Emotivo homenaje a Pedro Vega, uno de los últimos cántabros exiliados de la dictadura
El colegio Cisneros acoge un acto en su memoria y en la del movimiento estudiantil de Magisterio en la década de los setenta
El acto en memoria de Pedro Vega San Martín, periodista y delegado de estudiantes de Magisterio en los años setenta del pasado siglo, trajo ayer ... al frente la movilización estudiantil de aquella década en Santander y el hito de los últimos cántabros exiliados por motivos políticos antes de la caída de la dictadura. Celebrado en el colegio Cisneros de Santander, lo convocaban muchos compañeros y compañeras de Vega San Martín, así como Desmemoriados (Asociación para la Recuperación de la Memoria Colectiva de Cantabria). Entre todos lograron llenar el salón de actos del centro.
La vida de Vega San Martín sirvió para evocar una etapa importante «de la lucha por la democracia», tal y como destacaron los organizadores del acto. Porque «el momento fue el que fue, pero poco después quedó abierta la puerta para los cambios», apuntó al final del encuentro Roberto Ruisánchez, miembro de Desmemoriados.
«Siempre llevaré conmigo aquel grupo de chicos y chicas que estuvimos en Magisterio en los setenta. En el caldo de aquella marmita me hice persona»
Juan Barquín
Compañero de Pedro Vega y detenido en 1972
Entrevistas, reseñas, recuerdos, anecdotarios o actuaciones como las de Cocó & Paco –que con 'La vie en rose' evocaron a la etapa en el exilio francés de Vega San Martín– ayudaron a trazar la biografía del periodista, fallecido recientemente, y también se adentraron en el momento de efervescencia política y activista que vivió la Escuela de Magisterio de Santander en la década iniciada en 1970.
Víctor Gijón leyó los nombres (el suyo entre ellos) de los dieciocho estudiantes detenidos en Santander en marzo de 1972 por presuntos delitos de asociación ilícita y propaganda ilegal. Les juzgó el Tribunal de Orden Público, vigente entre 1963 y 1977, y a un puñado de ellos, recordó Gijón, les costó la cárcel o el exilio. Ese fue el caso de Pedro Vega que, junto con otros procesados, se marchó a Francia en 1973, convirtiéndose todos así en los últimos cántabros exiliados.
«Hicimos muchas reuniones, dentro y fuera de la Escuela», recordó Juan Barquín, compañero de Vega y también detenido en 1972. Los estudiantes de Magisterio de Santander, en línea con lo que ocurría en el país, se organizaron. «Las movilizaciones cuestionaban el funcionamiento de la Escuela y el régimen dictatorial en el que vivíamos; así, hasta que fuimos detenidos», apuntó Barquín, que compartió con los asistentes un recuerdo cargado de belleza: la ceremonia que Pedro Vega protagonizaba cada vez que se quitaba las gafas antes de irse a dormir. «Ahí estaba Pedro, disciplinado, riguroso, metódico, paciente...», unas cualidades que, evocó su amigo, rigieron en todos los ámbitos de su vida.
Hubo aplausos tras cada intervención. La última correspondió a Elisa, hija de Pedro, que agradeció un acto que ha servido para darle «el último adiós al maestro Pedro Vega».
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