La investigación revela que un trabajador de Escalante tenía salmonela y no lo sabía
Salud Pública concluye en su informe que «es una hipótesis probable» que ese fuera el foco del brote de gastroenteritis, «pero también puede ser un afectado más»
Los inspectores de Salud Pública ya dan por concluido el informe sobre el brote de salmonela originado en un restaurante de Escalante los ... días 23 y 24 de agosto, fechas en las que se celebraron una boda y dos bautizos, y que se saldó con un total de 46 afectados entre sus comensales. Pero no hay una conclusión determinante sino «una hipótesis probable». Las pruebas realizadas a las muestras testigo de los alimentos que conformaron los menús de las tres celebraciones no encontraron rastro de la bacteria. Sin embargo, las analíticas a las que se sometieron todos los trabajadores del establecimiento (primero de sangre y después de heces) han localizado un caso positivo en un ayudante de cocina que «era asintomático, ni siquiera sabía que estaba infectado», apunta Luis Viloria, jefe de servicio de Salud Pública, tras recabar la información del departamento de Seguridad Alimentaria de la Consejería.
¿Quiere decir eso que ya está identificado el foco del brote? «Es una hipótesis creíble, pero también cabe la posibilidad de que esa persona se haya contaminado de forma secundaria, es decir, que sea un afectado más», responde Viloria, porque el hecho de que no haya desarrollado síntomas impide calcular los tiempos. No hay forma de comprobar si ya era portador de la salmonela cuando acudió aquel fin de semana a trabajar, porque nunca desarrolló la enfermedad, o si se contaminó a la par que parte de los invitados a los banquetes.
El responsable de Salud Pública reconoce «la situación de ambigüedad» que queda en torno a esta intoxicación. «Es bastante probable que esa persona que participó en la manipulación de los alimentos fuera el responsable del foco de contaminación, pero no lo podemos asegurar».
Lo que sí garantizan desde la Consejería de Salud es que las inspecciones realizadas a las instalaciones de este establecimiento de Escalante, así como a sus procedimientos de trabajo, «no han encontrado deficiencia alguna. Es un restaurante que funciona muy bien, con productos de calidad y que cumple con las medidas de seguridad». De hecho, el informe concluye que «no se ha detectado ningún elemento sancionable. Es más, a la semana siguiente del brote estaba sirviendo comidas sin problemas».
El propio Viloria hace hincapié en «la colaboración total» que han encontrado los inspectores por parte de los responsables del negocio, que han sido «los primeros interesados en aclarar lo ocurrido, en qué ha podido fallar y cómo se puede mejorar». Por eso, nada más aparecer los primeros contagios, en los días siguientes a la boda y los bautizos -y confirmarse que había afectados ligados a los tres eventos-, el restaurante encargó a su empresa de autocontrol analizar los alimentos servidos, entre los que había pescado, solomillo, foie, salsas... Unas pruebas que después se repitieron en el laboratorio de Salud Pública. Y en ambos casos los resultados fueron coincidentes: negativo en salmonela, «lo cual no descarta el origen, porque la manipulación de los alimentos que se cocinan y se guardan como testigo (los que pueden analizarse), es menor que la de los que finalmente se sirven», indica Viloria.
Eso probaría que cuando se guardaron los platos testigo no había bacteria, pero que sí estaba cuando se sirvió a la mesa, como prueban los 46 infectados de entre las 187 personas que asistieron aquel fin de semana a las distintas celebraciones.
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