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Un centenar de efectivos y voluntarios trabaja para limpiar Reinosa de la riada
En Cañeda, la avalancha de agua arrastró toneladas de grijo desde las vías del tren a las fincas | Hay realojadas una docena de personas y se ha abierto un comedor para los afectados
En la avenida La Naval en Reinosa los contenedores de obra se suceden a uno y otro lado. Contenedores llenos de enseres, sillas, sofás, libros, ... colchones, mantas inservibles. 36 horas después de la riada el panorama en Reinosa y Cañeda aún es tremendo. Barro y daños por doquier y vecinos trabajando para tratar de recuperar lo poco que sea posible. La sensación de impotencia va en aumento, porque tras la urgencia de ayer hoy empiezan a sumarse en cifras los daños. Cifras de dinero, sí, pero también listas de cosas que hasta el jueves eran parte de la vida de todos ellos. Lloviznea en Campoo y los ríos bajan con fuerza aún, pero el temor no es ahora a otra riada inmediata. El temor es al día de mañana, qué van a hacer ahora.
Y mientras se busca respuesta un centenar de operarios y voluntarios trabajan por toda Reinosa para tratar de ayudar a reparar y limpiar, para recuperar en lo posible la normalidad. En ese centenar de efectivos hay integrantes de los Parques de Emergencias del 112, personal de la Consejería de Desarrollo Rural, servicios de Protección Civil que han llegado desde Comillas o Corvera de Toranzo, voluntarios de un grupo scout y de un equipo de rugby, empresas que aportan los materiales necesarios para trabajar. La solidaridad es «tremenda» dice el alcalde, José Miguel Barrio, que hace una pausa en la narración para enfatizar que «la gente de Reinosa siempre ha sido muy solidaria». «Estuvieron trabajando ayer hasta las dos de la mañana y hoy a las 9 estaban a pie de obra», explicael alcalde quien alude también a las llamadas de solidaridad de los alcaldes de Bilbao y de Santander, que también han ofrecido su ayuda.
Por ahora hay una docena de personas realojadas en dos hoteles de la ciudad -El Vejo y el Rubén- pero no se descarta que el lunes se amplíen una vez que pase el fin de semana y la gente tenga que dejar algunas de las casas donde han sido acogidos. El Ayuntamiento también ha montado un servicio de ayuda con la comida y se ofrecen desayunos, comidas y cenas en la residencia de la Fundación San Francisco «para que nadie se sienta sola», insiste Barrio.
Según ha informado en un comunicado el Ayuntamiento de Reinosa, se sigue limpiando y achicando agua de las zonas afectadas por las inundaciones con el fin de poder restablecer en su totalidad los servicios básicos. En este sentido, ha indicado que el suministro eléctrico prácticamente ya se encuentra restablecido, aunque aún hay viviendas que no disponen de luz, ascensores o calefacción. Ayer se consiguió que 500 hogares recuperaran la electricidad en un trabajo conjunto efectuado por el Ayuntamiento, Viesgo y otras empresas locales.
Y mientras, en La Naval, sigue la limpieza. Todos los bajos de esta avenida quedaron arrasados por la riada. Bajos que habrá que reconstruir, bajos en los que vivía población de edad avanzada en muchos casos que hoy no sentían fuerzas para empezar de nuevo. Entre ellos cierta sensación, también de desconfianza, ante lo que pueda pasar ahora.
Por el momento, el Ayuntamiento ha habilitado dos oficinas para informar a los vecinos de las ayudas y de los pasos a dar. Esas ayudas deben venir del Estado, pero en Servicios Sociales y la Agencia de Desarrollo Local se está recabando información de los afectados para indicarles posibles pasos y ayudar con los trámites. El alcalde recordaba hoy que quien tenga seguro de hogar debe dirigirse a su seguro y quien no lo tenga, hay un decreto de 2005 que cubre circunstancias como esta. «Estamos para lo que haga falta», repite una y otra vez.
Toneladas de grijo en Cañeda
Entre Reinosa y Cañeda apenas distan 3,5 kilómetros por la Nacional-611. La riada también dejó el viernes un efecto devastador allí aunque la mayoría de las imágenes hayan sido de Reinosa. Hoy ha recorrido el pueblo el alcalde de Campoo de Enmedio, Pedro Manuel Martínez, acompañado de la consejera de Presidencia, Paula Fernández. Martínez se quejaba ayer de la falta de atención en Matamorosa, hoy mostraba los efectos de lo ocurrido, mientras la consejera ofrecía todos lo medios materiales necesarios para ayuda en la recuperación de la zona y la fuerza del Gobierno para reclamar en Madrid.
En Cañeda al agua superó a los puentes. Hay una casa con una gran grieta junto a la orilla del río por cuya estabilidad temen ya que el agua arrastró buena parte de sus cimientos. Otra de las consecuencias de la riada es las toneladas de grijo que han caído sobre las fincas arrastradas por la corriente desde las vías del tren. Uno de los vecinos aseguraba esta mañana que iban a ser necesarios «100 camiones» para retirar toda la piedra que ha cubierto las fincas cercanas al túnel de Renfe.
Esta tarde una docena de bomberos limpiará el barro de la plaza y el lunes se habilitará una oficina para asesorar a los vecinos sobre las ayudas reclamaciones
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