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En primer plano, uno de los desprendimientos visto desde la pasarela sobre las vías del tren. El otro puede verse más al fondo. : María Gil Lastra

Dos argayos en el paseo de la Peña del Cuervo

Santander ·

Los desprendimientos se produjeron «por las fuertes lluvias» de las últimas semanas y el Ayuntamiento dice que hay que esperar a que el tiempo mejore para reparar el talud

Álvaro Machín

Santander

Miércoles, 4 de abril 2018, 13:18

Todavía con el cartel de la inauguración en su sitio se cargaron los cristales que protegen los focos instalados en el muro lateral. Todos, los 24. No duraron ni un mes, algo que comentaron mucho los vecinos. Arreglarlos costó 11.000 euros. Ahora, justo un año después de que terminara la obra del paseo que conecta sin cuestas la Peña del Cuervo con la pasarela y los ascensores entre la calle Castilla y la calle Alta -fue a finales de marzo de 2017-, lo que hay que arreglar son los desperfectos ocasionados por dos llamativos argayos en el talud que desciende hasta las vías del tren. Desde el Ayuntamiento confirman que se han producido por efecto de «las fuertes lluvias» de las últimas semanas y que, según los técnicos municipales, el camino peatonal no corre peligro. Ahora tienen que esperar a que el terreno seque para poder arreglarlo.

Caminando por el paseo es más difícil darse cuenta. Hay que asomarse mucho y ni así. Se ven, sobre todo, si uno mira desde el costado. Desde el último tramo de la pasarela cuando se viene de la calle Castilla. Dos manchas marrones que destacan en la vista general sobre el color verde del talud. Son dos grandes corrimientos de tierra que, en ambos casos, han reventado la valla de contención de la parte inferior -la que se levanta en los terrenos aledaños a las vías del tren, que realmente está rota en tres partes-. Están en los extremos del camino (uno más próximo a los ascensores y el otro, al esquinazo que ocupa el bar 'La pasarela') y el material desprendido aún puede verse en la parte inferior.

Lo primero que llama la atención son los restos de la tela asfáltica colocada para sostener el terreno y que ha quedado hecha jirones. Queda colgando. La falta de tierra deja, además, cierto hueco bajo la estructura del paseo, si bien la revisión de los técnicos municipales sirvió para asegurar que no hay problema en el firme. No hay peligro, según su dictamen. Hay un árbol que está medio caído en una zona próxima a la zona corrida, aunque allí el terreno no ha llegado a desprenderse del todo. Están los dos argayos propiamente dichos y un mordisco más pequeño en la zona más alta -como una boca bajo el paseo (se ve claramente en la foto grande de esta página)-, con pinta de correr la misma suerte que el terreno que acabó cayendo.

«Seguramente habrá que colocar algo de escollera», adelantan desde el Consistorio

«Se produjeron hace algunas semanas por las fuertes lluvias. Ahora están a la espera de que el tiempo mejore porque el terreno está empapado y no se puede trabajar», confirmaron desde el Consistorio a preguntas de este periódico. El Ayuntamiento confirma que «habrá que volver a ataluzar y seguramente colocar algo de escollera». Obra a la vista.

María
Imagen principal - Dos argayos en el paseo de la Peña del Cuervo
Imagen secundaria 1 - Dos argayos en el paseo de la Peña del Cuervo
Imagen secundaria 2 - Dos argayos en el paseo de la Peña del Cuervo

Las luces

Será un nuevo arreglo que se sumará al que hubo que hacer con los cristales de las luces. Eso fue consecuencia de un vandalismo que no ha desaparecido. Porque esta vez no están rotos todos, pero sí unos cuantos. Los protectores de los focos -con tecnología LED- instalados en el bajo del murete de uno de los laterales. Al final del otro talud, el del lado opuesto a las vías del tren. Hace ya un año ya advirtieron. Que, visto lo visto, iban a sustituir el cristal por metacrilato «para garantizar una mayor resistencia ante posibles actos vandálicos».

La inversión

Dijeron eso y que tenían previsto «aumentar la vigilancia en la zona». «Y se ha pedido a los vecinos -añadieron en su momento- que avisen a la Policía si ven algo» (en el cercano Parque del Agua fueron los propios residentes de la zona los que avisaron, por ejemplo, de que a un tipo le dio por cortar doce árboles).

Más allá de esas luces rotas hay alguna pintada en los bancos y en las papeleras y se nota el hueco de varias plantas arrancadas a lo largo de los 170 metros de longitud -cuatro de ancho- que tiene el paseo. Una obra que supuso una inversión de 873.000 euros y que utilizan los vecinos para evitar las cuestas en la conexión peatonal de la calle Castilla con las viviendas de zonas como la Peña del Cuervo, la calle Argentina o el grupo Pedro Velarde. Incluso, en sentido amplio, en el camino a pie hasta Valdecilla.

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