El Ayuntamiento de Santander afronta la difícil tarea de contentar a vecinos y hosteleros con la ordenanza de terrazas
Los residentes piden presencia policial para controlar el cumplimiento del nuevo documento y los profesionales solicitan que la modificación se haga «con prudencia»
Que la modificación de la ordenanza de terrazas no iba a ser una tarea sencilla para el Ayuntamiento de Santander se intuyó desde que la ... alcaldesa, Gema Igual, anunció su intención de hacerlo hace más de un año y medio. Entonces, explicó que tomaba esa decisión porque las terrazas tienen que convivir con los vecinos que residen cerca y que no les «molesten». Las reacciones no tardaron en llegar por parte de una de las partes implicadas, los vecinos del centro, que aplaudieron su decisión ya que llevan «demasiados años padeciendo una situación insoportable».
La Asociación de Hostelería entonces optó por la cautela. Ahora, cuando la presentación de la nueva ordenanza parece inminente –Igual dice que está «casi terminada y que cree que saldrá «en no más de un mes»–, desde el sector reconocen «preocupación por el impacto económico» que puede generar esta modificación ya que «la facturación, sí o sí, se va a ver afectada». Son palabras del presidente de la asociación que aglutina a los hosteleros, Eduardo Lamadrid, que cree que la nueva normativa no debería «rebajar los horarios». Y también están los vecinos, que han presentado un documento al Ayuntamiento en el que piden, entre otras medidas, que se limite el horario de las terrazas hasta las doce en fin de semana. Dos caras de una misma moneda que el equipo de gobierno del PP debe tener en cuenta para afrontar la difícil tarea de contentar a vecinos y hosteleros.
Por partes. ¿Qué se sabe del documento en el que está trabajando el Ayuntamiento? En primer lugar, que solo faltan unos informes técnicos para poder presentar el texto. Será entonces cuando comience el proceso participativo. «Somos conscientes de que en este momento hay que hacer algo. Es verdad que algunos locales tienen pocos metros cuadrados en el interior, pero también hay que ser conscientes de que su propiedad es el interior y que la calle es de dominio público y que hay que hacer mejor uso de ella», comentó la alcaldesa la semana pasada. Bajo esa premisa, su idea es «conjugar los derechos de los vecinos con el desarrollo de un sector clave como es el de la hostelería». Por eso, según ha deslizado en diferentes ocasiones, tiene que quedar libre un espacio de 1,8 metros para el peatón y la zona que pueda estar ocupada con terrazas debe quedar «totalmente delimitada» para que «ni los hosteleros se excedan, pero a veces tampoco los usuarios».
¿Qué se sabe de la ordenanza?
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Tramitación La idea del Ayuntamiento es presentar «este mes» el documento ya que faltan unos informes técnicos
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Aportaciones Una vez se haga pública la ordenanza, comenzará el proceso participativo de las partes implicadas
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Restricciones de espacio Tiene que quedar libre un espacio de 1,8 metros para el peatón y la terraza estará delimitada
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Hora de cierre La restricción horaria se aplicará a todo el municipio sin distinguir entre diferentes zonas
También ha adelantado que se van a revisar los horarios de las terrazas ya que «no parece lógico», comentó hace unos meses, que un negocio tenga un horario de apertura hasta «altas horas de la madrugada y la terraza pueda ir acorde a esa licencia». Y por último, la restricción horaria de las terrazas se aplicará en todo el municipio sin distinguir zonas.
Desde el sector hostelero, conscientes de que este nuevo contexto les va a afectar «sí o sí», esperan que aunque se reduzcan los horarios se haga de forma «prudente», matiza Lamadrid. «Para muchos negocios de hostelería la terraza es una baza muy importante (...) No hay terrazas que realmente sean problemáticas. Siempre habrá algún vecino que se pueda quejar, en algún caso podrá tener razón, y en muchos otros no, pero creemos que está bastante controlado». Aun así, prefiere esperar a conocer la decisión que toma el Ayuntamiento para saber si presentará alegaciones.
A su juicio, la normativa podría afectar a «todo el sector de la hostelería. Pero lógicamente nos generan más preocupación los locales de ocio nocturno». El resultado de esa futura modificación cree que puede implicar «menos mesas, que se traducen en menos facturación potencial y, al final, eso va a suponer una adecuación del número de trabajadores que tiene un local». Lamadrid ve una diferencia clara entre el horario de verano y el de invierno, un factor que «debería tenerse en cuenta» ya que afectará también a otros sectores, como los taxis o los comercios.
«Menos mesas se traducen en menor facturación potencial y al final eso va a suponer una adecuación de los trabajadores»
Eduardo Lamadrid
Presidente de la Asociación de Hostelería
«No hubiera estado de más que el Ayuntamiento hablara con nosotros antes de redactar el texto y se incluyera lo que pedimos»
Ana Gómez
Portavoz de la Asociación del Ensanche
La Asociación de Vecinos del Ensanche ya presentó su propuesta al equipo de gobierno del PP. En ella pedían que el horario máximo de apertura sea las doce de la noche durante el fin de semana, que el titular del negocio compruebe que no se rebasen los decibelios previstos en la normativa y que se instalen sonómetros homologados para controlar el ruido, entre otras medidas. Ylamentan no haber podido participar «de antemano» en la redacción del texto inicial. «No hubiera estado de más que hablaran con nosotros antes de redactar el texto y se incluyera lo que pedimos, que son normas que ya están implementadas en el resto de España», apunta Ana Gómez, portavoz de la asociación, que teme que no se cumpla tampoco la nueva ordenanza. «No se cumple la actual, que ya ha quedado desfasada, por eso queremos que ahora haya policía destinada a controlar». «Han saltado enseguida con lo del horario, que eso ya se aplica en muchas otras ciudades, pero hay más medidas importantes, como la medición del ruido», insiste.
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