La comisión de las basuras, contra el muro del reglamento

A falta de concretarse, parece que hay otro punto más en el que están de acuerdo PP, PSOE, PRC, Ciudadanos, Vox y Unidas por Santander. El lunes, en la Comisión de Participación, quedó claro que existe consenso en la necesidad de cambiar el reglamento para dar cabida a las comisiones de investigación. A partir de aquí comienzan los desacuerdos. La alcaldesa, Gema Igual, y su teniente de alcalde, César Díaz, ambos del PP, creen que una modificación de este tipo supondría alargar mucho los plazos. Esto ralentizaría el escrutinio por parte de los grupos del contrato de basuras ahora en entredicho.

Por eso, opinan que mientras que este cambio se tramita para episodios futuros, lo imprescindible es avanzar con la rendición de cuentas en la Comisión de Desarrollo Sostenible y no en una creada 'ad hoc' para este tema. «Hemos dejado claro en la comisión nuestra voluntad de profundizar en este contrato con absoluta transparencia y rigurosidad, de manera que se pueda realizar un análisis serio y responsable del contrato sin especulaciones interesadas ni circos mediáticos», asegura Díaz.

En el extremo contrario están todas las demás formaciones, incluidos los concejales de Cs, miembros del equipo de gobierno y socios de los populares. Aunque hay algunos matices, los cinco coinciden en que es posible hacer este cambio de «forma exprés», como decía el PRC. Guillermo Pérez-Cosío (Vox) condensaba el lunes en una frase el sentir general: «Para hacerlo mal como quiere el PP, mejor no hacerlo. Hay que esperar a tener una herramienta eficaz». Coinciden los cinco, de igual forma que previamente ya tenían también la tesis común de que cualquier escrutinio del contrato de basuras no podía hacerse a puerta cerrada y sin publicidad, como según el PP está fijado por reglamento y rechazan desde la oposición.

En resumen: los populares dicen que «no hay tiempo que perder» con el fin de conocer cuanto antes la verdad de lo ocurrido y los posibles errores cometidos, y la oposición, con el PSOE a la cabeza, que lo que realmente pretenden los populares es darse prisa para aclarar lo menos posible.

¿Es tan largo el proceso de modificación del reglamento? ¿Se puede hacer en cuestión de semanas? Una forma de comprobarlo es ir a los antecedentes. El reglamento data de 2004 y ha sufrido dos reformas. Las dos impulsadas por el equipo de gobierno con polémica. La primera modificación fue en 2016 para cambiar la estructura de los grupos políticos y permitir que con dos concejales se pudiera tener grupo propio -un guiño a Cs, que tenía dos-. Se aprobó en Pleno el 28 de enero, el 9 de febrero se publicó en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) y el 27 de ese mes entró en vigor. Se hizo en 30 días.

La segunda tardó tres meses, como recordaba el portavoz de UxS, Miguel Saro. Fue para impedir la práctica de la exedil Tatiana Yáñez de llevar al Pleno de forma periódica mociones que ya habían sido rechazadas con anterioridad. El PP presentó la iniciativa el 17 de octubre de 2017, dos días después se aprobó en Pleno y el 16 de febrero era plenamente vigente.

La Federación Cántabra de Municipios apunta que el mecanismo de modificación del reglamento lo establece la Ley de Bases de Régimen Local y sí podría ocurrir que se alargara el proceso si hay alegaciones durante el periodo de exposición pública en el BOC. «Creemos que con la voluntad política que había hoy sobre la mesa el cambio puede ser una realidad en unos dos meses», considera el portavoz de Cs, Javier Ceruti, mientras que el socialista Daniel Fernández vaticina que «habrá una comisión de investigación pública que se sumará al historial de rectificaciones de Igual».