El Ayuntamiento espera una valoración sobre el posible arreglo de los Galeones
La alcaldesa, Gema Igual, espera los detalles de la empresa Kateb, que ya adelante «de palabra» que los barcos de Vital Alsar tienen remedio
El Ayuntamiento de Santander tomará una decisión sobre la reparación de los Galeones de Vital Alsar, situados en la Península de La Magdalena, cuando la ... empresa que se ha ofrecido a arreglarlos (Kateb) haga una valoración de su estado. La alcaldesa, Gema Igual, explicó ayer que la empresa visitó el martes los galeones y manifestó «de palabra» que era posible el arreglo. «Ellos hicieron sus fotos y su documentación para prepararnos un presupuesto y un documento de trabajo que lo estamos esperando», detalló.
La propuesta iría enfocada, añadió la regidora, «en qué se puede arreglar, cómo se puede arreglar, con qué proceso y cuánto tiempo y dinero». «Eso es lo que tenemos que ver, porque la forma de arreglarlos es muy diferente», apuntó. «Ojalá se pueda hacer, aunque no van a a volver al agua, pero a lo mejor hay alguna manera de que se puedan arreglar, con lo cual estamos esperando a que nos lo den (el documento)», confió Igual.
Visita de Kateb
Vicente Abaga, propietario de la empresa de reparación de yates Kateb, visitó el martes por la mañana los tres Galeones de Vital Alsar para comprobar su estado. Tras una revisión que se alargó más de una hora, concluyó que el deterioro de los navíos es «subsanable». Ahora, tiene que sentarse a detallar qué actuaciones deben llevarse a cabo y cuánto costará ya que, aunque confirma que el arreglo es posible, eso no quita que el estado de los barcos es muy deficiente. Además, apunta que la información que él trasladará al Ayuntamiento «serán números; con el plazo y el presupuesto».
El Diario Montañés acudió junto al experto en su visita a los navíos y pudo comprobar el estado de la madera que los forma, totalmente podrida y débil y que apenas con tocarla se deshacía. Abaga subió a los tres barcos, con cuidado de no dar un paso en falso que hiciera que la estructura cediera, para poder comprobar el estado de todas las partes de estas embarcaciones. El interior de los mismos está lleno de trozos de madera que antaño conformaban la estructura interna del barco y las cubiertas –una de ella llena de mástiles rotos y cabos sueltos– ven crecer entre sus tablones malas hierbas.
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