataron de que los cuatro -tres hombres y una mujer- estaban cortando cables de cobre con una radial, y constataron que incluso estaban provistos de un generador eléctrico para nutrir de energía a la herramienta con la que seccionaban el cable.

Tras identificarles, la Policía Local trasladó a los cuatro a la comisaría para realizar las diligencias oportunas y poner los hechos en conocimiento del Juzgado.

Una semana después, el pasado día 13, los agentes realizaron otra intervención tras producirse una fuga de gas, cuyo origen estaría en el corte que presentaba una tubería como consecuencia de otro robo previo en dicha canalización. En ese caso tuvieron que acudir al lugar también los Bomberos de Camargo y personal autorizado de la empresa suministradora, quienes, tras inspeccionar la zona, cortaron el suministro de gas.

El Club Parayas, asfixiado por las deudas, entró en concurso de acreedores en 2014 y quedó bajo la tutela de los administradores concursales, que no fueron capaces de reflotar la sociedad. Actualmente está irreconocible. El exterior presenta un lamentable estado de abandono. La hierba ha crecido en todas las aceras y escaleras que hay en el recinto, hay algunos cristales rotos y los vasos de las piscinas están llenos de basura y restos de algún botellón. A alguno de los campos de hockey y fútbol le han quitado la hierba artificial que los cubría y las pistas de tenis y pádel están sucias y con la hierba creciendo a su libre albedrío. El edificio social está abandonado y tiene alguna ventana y puerta rotas. Además, el club se encuentra situado casi en la Punta Parayas, en el Alto de Maliaño, un lugar muy poco transitado, sobre todo por la noche, el mejor escenario para que actuen los amigos de lo ajeno.

Las instalaciones son propiedad de Inmobiliaria Parayas, dueña también de los terrenos, una sociedad que en marzo de 2017 se vio abocada a la liquidación tras acumular una deuda próxima a los dos millones de euros. Se puso en marcha el proceso de disolución de las dos entidades, el Club Deportivo Parayas y su patrimonial, Inmobiliaria Parayas. Y en febrero de 2018 se propuso al juez de lo Mercantil, Carlos Marigorta, un plan para vender los bienes y derechos de ambas sociedades. El principio, sólo el Grupo Pitma, el accionista mayoritario del Racing, puso dinero sobre la mesa del administrador concursal (1,7 millones de euros). Parecía que los dueños del Racing iban a quedarse con el Club Parayas pero a principios de este mes la empresa Jara Inversiones del Norte, grupo inversor, con sede social en Medio Cudeyo y capital hispano-alemán, ofreció dos millones por los terrenos, instalaciones y derechos de cobro de Inmobiliaria Parayas. Ante esta situación, los administradores concursales, que tutelan el Club Parayas desde que en 2014 han pedido al juez de lo Mercantil que adjudique la propiedad de los bienes de la sociedad deportiva al mejor postor, es decir, a Jara Inversiones del Norte.

Ahora, habrá que esperar al pronunciamiento judicial para que la transmisión sea efectiva y el Club Parayas pase definitivamente a manos de los inversores, pero este es un proceso, que podría demorarse varios meses y mientras tanto el club languidece y la Policía Local de Camargo tiene que patrullar muy a menudo por la zona.