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La anchoa ha convertido a la comarca oriental de Cantabria en un referente mundial en lo que a la calidad de su producción se refiere. Pero existen otros. Es el caso del puerto de Cetara, próximo a Amalfi, en la Campania italiana, donde se han especializado en obtener la 'colatura di alici' (coladura de anchoas), un suero de alto valor gastronómico extraído del prensado de las anchoas en salazón y que cotiza de forma extraordinaria a nivel internacional. De ahí la valiosa experiencia de intercambio que se ha desarrollado días atrás, con la visita de una delegación de Grupos de Acción Costera italianos a sus homólogos del Grupo de Acción Costera oriental de Cantabria.
La comitiva italiana estuvo integrada por pescadores, armadores, procesadores, organizaciones de productores, cocineros, miembros de la Cámara de Comercio y representantes institucionales de las regiones de Campania y Liguria. Todo ello en el marco del proyecto de cooperación «Mares de Europa». Para evaluar la importancia que le confieren a esta actividad, baste decir que todos los encuentros fueron grabados por un equipo de la televisión pública RAI 1, destinado a recopilar material para una futura emisión en el país transalpino.
Durante cuatro días, los treinta expedicionarios recorrieron las instalaciones portuarias y empresas conserveras de Castro Urdiales, Colindres, Laredo y Santoña, escuchando de las experiencias de éxito de los distintos sectores concernidos con la pesca, producción y comercialización de las anchoas elaboradas en Cantabria. Todos ellos fueron recibidos en la primera jornada en la Cofradía de Pescadores de San Ginés de Colindres por el presidente del GAC y alcalde de Santoña, Sergio Abascal, en presencia del propio alcalde de Colindres, Javier Incera, y de distintos integrantes de la junta directiva del Grupo de Acción Costera.
A lo largo de su estancia, los integrantes de la delegación italiana no dejaron de admirarse y expresar su sana envidia ante la pujanza de una actividad en la que sus antepasados jugaron un papel esencial en el siglo XIX. Si entonces fueron sicilianos quienes trajeron a Cantabria la cultura de la anchoa, en la actualidad la zona oriental se ha convertido en una zona productiva líder internacional en el sector transformador, con el filete de anchoa como buque insignia, en una producción artesanal que causa admiración por todo el mundo. Frente a esta derivada, en aquellas regiones apostaron por la colatura di alichi como su recurso principal. Un subsector con potencialidad a explorar en nuestro territorio, donde ya hay algunas conserveras, como las santoñesas El Capricho o Angelachu que tienen una línea de producción propia. Otro de los productos en los que también son fuertes en aquellas latitudes italianas es en la pesca y aprovechamiento del atún rojo.
En palabras de Roberto Gutiérrez Alquegui, gerente del GAC Oriental, «el encuentro ha sido muy fructífero y enriquecedor para ambas partes, destacando la buena sintonía existente y construyendo una sólida relación para emprender futuras colaboraciones entre ambas zonas». En este sentido ha señalado que «se prevé devolver la visita dentro de un proyecto de colaboración, puesto que es evidente que la anchoa une ambos territorios«. Alquegui resaltó que «tenemos que agradecer que hayan elegido nuestra comarca como referente y destino para su visita, y destacamos que la delegación italiana ha sido muy dinámica, haciendo multitud de consultas y mostrando enorme interés en aprender y mejorar». Por el lado de los anfitriones, el gerente del GAC destacó que «los representantes de nuestras cofradías de pescadores y de la industria conservera brillaron a gran altura, poniendo en valor sus experiencias en la gestión de las normativas y de sus propias lonjas de pescado».
La delegación italiana mostró especial interés en nuestras normativas y sistema de gestión de las cuotas en relación a la anchoa, la dinámica interna y operativa de las cofradías y su vínculo con la flota pesquera, así como la forma en la que todos los sectores concernidos capearon la parada biológica que se estableció entre los años 2006 y 2010 para recuperar la población de esta especie.
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